Más independencia personal a través de tecnología ‘a medida’

Una persona con parálisis cerebral se enfrenta en su día a día a pesados retos que para el resto son asuntos que pasan desapercibidos como: hablar, desplazarse o seguir las explicaciones de un guía en un museo. Dificultades frustrantes ante las que el uso de las nuevas tecnologías puede suponer una mejora sustancial. Pero que requieren cierto nivel de compromiso de corporaciones y profesionales diversos porque “deben ser adaptadas a la realidad y necesidades personales de cada usuario”, en palabras de Antón Fernández, responsable del proyecto ‘APAMP-Tecnology: Autonomía Personal y Nuevas Tecnologías Accesibles a las Personas con PC’, que desarrolla la Asociación de Familias de Personas con Parálisis Cerebral (APAMP) con la colaboración financiera de la Fundación la Caixa.

“El proyecto tiene como objetivo principal reducir la brecha digital fomentando el uso de las nuevas tecnologías, habilitándolas y adaptándolas a las necesidades e intereses de cada persona con parálisis cerebral o discapacidad afín, para favorecer la comunicación, su desarrollo personal e inclusión social y sus familias”, señalan desde La Caixa. La entidad, ha concedido 27.820 euros para apoyar el desarrollo de este proyecto que cuenta con 42 personas beneficiarias, pertenecientes a distintos centros de día y residenciales de Vigo.

APAMP también asesora y apoya a personas de toda España, labor por la que ha sido reconocida con el galardón ‘Romper Barreras’.

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“El apoyo de La Caixa nos sirve para financiar desde el polímero que necesitamos para la impresora 3D con la que hacemos los mandos de las sillas, hasta la adaptación de pantallas táctiles o dispositivos Alexa, para que nuestros usuarios puedan desplazarse con sus vehículos o comunicarse”, cuenta Fernández. Este músico profesional y Técnico Superior de Sistemas, se unió al proyecto de la asociación porque “para los usuarios y sus familias es un cambio de vida brutal”. Y recalca que el objetivo de ambas entidades con esta colaboración es “fomentar la autonomía y capacidad de comunicación de estas personas”. Pero reconoce que se trata de un trabajo complejo en la medida de que hay que analizar la situación de cada una para ofrecer la solución tecnológica más adecuada. “En el mercado existen cientos de opciones, pero es necesario transformarlas para que sean útiles”, afirma. “Había necesidades básicas no cubiertas que eran prioritarias, como hacer posible que personas que no habían podido expresar a sus familias lo que pensaban ahora puedan comunicarse con ellas”, subraya Fernández.

Apamp, 45 años de solidaridad

En estos momentos, el equipo de APAMP se encuentra inmerso en la búsqueda de colaboraciones con universidades e institutos tecnológicos, para continuar con nuevos proyectos que contribuyan a su misión social.