Mayores con un gran potencial

Asociaciones culturales, vecinales y sociales se nutren de personas que ya han superado los 65 años y que brindan su experiencia y su tiempo al resto de la comunidad

Loli Goldar (primer término) con sus compañeros del Coro Apóstol Santiago

Loli Goldar (primer término) con sus compañeros del Coro Apóstol Santiago / Javier Teniente

Vivimos en una sociedad en la que la juventud está sobrevalorada, y que tiene una imagen distorsionada sobre el envejecimiento y el papel de las personas mayores, a las que se suele ver como sujetos pasivos y dependientes. Sin embargo, la mayoría de las personas de este colectivo no sólo son completamente autónomas, sino muy activas: practican actividades a las que en muchas ocasiones no pudieron dedicarles tiempo antes debido a sus responsabilidades laborales o familiares, cuidan a los nietos, estudian, trabajan como voluntarios en ONG o se dedican al asociacionismo. Y no lo hacen por obligación, sino por placer, lo hace que estén más motivadas.

Andrés Vázquez, geriatra y gerontólogo sénior, señala la importancia de garantizar que las personas mayores puedan seguir contribuyendo a la sociedad de manera activa, además de fomentar políticas que promuevan su salud y que garanticen su protección integral. “Envejecer es un proyecto vital que dura 25 o 30 años y que hay que afrontar más allá de mantener una alimentación sana y hacer ejercicio. Hay que dotarlo de contenido. Necesitas un proyecto de vida inexorablemente”, defiende este gerontólogo de 66 años, miembro de la recientemente creada Vocalía Sénior de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG). El geriatra vigués, que fue presidente de la Sociedade Galega de Xeriatría y Xerontoloxía (SGXX), colabora con la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer y otras demencias de Galicia (AFAGA) y con la Asociación de Vecinos de O Calvario, entre otras, e imparte y organiza charlas sobre envejecimiento activo. “Ahora es cuando tienes tiempo y conocimientos para poder hacerlo. Y encima lo disfrutas porque estás viviendo esa necesidad de proyecto vital”, afirma.

“Envejecer es un proyecto vital de 25-30 años que hay que dotar de contenido”

Andrés Vázquez

— Gerontólogo sénior (66)

Desde la izquierda, Maribel García y Mari Fernández.   | // MARTA G. BREA

MARTA G. BREA / Andrés Vázquez

Según este gerontólogo sénior, ese proyecto vital y su búsqueda también protegen de la soledad, uno de los principales problemas a los que se enfrentan muchas personas, no sólo las mayores; mantiene el vínculo del individuo con la sociedad y le da más fuerza como conjunto social frente al edadismo. “Una cosa es el envejecimiento activo basado en el ‘yo’: ‘yo me cuido’, ‘yo hago ejercicio’, etcétera, y otra es una visión más holística, en la que tú te integras, y si tú das lo más normal es que la sociedad también te dé”, argumenta Vázquez, que también reconoce que se necesitan “influencers” dentro de la geriatría para liderar estos procesos.

“Necesitamos que el envejecimiento se vea como un proceso integrador que forma parte, insisto, de ese proyecto vital encuadrado en la sociedad. Este es el adalid del nuevo envejecimiento”, recalca.

“No estoy aquí para llenar mi tiempo, sino porque quiero aportar algo a los demás”

Mari Fernández

— Grandes Amigos (81)

Juan Gayoso, en la sede de la Asociación Viguesa de Amigos del Ferrocarril y Tranvías.  | // JAVIER TENIENTE

Maribel García y Mari Fernández / Marta G. Brea

María del Carmen Fernández Fernández, Mari, tiene 81 años y es una de las voluntarias de la Fundación Grandes Amigos en Vigo, que atiende a unas 120 personas mayores frágiles. La agenda de esta viguesa, contable jubilada, no podría estar más repleta, entre caminatas diarias, las sesiones de yoga, que desde la pandemia sigue “online”; las clases de arte; el club de lectura, y el trabajo que desarrolla para esta ONG, con la que colabora desde que se creó en Vigo, en 2016.

Mari hace atención a residencias y está en la comisión de seguimiento voluntarios-usuarios. Nunca antes había hecho voluntariado porque el trabajo y sus responsabilidades familiares no se lo permitieron. Ahora piensa continuar hasta que se lo permita la salud. “No estoy haciendo esto por llenar el tiempo porque ya hago bastantes cosas para llenarlo. Lo hago porque puedo aportar algo y lo seguiré haciendo mientras pueda. Puedes hacer muchas cosas, teniendo en cuenta hasta dónde puedes llegar en cada momento”, afirma Mari, que tiene tres hijos y dos nietos.

Un día a la semana, visita a Sara, de 83 años, en la Residencia de Mayores Meixoeiro, y hasta que falleció, con 93 años, a Gloria. El grupo de voluntarios con el que coindice en este centro, ha conseguido que sus mayores mantengan el contacto también los días que ellos no están ahí, de modo que ahora toman café, ven la televisión y pasean juntos. “La vida en la residencia es muy monótona y muy individualista”, manifiesta.

Mari siempre ha sido una mujer muy activa. Practica yoga desde hace muchos años y lo primero que hizo cuando se jubiló fue apuntarse a la universidad de mayores, donde se graduó recientemente. Lo que tenía claro es que quería hacer cosas que realmente le motivaran. “Me quedé viuda un año antes de jubilarme y tenía claro que después de la jubilación no iba a quedarme en casa. Me apetecía estudiar algo que no tuviera nada que ver con los números y me matriculé en asignaturas de humanidades. En septiembre lo dejé, pero pienso retomar las clases”, asegura.

Maribel García Rodas cumplirá 82 años el próximo 15 de julio. Tras vivir 52 años en Alemania, regresó a Galicia hace unos años y, curiosidades de la vida, se reencontró con Mari, de la que había sido compañera de colegio, cuando entró en Grandes Amigos, hace ahora un año. Maribel hace acompañamiento a domicilio. Todos los sábados por la tarde sale a pasear con Manoli, de 83 años, a quien también mantiene al día de las actividades que organiza esta entidad y acompaña en las salidas que pueda hacer siempre que le es posible. Y siempre está con ella más tiempo que el que marca la asociación.

“Mi vida es muy tranquila. Estar con otras personas y conocer otras experiencias vitales me resulta muy enriquecedor”, afirma esta mujer, a quien con el “Adiós, cariño, ha sido un placer” con el que la despide siempre Sara cuando la deja en su portal se marcha satisfecha y feliz. “Es muy gratificante saber que por un rato has hecho que una persona se olvide de sus problemas o de la sensación de soledad. Muchas veces, lo único que necesita es hablar y que la escuchen”, comenta.

Sin embargo, ella, viuda y sin hijos, no sabe qué es sentirse sola. Al igual que Mari, entiende que la soledad “está dentro de cada uno” y que hay que buscar cosas “que te ayuden a no pensar en ella”.

“Muchas veces digo que me jubilé no sé para qué porque trabajo más ahora”

Ángel Bastos

— AA. VV. do Calvario

Ángel Bastos (69 años), jubilado de El Corte Inglés, es un veterano del movimiento vecinal, al que está vinculado desde finales de los 90. Actualmente es tesorero de la Asociación de Vecinos do Calvario, presidente de la Asociación Folclórica Cultural Vecinal Andarela, tesorero de la Agrupación de Centros Culturales de Vigo y forma parte de la Agrupación Vecinal Vigo Centro. “Muchas veces digo que me jubilé no sé para qué porque ahora trabajo más que cuando trabajaba, pero es una satisfacción cuando echas una mano a personas que lo necesitan o cuando ves que la gente disfruta con algo que has hecho”, explica.

Se queja Ángel de la poca implicación de los jóvenes en el movimiento vecinal, que corre, advierte, un serio riesgo de desaparecer por la falta de relevo cuando las personas que lo llevan ahora cesen en sus puestos. También opina que falta un nexo entre generaciones, lo que favorece la aparición de conductas edadistas. Respecto a esto, entiende que es necesario trabajar para acabar con este problema y para evitar la soledad no deseada. Precisamente, esta asociación viguesa quiere establecer una serie de zonas de encuentro de personas mayores que vivan solas en el barrio para que puedan establecerse vínculos de amistad y colaboración.

“¿Qué haces en casa? Yo mientras pueda, seguiré colaborando”

Gloria Caride

— AA. VV. do Calvario

Gloria Caride (83 años) lleva unos 15 años en esta misma asociación vecinal, donde echa una mano donde se necesita: cogiendo recados, informando a los vecinos sobre los cursos que se organizan y colaborando en la organización de eventos. También está en el grupo de pandereteras y en el coro de Andarela, agrupación de la que se hizo cargo hace unos años la asociación vecinal.

“Entre unas cosas y otras estoy liadísima, pero si te organizas bien puedes hacerlo todo. Además, esto lo hago porque me apetece porque ¿qué haces en casa? Probablemente, si no estuviera viuda no tendría tanto tiempo, pero mientras pueda, me gustaría seguir colaborando”, afirma esta mujer, que a sus hijos (tiene 3) y a sus nietos (tiene 5) siempre les dice: “A mí dejadme seguir siendo independientes mientras pueda”.

“Me resulta muy satisfactorio saber que puedo ayudar a los demás en lo que pueda”

Loli Goldar

— AECC (77 años)

Loli Goldar (primer término), con sus compañeros del Coro Apóstol Santiago.   | // JAVIER TENIENTE

Gloria Caride a la izquierda y Ángel Bastos a la derecha / Marta G. Brea

Dolores Goldar González, Loli, de 77 años, lleva 26 años en la Asociación contra el Cáncer (AECC) en Vigo, cuya labor conoció a través de una amiga, que le pidió que le echara una mano en una de las mesas de cuestación. La experiencia le enganchó, reconoce, por lo que cuando poco después le propusieron ayudar en el rastrillo de Navidad no lo dudó. “Me gustó el contacto con el público y ayudar a recaudar fondos para investigación y para ayudar a los pacientes, y con más motivo aún después de que una amiga enfermase y falleciese por cáncer”, comenta.

Realizó incluso los cursos de formación para el voluntariado que ejerce labores de acompañamiento a pacientes, aunque nunca las ha desempeñado. “Me resulta muy duro y nunca me vi capaz”, reconoce. Sus esfuerzos se centran en obtener fondos para que esta asociación pueda ofrecer este tipo de servicios. “Es muy satisfactorio ver lo concienciada que está la gente y a mí me enriquece mucho ayudar en lo que pueda”, comenta.

Loli es una de las voces del Coro Apóstol Santiago de Vigo que dirige Zimas Zdanavicius, con el que ensaya dos días a la semana. “Me encanta cantar. Además, soy madre, abuela y bisabuela”, dice con orgullo –tiene dos hijas, un nieto y 3 bisnietos–. Viuda desde hace 28 años, conoció a su actual pareja hace 21 en la coral de la Unión Recreativa de Empleados de la Caja de Ahorros (URECA) de Nigrán aunque él abandonó esta actividad.

Loli reconoce que no puede estar sentada en casa. Por las mañanas sale a caminar y los jueves queda con sus amigas para tomar café, una costumbre que mantienen desde siempre y que para ella es “una terapia”, y si no, está faenando en su jardín.

Para ella, el potencial de las personas mayores está por descubrir. “Si no fuera por la gente mayor esta sociedad sería distinta. Las personas mayores podemos hacer ayudar en muchas cosas”, asegura.

“Ahora es cuando tienes tiempo para comprometerte y hacer cosas”

Juan Gayoso

— Asoc. Ferrocarril (68)

Gloria Caride y Ángel Bastos, delante del local de la AA. VV. do Calvario.   | // MARTA G. BREA

Juan Gayoso, en la sede de la asociación viguesa de Amigos del Ferrocarril y Tranvías / Javier Teniente

Juan Gayoso se jubiló hace apenas un año, después de hacer dos años de prórroga en la Inspección Médica del Sergas. Ahora, a sus 68 años, se dedica a cultivar algunas aficiones, como la música –forma parte del coro Gli Amici Appassionati, fundado por la mezzosoprano Nuria Lorenzo–, el modelismo y el deporte –camina y va al gimnasio–.

Forma parte, además, de la Asociación Viguesa de Amigos del Ferrocarril y Tranvías (AVAFT), agrupación de aficionados y entusiastas de este medio de transporte que trabaja por su difusión y conservación. “Ahora que tienes más tiempo es cuando puedes comprometerte a hacer cosas y esto, al mismo tiempo, es una forma de estimularte y de mantener una actividad. Yo estoy siempre abierto a colaborar en cualquier cosa que pueda surgir en la parroquia o con cualquier asociación de ayuda a los demás. Desde la coral y la asociación de amigos del ferrocarril también tratamos de transmitir lo que hacemos a los demás”, comenta Juan, que es hermano del conocido presentador de TVG Xosé Ramón Gayoso.

En agosto, nacerá su primer nieto, un niño, y su mujer y él ya se preparan para “echar una mano en lo que haga falta”, como hacen tantas personas mayores en este país para allanar a sus hijos la tan difícil conciliación familiar y laboral.

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