Un proyecto etnográfico documenta el marisqueo gallego de los últimos 40 años

Está conformado por 5.000 fotos de este trabajo en las rías, decenas de vídeos, audios y escritos que incluyen datos de la actividad desde la época medieval hasta nuestros días

Marisqueando a pie en la ría de Arousa, foto del proyecto. |   // PEDRO GARCÍA LOSADA

Marisqueando a pie en la ría de Arousa, foto del proyecto. | // PEDRO GARCÍA LOSADA / mar mato

Mar Mato

Mar Mato

Es uno de los mayores proyectos documentales que se está llevando a cabo en Galicia aunque, de momento, permanece oculto. Se trata de un archivo de 5.000 fotografías que documenta el marisqueo en la Comunidad desde finales de los 70 hasta nuestros días. Lo complementan decenas de vídeos y audios, así como escritos que buscan datar y dar pistas de la evolución de la extracción de marisco en la región desde la época medieval.

Las fotos fueron tomadas en las rías gallegas donde se practica el marisqueo a pie y a flote (en barco) o donde estuvo vivo en los últimos 40 años. Quien las firma es el fotógrafo gallego Pedro García Losada.

Precisamente, una de sus fotos en la ría de Noia fue seleccionada en un concurso de la editorial La Fábrica, organizadora de PhotoEspaña, como la imagen representante de Galicia en el certamen. Como premio, ha sido incluida en el libro “España. Retrato de un país”, que apoya el Instituto de Turismo de España que lo promociona en sus oficinas en el extranjero. No obstante, la publicación también se encuentra a la venta en librerías.

Pedro García no trabaja solo. Colabora con él el etnógrafo Miguel Losada quien explica que también han incluido “canciones tradicionales grabadas de las mariscadoras”.

En cuanto a los vídos, comenta que el fin era mostrar “la perspectiva de la persona que marisquea o pesca; y esa ambigüedad entre ambas acciones”.

Mariscadora rastrillando en un banco marisqueo de Arousa.

Mariscadora rastrillando en un banco marisqueo de Arousa. / Pedro Garcia Losada

Losada reconoce que esto último que acaba de señalar puede llevar a confusión y lo explica: “En Galicia, los pescados se mariscaron. Hubo un tiempo en el que era posible incluso cogerlos con las manos. Un guardia de la Isla de San Simón nos contaba cómo cazaba congrios con las manos y un palo en las rocas de la isla sin embarcación. En ese caso, ¿de qué hablamos, de pesca o de marisqueo? ¿Que ocurre con las algas? Lo mismo pasa con el pulpo o con la navaja. Para esta última, los navalleiros de sumergen. Es una realidad más poliédrica de lo que pensamos”.

Miguel Losada, conel micrófono; PedroGarcía, con la cámara. |   // GARCÍA/SANTOS SANTOS

Miguel Losada, conel micrófono. | // GARCÍA / mar mato

Para el etnógrafo, a la hora de visionar los vídeos y escuchar los audios de las mariscadoras hay algo que le llama especialmente la atención. “Ven el trabajo del marisqueo en la ría como una fuente de libertad y de satisfacción. En algunas fotos puedes ver cómo van al mar perfectamente arregladas, e incluso parece que van maquilladas. Las veo sonriendo. No hace falta decirles que sonrían para las fotos aunque les llegue el agua al pecho. El fotógrafo también está metido totalmente para retratarlas. Esa actitud tan sana y positiva de ellas está en sus rostros y en sus audios”, resalta mencionando especialmente a las trabajadoras en la ría de Muros- Noia.

Un proyecto etnográfico documenta el marisqueo gallego de los últimos 40 años

El fotógrafo Pedro García, trabajando en el proyecto. / Santos Santos

En la cara b de su mundo, se encontraría “la morriña por un pasado más rico. Hay una percepción del declive aunque ven que lo que hacen es un deber con la sociedad y con ellas con el que cumplen”.

Además del presente, el proyecto documental se fija en el pasado “para trazar una línea hacia lo más atrás que podemos. Manejamos documentación del monasterio de Toxosoutos, por ejemplo”.

Uno de los episodios en los que se fijan es la explotación de la púrpura. “Era un tinte que se obtenía de unos pequeños caracoles del mar. Esto conecta con el mundo fenicio. En su día eso fue marisqueo. Hoy en día no existe en Galicia pero hay constancia arqueológica del mismo”, explica.

Por supuesto, no dejan atrás la evolución de las bateas o los comienzos de las fábricas de salazón citando los libros de Santiago Llovo así como los estudios de Uxío Labarta. “En los años 60 y 70 se empieza a promocionar el consumo de berberechos y almejas. Eso obedecía a unas motivaciones. Ya estaba en la sociedad tradicional. La Galicia interior siempre notó la presencia próxima del mar con la circulación de la sardina, que fue algo muy potente hasta los años 80”, detalla para subrayar que “es algo más que anecdótico que el Apóstol Santiago tenga como símbolo una vieira”.

“El trabajo de estas mujeres es un monumento, una obra de arte”

“Decidimos hacer este proyecto porque vemos el trabajo de estas mujeres como un monumento, una obra de arte efímera que había que capturar y captar a través de una cámara”, explica Miguel Losada. Este junto al fotógrafo Pedro García arrancó hace años una iniciativa para intentar que la Unesco lo declarase Patrimonio Cultural de la Humanidad. “Pensamos que el medio, las rías, fue condicionado positivamente por el trabajo del marisqueo. Constituye un paisaje cultural”, explica respecto a la iniciativa de que fuese declarado Patrimonio de la Humanidad. Su fin es salvaguardar un retrato de esta actividad en Galicia, donde se pueden encontrar respuestas a cambios o ausencias en otras comunidades como las de la Bretaña francesa, Cornualles o Irlanda. “Por ejemplo, el ahumado del pescado en determinadas zonas solo se conoce por textos del siglo XIX mientras que aquí tenemos fotos o podemos entrevistar aún a alguna persona que lo vio. Pasa también con el pulpo que se consumía en zonas del arco atlántico tiempo atrás y ahora solo en Galicia”, señala el agente cultural Miguel Losada.

Marisqueo a flote en Arousa.

Marisqueo a flote en Arousa. / Pedro Garcia Losada

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