Entrevista | José Colmeiro Filólogo, experto en la obra de Manuel Vázquez Montalbán

“La mirada irónica y la retranca son marcas de la galleguidad de Vázquez Montalbán”

El filólogo vigués descubrió hace unos meses la primera novela, inédita, del escritor barcelonés, cuyo padre era de Lugo

Jose Colmeiro en su estudio

Jose Colmeiro en su estudio / Cedida

Es uno de los grandes expertos en la figura y obra de Manuel Vázquez Montalbán (Barcelona, 1939-Bangkok, Tailandia, 2003), que estudia en la antípoda de Galicia, donde trabaja como profesor de Filología Hispánica en la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda). Hace unos meses, mientras investigaba para la edición crítica de una de las novelas del escritor catalán, José Colmeiro (Vigo, 1958) descubrió su primera novela, inédita, que guardó tras ser rechazada por el jurado de un concurso literario y que previsiblemente verá la luz el próximo mes de octubre, coincidiendo con el 20 aniversario de su fallecimiento.

Es anterior al nacimiento de su personaje más emblemático, el atípico y contradictorio detective Pepe Carvalho, hijo, como el propio Vázquez Montalbán, de un emigrante gallego, a quien le gusta visitar restaurantes gallegos y que bebe albariño. Tiene, además, dos libros sobre gastronomía gallega, y buena parte de su última novela publicada en vida, “Erec y Enide”, se desarrolla está ambientada en la isla de San Simón.

  • Filología Germánica por la Universidad de Salamanca, máster en Literatura Comparada por la Universidad de Stony Brook de Nueva York y doctor en Literaturas Hispánicas por la Universidad de California Berkeley. Desde 2010 ocupa la cátedra Príncipe de Asturias en la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda).

–Tiene numerosos libros, artículos en revistas, ediciones críticas, monográficos sobre la obra de Vázquez Montalbán. Una de estas obras, “Crónica del desencanto: la narrativa de Manuel Vázquez Montalbán” (1995), obtuvo el premio Letras de Oro. ¿De qué estaba desencantado?

–Es un tema complejo que tiene diversas facetas. Por una parte, es un desencanto histórico y generacional, el de los que lucharon contra el franquismo y tuvieron que comprobar que las ilusiones de ruptura con el régimen anterior no se cumplieron con la Transición. Los sueños utópicos de la izquierda también se amoldaron y se vieron condicionados por el poder, resultando en un déficit cultural de memoria histórica. En un sentido vivencial o existencial, el desencanto es el resultado de la comprobación de la enorme brecha entre la realidad y el deseo, o en términos montalbanianos, de la imposibilidad de encontrar aquel lugar del que no querer regresar. Este libro tiene una edición posterior muy ampliada, veinte años más tarde, que examina la obra narrativa ya completa del autor: “Crónica general del desencanto: Vázquez Montalbán - Historia y ficción” (2014).

  • Crónica general del desencanto: Vázquez Montalbán - Historia y ficción

    Manuel Vázquez Montalbán

–Acaba de descubrir una novela inédita del escritor barcelonés. ¿Cómo fue este hallazgo?

–El manuscrito lo encontré hace solo unos meses en la Biblioteca de Cataluña. La familia donó todos los papeles del autor a la biblioteca hace varios años, unas setenta cajas, pero sólo se han hecho disponibles recientemente, tras el laborioso proceso de catalogación, y con el acceso dificultado por la pandemia. Yo me encontraba realizando un trabajo de investigación para mi edición crítica de la novela “Galíndez”, que sale precisamente este mes, para lo cual revisé abundante documentación y diversos manuscritos, entre los cuales apareció esta novela de la que no tenía noticia. Empecé a leerla y me pareció fascinante. En seguida me puse en contacto con Daniel Vázquez Sallés, hijo del autor, para que tomaran nota y vieran si era factible su publicación. Posteriormente, me pidieron que me encargara de la edición, en la que me encuentro trabajando actualmente.

  • Erec y Enide

    Manuel Vázquez Montalbán
    Areté

–¿Qué tipo de obra es?

–La novela es anterior a la serie de novelas de Carvalho, que comenzó en 1972, pero tiene muchas de las marcas características de la narrativa del autor que irá desarrollando a lo largo de su carrera, y no sólo de sus novelas negras. Es una novela muy personal que refleja circunstancias que él vivió en aquellos años sesenta, la experiencia de la prisión, la lucha política y la imposibilidad de publicar al estar en la lista negra de la censura. No sabemos exactamente por qué nunca se publicó, ya que parece que nadie tenía conocimiento de esta obra, ni en su familia, ni en su agencia literaria, ni en su círculo de amistades. Habría diversas hipótesis posibles al respecto, pero lo que sí resulta evidente es que su publicación hubiera sido imposible en el momento de su escritura, por la temática de la lucha clandestina y el desafío a la moral imperante. Desde el punto de vista del código de la censura franquista, jamás se hubiera publicado.

Jose Colmeiro en el lago Whangape con una camiseta de Rosalía de Castro

Jose Colmeiro en el lago Whangape con una camiseta de Rosalía de Castro / Cedida

–Dice que desconocía la existencia de esta novela, pero ¿tenía conocimiento o sospecha de que pudiera haber alguna inédita?

–Sí, sabía que existían algunos textos desconocidos porque se hizo una pequeña exposición en el momento de la donación de la biblioteca del autor y me imaginaba que corresponderían con obras en distinto estado de elaboración, pero sin conocer los detalles de ninguna de ellas.

“Esta novela inédita refleja muy bien la época histórica y las dificultades que tuvo el autor en ese momento”

–¿Qué rasgos tiene en común con el resto de su obra?

–Sería su primera obra de ficción completa. Para entonces había ya publicado un libro de ensayo, “Informe sobre la información” (1963), que sería lectura obligatoria durante muchos años en las facultades de Ciencias de la Información, y había completado sus dos primeros libros de poesía, que se publicarían años más tarde por problemas de censura y económicos. Durante esa época, imposibilitado de ejercer el periodismo, se dedicaba a trabajar en revistas de decoración y enciclopedias. En esta novela se refleja muy bien la época histórica y las dificultades que tuvo el escritor entonces, y se demuestra ya la gran agudeza intelectual y destreza narrativa a la hora de retratar personajes, situaciones y momentos históricos.

Ricardo Vázquez Montalbán comiendo ostras en una visita a Vigo

Ricardo Vázquez Montalbán comiendo ostras en una visita a Vigo

–¿Qué aporta al conjunto de su obra?

–Me parece que aporta una perspectiva interesantísima sobre la configuración del novelista que conocemos. Ahí está ya toda la esencia del Vázquez Montalbán narrador. Su ironía, su mirada lúcida y mordaz, el recurso de la memoria como afirmación de identidad cultural. Se puede decir que se hayan ya en forma embrionaria las características de su narrativa, tanto en temas como en estilo. Además, es una novela muy personal, que refleja las dificultades que tuvo al salir de la cárcel, y encontrarse en una tierra de nadie.

–El padre de Vázquez Montalbán era un emigrante gallego. ¿Influyeron sus raíces gallegas en su obra? ¿Mantuvo alguna relación con Galicia?  

–Su padre nació en un pueblo de Lugo y emigró de joven a Cuba, como tantos otros gallegos de la época. Volvió a España y se estableció en Barcelona en los años veinte. En su infancia, Vázquez Montalbán visitó en varias ocasiones el pueblo de su padre, y a su vez recibían visitas frecuentes en su casa de familiares gallegos que se quedaban temporadas con ellos. Es evidente que tuvo influencia, ya que el autor hizo también gallego al padre de Pepe Carvalho, y medio gallego al protagonista, que visita restaurantes gallegos y bebe albariño. Se podría decir que la mirada irónica y con retranca del protagonista, sus silencios y su ambigüedad, son posibles marcas de su galleguidad. El autor publicó además dos libros sobre gastronomía gallega: “Las cocinas de España: Galicia” y “La cocina de los finisterres”. Significativamente, por otro lado, la última novela publicada en vida por el autor “Erec y Enide” (2002) tiene su origen en la isla de San Simón, en la Ría de Vigo, donde transcurre una buena parte de la novela. Vázquez Montalbán admiraba “El lápiz del carpintero” de Manuel Rivas, por su gran calidad literaria y por la recuperación de la memoria de la resistencia antifranquista y su represalia, simbolizada en esa isla-cárcel. La presentación oficial de la novela tuvo lugar en Vigo precisamente.

Manuel Vázquez Montalbán, en un barco, frente a la isla de San Simón (2002).  | // CAMESELLE

Manuel Vázquez Montalbán, en un barco, frente a la isla de San Simón (2002) / Cameselle

–A su padre no lo conoció hasta que cumplió los cinco años, cuando salió de la cárcel, donde ingresó por motivos políticos. ¿Tuvo este hecho influencia en su obra?   

–Sin duda tuvo una gran influencia en la vida del autor, que tuvo que acostumbrarse a vivir con un desconocido y marcó su infancia como una familia de perdedores de la guerra y de la postguerra. Es algo que aparece sobre todo en su poesía, pero también en algunas de las páginas más autobiográficas de su narrativa, como toda la parte central de “El pianista”, que refleja los años de la posguerra en el barrio de El Raval de Barcelona.

–Vázquez Montalbán es un icono del género policiaco ¿qué hace de él un escritor irrepetible?

–Creó una nueva manera de hacer novela de investigación como una forma de crónica histórica, que incorporaba toda una serie de elementos culturales de época, y una óptica singular muy aguda e irónica sobre la sociedad contemporánea. Además, allí cabía hablar de política, de gastronomía, de poesía como un gran collage narrativo... Como todos los creadores que transforman un género, ya sea en literatura, música o en otras artes, habrá un antes y un después de Vázquez Montalbán.

–¿Qué tiene el detective Pepe Carvalho de Vázquez Montalbán?

–Carvalho es uno de sus múltiples alter egos, que le sirven al autor de máscara ficcional. Tiene evidentes semejanzas: su origen, su vida que transcurre entre el barrio bajo de El Raval y los altos de Vallvidrera, su temprana lucha política, su paso por la cárcel, su afición a la gastronomía, su mirada irónica y desencantada frente a la realidad. Y evidentes diferencias, Vázquez Montalbán, que se sepa, nunca fue detective o agente de la CIA ni tuvo como compañera a una chica de alterne como Charo.

–¿Qué temas abordaba en sus novelas?

–Las novelas de Carvalho son sobre todo indagaciones sobre la cultura, la sociedad y la historia contemporáneas. En algún momento el personaje manifiesta ser el barómetro de la moralidad establecida. Los mecanismos de la investigación del caso le sirven al autor para investigar la realidad social. Sus otras novelas, de manera paralela a Carvalho, se podría decir que eran novelas-crónica de la transformación de la sociedad española camino del nuevo milenio, sobre la memoria, las relaciones personales, la eticidad del comportamiento y los mecanismos del poder.

“Legitimó el interés por géneros literarios considerados subliterarios”

–Cuando Vázquez Montalbán creó este personaje, no se consideraba que el género negro estuviera a la misma altura de otros. Esto ha cambiado radicalmente. ¿Hasta qué punto contribuyó a este cambio el escritor barcelonés?

–Como en otros ámbitos, Vázquez Montalbán legitimó el interés por géneros literarios considerados subliterarios (la novela negra, la gastronomía, la canción, la crónica política, deportiva, etcétera). Los liberó de los clichés heredados. Transformó la novela negra en un vehículo literario capaz de hacer crónica de una época, creando un espacio de reflexión sobre los aspectos más variados de la cultura y sociedad contemporáneas. De hecho, convirtió la novela negra en el primer género literario surgido en la Transición, y quizás el más representativo. Y su influencia fue mucho más allá del marco español, en toda Latinoamérica y otros países de Europa.

–¿Cuál diría que es la mayor fortaleza del género negro?

–Su capacidad de enganchar al lector como narrativa y la posibilidad de su instrumentalización como vehículo para indagar y revelar los aspectos normalmente ocultos de la realidad, algo que Vázquez Montalbán supo ver muy bien y desarrolló con gran éxito.

“Montalbán tocó prácticamente todas las teclas de la creación literaria y en todas dejó huella”

–Se le conoce por su obra literaria policiaca, pero también fue poeta y periodista. ¿Qué puede contarlos de estas facetas?

–Vázquez Montalbán tocó prácticamente todas las teclas de la creación literaria, y en todas dejó huella. Su labor como periodista fue absolutamente pionera en una nueva forma de acercarse a la realidad, con sus reportajes de nuevo periodismo, desde su celebre serie “Crónica sentimental de España”, que redescubrió la cultura popular de la posguerra a través de la memoria. Durante varias décadas, sus columnas en diarios y revistas eran leídas como el oráculo que nos interpretaba la realidad con agudeza, ironía y clarividencia. Su labor como poeta es lógicamente menos conocida, siempre son malos tiempos para la lírica, pero sí muy reconocida por la crítica. Es importante recordar que Vázquez Montalbán encabezó el libro fundacional “Nueve novísimos poetas españoles” de José María Castellet, que supuso el lanzamiento del gran fenómeno de renovación de la poesía española contemporánea.

–¿Por qué decide centrar su trabajo en Vázquez Montalbán?

–Hice mi tesis doctoral sobre la novela negra en España, que después se publicó como libro, y un capítulo central era sobre Vázquez Montalbán. En aquella época nadie escribía trabajos académicos sobre un género considerado subliterario. Me deslumbró por la originalidad de sus planteamientos, nadie hacía lo que él, en ninguno de los campos que tocaba, la mezcla de lenguajes de cultura popular y cultura elevada, la lucidez de su mirada irónica, el enorme repertorio de referencias literarias y culturales. A partir de ahí fui descubriendo las diferentes facetas de su inmensa labor creativa, y todavía me sigue deslumbrando.

–¿Desde cuándo imparte clases en la Universidad de Auckland?

–Realicé mis estudios de postgrado en Estados Unidos y toda mi vida profesional transcurrió allí, hasta el 2010, cuando decidí aceptar el puesto de catedrático en la Universidad de Auckland, que representaba un gran reto y una gran oportunidad. Me sedujo la oportunidad de desarrollar mi carrera desde una nueva atalaya, y también la aventura de mirar el mundo, el académico y el otro, desde otra perspectiva más distanciada y en un entorno con enorme encanto.

–¿Ha llegado a trabajar como docente en Galicia?

–Nunca, aunque la visito frecuentemente y he realizado numerosos proyectos de investigación sobre temas gallegos, incluidos dos libros sobre cultura contemporánea gallega: “Galeg@s sen fronteiras”, el primer ebook publicado por Edicións Xerais, y “Peripheral Visions: From Galicia to the World”, el primer libro en inglés sobre cine y música gallegas.

–Es catedrático Príncipe de Asturias de la Universidad de Auckland, ¿qué es y qué supone para usted este nombramiento?

–Es la primera de sólo cinco cátedras que llevan ese nombre en el mundo anglosajón (las otras cuatro están en Estados Unidos y Gran Bretaña). Es un puesto de gran prestigio académico que se estableció para promover el interés por las culturas hispánicas en esta parte del mundo, fruto de un concordato entre el Gobierno español y la Universidad de Auckland. Es un puesto completamente auspiciado por la Universidad de Auckland que con su apoyo generoso me ha posibilitado llevar a cabo muy variados proyectos de investigación.

“El interés por el español, nuestra gastronomía, las series y el Camino de Santiago han crecido en Nueva Zelanda”

–¿Cuál es el impacto de la lengua y de la cultura españolas en Nueva Zelanda?

–El interés por la lengua española en Nueva Zelanda ha crecido en los últimos años, al igual que el interés por diversos aspectos de la cultura española, especialmente la gastronomía, los deportes, las series de televisión, y muy relacionado con Galicia, el Camino de Santiago. También en el ámbito académico se refleja este creciente interés. Una de mis estudiantes de doctorado acaba de presentar una original tesis doctoral sobre la cultura visual gallega, que hubiera sido impensable tan solo hace unos años cuando llegué aquí.

José Colmeiro en su estudio posando con su libro

José Colmeiro en su estudio posando con su libro / Cedida

–Acaba de editar su primer libro de ficción, “Cambios de piel”. ¿De qué trata?

–Es un conjunto de relatos de viajes y memorias en clave de autoficción novelada. A través de una serie de viajes por los cinco continentes se representa el tránsito por diferentes etapas de la vida que vamos ensayando como diferentes cambios de piel.

  • Cambios en la piel

    José Colmeito
    Magma Editorial SC/160 páginas

Aunque el libro pertenece al territorio de la ficción y no del ensayo académico, comparte una misma mirada y se relaciona con muchos de los temas que me interesan y he explorado en forma de ensayo: la memoria y la identidad cultural, la importancia de la música y el cine en la educación sentimental, el choque de culturas, la emigración, el ser gallego en el mundo… Se puede leer un capítulo en la página web de la editorial: magmaeditorial.es/libro/cambios-de-piel/.

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