Fundación “la Caixa”

Las fundaciones “la Caixa” y Francisco Luzón renuevan su alianza contra la ELA

El objetivo es impulsar el desarrollo de nuevos proyectos sobre esta enfermedad

Isidro Fainé y María José Arregui, tras la renovación de la colaboración. // FdV

Isidro Fainé y María José Arregui, tras la renovación de la colaboración. // FdV / redacción

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El presidente de la Fundación “la Caixa”, Isidro Fainé, y la presidenta ejecutiva de la Fundación Francisco Luzón, María José Arregui, han renovado la colaboración entre ambas entidades para apoyar económicamente proyectos de investigación que contribuyan a saber más sobre la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y poder así mejorar el diagnóstico temprano y desarrollar nuevos tratamientos para prevenir o, al menos, ralentizar el progreso de esta enfermedad rara e incurable –afecta a unas 4.000 personas en España– y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Durante los próximos cinco años, ambas entidades apoyarán cinco proyectos de investigación sobre la ELA con entre 500.000 y 1 millón de euros cada uno. La Fundación “la Caixa” aportará el 75% del importe a través de la convocatoria CaixaResearch de Investigación en Salud, y la Fundación Francisco Luzón, el 25% a través del programa “Talento ELA”. El presupuesto se dedicará al impulso de un proyecto por año, seleccionado por un comité científico independiente.

De los proyectos apoyados hasta el momento, el primero que ha acabado ha sido el de Rubén López Vales, de la Universidad Autónoma de Barcelona. Él y su equipo han demostrado que la administración oral de un lípido derivado de los ácidos grasos omega-3, la maresina, tiene efectos terapéuticos mayores que el riluzol, el único fármaco aprobado para la ELA en Europa. Por su parte, la investigadora Carmen María Fernández-Martos lidera en la Universidad CEU San Pablo un proyecto en el que se estudia el papel neuroprotector de la leptina, una hormona relacionada con la obesidad, y que la evidencia científica muestra que se asocia a un menor riesgo de desarrollar ELA, confiriendo una ventaja de supervivencia en estos pacientes.

En la Fundación Miguel Servet-Navarrabiomed, Maite Mendioroz e Ivonne Jericó encabezan un proyecto que está empleando con éxito la biopsia líquida para aislar esos fragmentos de ADN en pacientes con ELA e identificar nuevos genes que podrían utilizarse como biomarcadores de diagnóstico y progresión de la enfermedad.

Ana Martínez, del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas del CSIC, está desarrollando junto con su equipo un nuevo compuesto que recupera la funcionalidad de la proteína TDP-43, que los pacientes de ELA tienen modificada. El quinto proyecto es el de Óscar Fernández-Capetillo, del CNIO, que explora el papel del estrés nucleolar en la ELA. Hasta la fecha, se han identificado más de 22 genes que presentan mutaciones en pacientes de ELA.