Entrevista | Icíar Bollaín Cineasta

“El cine es más diverso si lo contamos entre todos”

“Si creo que un proyecto puede dejar un poso en el espectador, entonces voy a por él”, afirma la directora de películas como “Te doy mis ojos” y “Maixabel”, ambas con el actor gallego Luis Tosar

Icíar Bollaín, delante del MARCO.

Icíar Bollaín, delante del MARCO. / JOSÉ LORES

El cine de Icíar Bollaín (Madrid, 1967) bebe de la realidad cotidiana para contar historias de vida que son un espejo de la sociedad. La violencia de género, los movimientos migratorios, los cuidados, la herencia cultural y el dolor que deja el terrorismo son algunos de los temas que ha llevado a la gran pantalla la cineasta madrileña en la decena de largometrajes que ya tiene en su haber y que le han reportado numerosas nominaciones y premios, entre ellos dos Goya (“Te doy mis ojos”, 2003) y el de la Semana Internacional de la Crítica del Festival de Cannes (“Flores de otro mundo”, 1999). La directora habló en Vigo sobre la construcción de los personajes femeninos en su filmografía, entre la que también se encuentran títulos como “También la lluvia”, “Mataharis”, “La boda de Rosa” y la última, por el momento, “Maixabel”, que aborda un tema tan doloroso como el terrorismo de ETA y los encuentros restaurativos entre víctimas y victimarios.

–¿Qué le motiva para emprender cada nuevo proyecto?

–A veces es la curiosidad, a veces una noticia en el periódico o algo que me llama la atención o que está ocurriendo en la sociedad que no acabo de entender o que quiero conocer mejor, como fue en el caso de “Te doy mis ojos”, un tema [la violencia de género] del que se hablaba mucho pero en el que no se acababa de profundizar en ese momento. En el caso de “Flores de otro mundo” recuerdo que vi un reportaje sobre las caravanas de mujeres a los pueblos de la ahora llamada España vaciada. Y “Maixabel” fue una propuesta de mis productores y me pareció una historia increíble e importante de contar. Cada película viene de un lugar, pero lo que siempre me pregunto es: con todo el contenido audiovisual que hay, ¿esto va a aportar algo? Si creo que puede aportar un granito de arena, que puede dejar un poso en el espectador, entonces voy a por él.

–¿El cine puede, si no cambiar, sí contribuir a construir una sociedad más igualitaria y justa?

–Esa es mucha responsabilidad para el cine, pero una de las cosas que sí puede generar es debate, ideas, y puede inspirar. Hay muchas películas, igual que las novelas, que hablan del género humano y de cómo nos relacionamos, y también de cosas de las que a veces no se habla o no se conocen en profundidad.

–Un ejemplo de esas cosas de las que no se habla mucho es “Maixabel”, que narra el encuentro, en 2011, entre Maixabel Lasa, viuda de Juan María Jáuregui, víctima de ETA en 2000, e Ibon Etxezarreta, uno de sus asesinos.

–Cuando comencé a documentarme sobre ETA vi que había como unas cincuenta películas sobre el tema, aunque muchas no se han visto tanto. Lo que no había era una película sobre los encuentros restaurativos entre víctimas y terroristas, que se hicieron en privado y con mucha discreción, por lo que no eran muy conocidos. Por eso, pensé que era muy buen momento para hablar de eso y para contar este ejercicio de civismo que hicieron al sentarse a hablar personas tan opuestas. Me pareció increíble que Maixabel Lasa accediera a entrevistarse con ellos y también que estos hombres hicieran ese recorrido tan difícil de formar parte de un comando activo a desentenderse de la banda y reconocer el daño que han causado. Me pareció que valía la pena contarlo.

“La violencia solo genera más violencia y deja detrás un rastro de trauma y dolor”

–¿La propuesta le produjo cierto vértigo?

–Mucho, porque es un tema muy doloroso, que ha dejado mil muertos y a todas sus familias dañadas. Es un tema al que tienes que acercarte con mucho respeto y no hacer un espectáculo del dolor. Lo que al final pone en evidencia la película, más allá de los encuentros restaurativos y de Maixabel, que quiso dar esa segunda oportunidad, es lo terrible de la violencia, que no sirve absolutamente para nada, que solo genera más violencia y que deja detrás un rastro terrorífico de trauma y de dolor. Me parecía muy importante para las generaciones de ahora y para las futuras decir: “Esto no puede volver a ocurrir nunca más”, porque saben muy poco sobre ETA y porque siempre hay tentación de resolver las cosas de esa manera tan nefasta.

–Con esta, ya son tres las ocasiones en las que ha llevado al cine historias de personajes que están aún vivos. ¿Esto supone una mayor responsabilidad para un cineasta?

–Sin duda, porque detrás hay una persona viva de la que estás hablando. Pero cuando las personas están a favor, colaboran y son tan generosas es muy bonito.

–En estos casos, ¿cómo se construye el personaje?, ¿difiere mucho de la personas en quien se basa?

–Siempre difiere porque tú eliges. Es como la historia. La historia no es objetiva, hay un historiador que elige que anécdotas o que capítulos contamos o resaltamos. Las personas tienen unas vidas de equis años cuando cuentas la historia y tú eliges aquello que va con el tema del que quieres hablar, y siempre eliges, ficcionas y elaboras, pero lo que siempre intentas es respetar el espíritu de lo que hizo esa persona.

–¿Qué peso tienen hoy las historias protagonizadas por mujeres en el cine?

–Cada vez mayor. Desde que en los noventa, un grupo de cineastas creamos una asociación de mujeres cineastas [CIMA] han cambiado mucho las cosas. Primero, hay mucha más presencia femenina, tanto de directoras como de técnicas, que también era muy importante que las hubiera. Segundo, hay más consciencia de que el cine es más diverso si lo contamos entre todos y creo que el público valora que le cuente una historia una mujer porque lo hará siempre desde su perspectiva, desde su experiencia, desde su vivencia. Y luego, las directoras nuevas están haciendo unas películas fantásticas que están ganando premios nacionales e internacionales. Lo suyo sería que no estuviéramos hablando de esto y que fuera algo natural, pero aún no estamos en igualdad numérica.

“La capacidad de interpretación de Luis Tosar es impresionante”

–¿La igualdad de género sigue siendo el gran reto de la industria audiovisual?

–De la sociedad diría yo. Nos faltan directivas, nos faltan políticas, nos faltan científicas... Nos falta que las mujeres estemos en todos los campos en igualdad de salario y de oportunidades.

–Porque sin referentes tampoco hay vocaciones...

–Claro. Por eso el audiovisual es más importante de lo que parece porque presenta modelos. No solo contamos historias, contamos historias de personajes. Si solo las contamos de hombres como ha venido pasando hasta ahora, las mujeres no tendrán referentes.

–¿Las cineastas manejan los mismos presupuestos que sus compañeros varones?

–No. Ahora estamos viendo muchas primeras películas de mujeres y éstas suelen contar con un presupuesto más pequeño. Yo cuando empecé también hice una película más pequeñita porque me sentía más segura en un presupuesto y en una historia que yo sentía que controlaba. Vamos a ver qué sucede después porque no siempre van a trabajar con presupuestos más pequeños. Yo espero que esto también vaya cambiando.

–En la última edición de los Goya el porcentaje de mujeres nominadas ha sido bastante superior al de otras anteriores. ¿Será la dinámica futura?

–Creo que sí. Son muchos años de medidas extras para las películas hechas por mujeres que acuden al fondo del Ministerio de Cultura. Solo son unos puntos extras, pero suficientes para darles una oportunidad porque hay una incercia en dar el trabajo a los que ya están que es muy difícil de romper. Y si no te dejan paso no puedes demostrar lo que puedes hacer.

–Luis Tosar es uno de sus actores fetiche. ¿Qué destacaría del actor gallego?

–Es un maravilloso actor y una bellísima persona con la que es un placer trabajar. Es impresionante la capacidad de interpretación que tiene. Lo que hace en “Maixabel” me parece asombroso: dar verdad a un personaje tan difícil que ha hecho ese camino, que ha matado y que se ha arrepentido.

Icíar Bollaín (tercera derecha), flanqueada, desde la izquierda, por Pablo Cameselle, Paula Cabaleiro, Amaia Mauleón, Ana Mejías, Fon Cortizo y Noemí Chantada.

Icíar Bollaín (tercera derecha), flanqueada, desde la izquierda, por Pablo Cameselle, Paula Cabaleiro, Amaia Mauleón, Ana Mejías, Fon Cortizo y Noemí Chantada. / José Lores

Bollaín cautiva a la ciudad olívica con los secretos de su proceso creativo

Icíar Bollaín ofreció una masterclass en el MARCO de Vigo invitada por Conecta Lab, el laboratorio de creación cinematográfica organizado por la Asociación Galega de Profesionais da Dirección e Realización (CREA) y la Diputación de Pontevedra y con la colaboración de la Vigo Film Office. La clase magistral, que colgó el cartel de completo, versó sobre la construcción de los personajes femeninos en su extensa filmografía, desde “Hola, estás sola?” a “Maixabel” pasando por “Te doy mis ojos” y “También la lluvia”. En la imagen, Icíar Bollaín (tercera derecha), flanqueada, desde la izquierda, por Pablo Cameselle, Paula Cabaleiro, Amaia Mauleón, Ana Mejías, Fon Cortizo y Noemí Chantada. 

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