Vigo, sede olímpica de robótica

El colegio Calasancias y Logonautas se alían para organizar una fase clasificatoria de la World Robot Olympiad, prevista para el próximo 20 de mayo en el centro vigués

Uno de los proyectos del II Reto Robótica Calasancias Vigo.  | // MARTA G. BREA

Uno de los proyectos del II Reto Robótica Calasancias Vigo. | // MARTA G. BREA / M. González

M. González

M. González

El Colegio Plurilingüe Padre Míguez Calasancias ha celebrado con éxito la segunda edición de su reto de robótica, un evento de carácter interno que fue, además, un ensayo general para el gran desafío internacional que acogerán el próximo 20 de mayo, cuando el centro vigués acoja una de las fases clasificatorias de la World Robot Olympiad (WRO), que este año celebrará en Panamá su gran final.

La robótica es una de las firmes apuestas del Colegio Plurilingüe Padre Míguez Calasancias, tal y como asegura su director titular, Luis Segura: “Destacaría ese germen que se ha ido generando en el colegio con un grupo cada vez mayor de niños y niñas que se van contagiando de lo que significa el proyecto”.

“Desde hace unos años Calasancias está haciendo una apuesta firme por la robótica y es una manera de que sus alumnos vean una proyección a ese aprendizaje que están haciendo”, suscribe Guillermo Sanjorge, de Logonautas.

La WRO es una competición de robótica educativa de ámbito internacional que ofrece a los participantes una oportunidad para acercarse de manera lúdica y divertida a la tecnología y la ingeniería. Los retos de esta edición se inspiran, además, en las temáticas de los mercados flotantes, la preservación de la vida submarina e infraestructuras submarinas, una temática que, para Segura, es “muy propia de Vigo, de nuestro contexto”.

El centro pretende con este tipo de propuestas “buscar herramientas que puedan favorecer el desarrollo de la creatividad, esa parte tan importante de la educación a la que a veces no le damos suficiente peso: no se trata solamente de reproducir conocimientos sino que es importante saber usarlos para generar y crear valor”, añade Segura.

Conscientes del auge de las nuevas tecnologías y de las ventajas del pensamiento computacional para el desarrollo lógico de sus alumnos, Calasancias apuesta por la robótica desde edades tempranas: siendo, eso sí, “muy respetuosos con la parte analógica, manipulativa” también, puntualizan. “Cuando conocimos el proyecto de Logonautas pensé que estaba excesivamente restringido a una actividad extraescolar”, apunta el director. Quisieron entonces darle una dimensión mayor a la actividad y nació el Club de Robótica de Calasancias. “Fue creciendo poco a poco y ahora tenemos un número muy numeroso”, celebra Segura. Desde Logonautas también comparten esa “vocación de ir creciendo poco a poco”. En esta primera edición como sede del WRO se trata, según Sanjorge, “de ir cogiendo experiencia y rodándonos para próximas ediciones”.

“El hecho de que haya un elemento externo motivador”, dice Segura sobre el WRO, “también ayuda a que los niños se inscriban”: “Funcionó muy bien con nuestro primer reto interno y pensamos que esto podría extrapolarse a cualquier niño o niña de la ciudad que tuviese interés y ahí es donde apareció la opción de ser sede de las eliminatorias de la WRO. Presentamos la candidatura con Logonautas y salimos elegidos como sede para Pontevedra y Ourense”.

El 20 de mayo será el gran día: el centro acogerá esta fase clasificatoria para la final nacional (organizada por la Fundación educaBOT), que será en La Seu d’Urgell el 16 y 17 de septiembre. Los mejores de esta fase acceden a la final internacional, del 7 al 9 de noviembre.

Los estudiantes, con la orientación de un entrenador, deben construir un robot innovador que supere un reto. Así, aprenden y demuestran su capacidad de resolución de problemas, al tiempo que desarrollan competencias personales. En la fase viguesa habrá tres categorías: RoboBasic, RoboMission-Start y RoboMission-Rookie.

“El hecho de participar y compartir experiencias con alumnos de otros centros, o de otros países, es muy gratificante”, subraya el representante de Logonautas. “Fundacionalmente lo que busca la WRO es que sean capaces de compartir y, entre todos, ver que no son tan diferentes y que trabajan con competencias similares y eso les ayuda a conectar con chicos de otros países y a aprender otros aspectos de su manera de trabajar”, dice Sanjorge.

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