Entrevista | Jorge Vázquez Diseñador

“La gente joven tendrá problemas para montar su marca en unos años”

“Nadie quiere aprender a coser, bordar; puedes ser un gran diseñador, pero si no tienes detrás gente que sepa modelar o cortar la prenda, tu trabajo no vale para nada”, lamenta el creativo gallego

Estilismo de J. Vázquez   | // EFE

Estilismo de J. Vázquez | // EFE / mar mato

Mar Mato

Mar Mato

Jorge Vázquez lleva más de 20 años con su firma y ha regresado a la Mercedes Benz Fashion Week de Madrid y con él una colección de altísima calidad para el próximo otoño-invierno. El diseñador gallego propone abrigos de doble faz con grandes volúmenes, vestidos de calle con siluetas fluidas y trajes de fiesta que nos llevan a palacios de Marrakech, la ciudad que le ha valido la inspiración para esta última colección que, como novedad, en junio ya estará en sus tiendas.

Abrigo de Jorge Vázquez   | // EFE

Abrigo de Jorge Vázquez | // EFE / Efe

–La inspiración ha sido Marrakech, ¿por qué este lugar y no otro?

–Todo lo que iba surgiendo para preparar la colección tenía toques orientales, en azafrán y pistacho, la estampación. Esto último determinó mucho Marrakech. Yo había estado invitado a la reinauguración de La Mamounia allí [hotel de lujo que justo cumple cien años] que estuvo cerrado tiempo para su reforma. Invitaron a un grupo de cinco españoles y yo recordaba ese viaje como algo increíble. Fueron cinco jornadas vestido todo el día de esmoquin. Te preparaban unos eventos maravillosos: el Circo del Sol, José Carreras... Todos los días había actuaciones y cenas de gala. Tenía tanta información de ese viaje que quería plasmarla. Todo se fue enlazando a raíz de la Feria de París, los tejidos y los colores. Reconozco que me encantan las culturas diferentes a la nuestra, la india, la china...

Vestido de J. Vázquez.   | // EFE

Abrigo de J. Vázquez. | // EFE / Efe

–¿Cómo fue su primer viaje a Marruecos?

–Fue un viaje superapetecible pero mucho más pequeño, de un fin de semana. Lo que más me había llamado la atención fue la luz y el color. Yo me fijo mucho en los colores. Para mí son fundamentales las ciudades que desprenden luz, color; esos bazares, alfombras, las paredes de los edificios, de los riads. Me fijo mucho en la arquitectura, en las telas, cómo va vestida la población.

–Llama la atención que para una colección de otoño-invierno apueste por naranja, fucsia, lima...

–Funden muy bien con tostados, visones, negros y colores naturales. Está todo muy bien hilado. Parece que Marrakech debe ser siempre calor, sol, desierto y también hay vida allí en invierno.

–Los bordados tienen mucho peso en la colección.

–Los tenemos en todas las colecciones y en esta hay mucha pedrería con rebordados sobre los estampados con cuentas, cristales y lentejuelas. En el estudio, dicen que soy como una urraca, que me encanta el brillo y reconozco que sí. Es algo que le da un toque a las prendas, te da más luz, es increíble.

Vestido de Jorge Vázquez.   | // EFE

Vestido de Jorge Vázquez. | // EFE / mar mato

–Entre las inspiraciones, citan al arquitecto Bill Willis. Él siempre destacaba la importancia de la imaginación.

–Es prioritaria. Vendemos ilusión. Hasta que la colección no está terminada, aunque se la cuentes a los comerciales no la ven, así que hay que tener mucha imaginación para poder entendernos. Después, tenemos que estar todo el rato pensando qué hacer, cómo reinventarte, cómo recuperar cosas del pasado y hacerlas actuales. Hay que echar imaginación para que esa forma de vida quede real y lo puedas llevar a la calle sin caer en el disfraz.

–Precisamente para no acabar disfrazada o disfrazado, ¿qué pesa más la elegancia o el dinero?

–Yo creo que hay gente que tiene la suerte de nacer con una elegancia innata pero cualquiera de nosotros nos podemos cultivar y aprender. Yo salgo de un pueblo de 13.000 habitantes que se llama Betanzos y he tenido que reinventarme, hacerme a mí mismo. Es algo que siempre me ha preocupado, que mis mujeres se vean elegantes. Yo hago un producto de calidad que busco que perdure en el tiempo. En los patrones, estructura y materiales, esa elegancia perdura, pero no es una cuestión de dinero. Nosotros no ofrecemos un prêt à porter carísimo como las marcas internacionales de lujo. Es más caro, sí, que ciertas superficies. Todo se hace en España o en talleres de cercanía y eso cuenta. Todo eso tiene un coste.

Jorge Vázquez, ayer, tras el desfile.   | // EFE

Jorge Vázquez, ayer, tras el desfile. | // EFE / mar mato

–Entre las inspiraciones, citan al arquitecto Bill Willis. Él siempre destacaba la importancia de la imaginación.

–Es prioritaria. Vendemos ilusión. Hasta que la colección no está terminada, aunque se la cuentes a los comerciales no la ven, así que hay que tener mucha imaginación para poder entendernos. Después, tenemos que estar todo el rato pensando qué hacer, cómo reinventarte, cómo recuperar cosas del pasado y hacerlas actuales. Hay que echar imaginación para que esa forma de vida quede real y lo puedas llevar a la calle sin caer en el disfraz.

–Precisamente para no acabar disfrazada o disfrazado, ¿qué pesa más la elegancia o el dinero?

–Yo creo que hay gente que tiene la suerte de nacer con una elegancia innata pero cualquiera de nosotros nos podemos cultivar y aprender. Yo salgo de un pueblo de 13.000 habitantes que se llama Betanzos y he tenido que reinventarme, hacerme a mí mismo. Es algo que siempre me ha preocupado, que mis mujeres se vean elegantes. Yo hago un producto de calidad que busco que perdure en el tiempo. En los patrones, estructura y materiales, esa elegancia perdura, pero no es una cuestión de dinero. Nosotros no ofrecemos un prêt à porter carísimo como las marcas internacionales de lujo. Es más caro, sí, que ciertas superficies. Todo se hace en España o en talleres de cercanía y eso cuenta. Todo eso tiene un coste.

Diseños de Jorge Vázquez durante el desfile de ayer en Madrid.   | // AGENCIAS

Diseños de Jorge Vázquez durante el desfile de ayer en Madrid. | // AGENCIAS / mar mato

–En su camino vital, ¿qué le aporta felicidad?

–Tengo la gran suerte de dedicarme a lo que me gusta y eso es maravilloso. Me encantaría el respaldo la industria en España que es algo que falla. Aquí solo nos centramos en el prêt à porter asequible cuando en otros países como Francia o Italia se apuesta por un prêt à porter de calidad. Se enseñan los oficios y se cuidan. Aquí por desgracia hubo huida a países donde la mano de obra es mucho más barata y se destruyó mucho la artesanía y puestos de trabajo. Me da mucha pena que en un futuro no haya modistas, patronistas o cortadores. La gente joven en unos años tendrá dificultades para montar su marca. Después, disfruto yendo a mi pueblo, a Betanzos y a mi casa de Portugal. No le pido mucho a la vida.

–También hay crisis con las materias primas como seda o algodón. Este último dentro de unos años será para artículos de lujo...

–Todo se ha visto incrementado al alza, sobre todo la seda. Yo pretendo incluir siempre materiales nobles como el algodón, el lino, la seda, aunque a veces utilicemos viscosa u otros materiales más asequibles. Pero para mí es fundamental la calidad de las prendas. Hoy (por ayer) vamos a hacer una cena en el Ritz con una exposición retrospectiva por los 20 años de mi marca. Serán 30 maniquíes expuestos con vestidos por todos estos años. Veo que estos estilismos están perfectos cuando otros de otras marcas los pones dos veces y ya están destrozados, envejecidos; pero los míos perduran en el tiempo.

–¿Quizás estamos enfocando mal el ecologismo con la moda?

–Ojo porque puedes comprar una prenda orgánica pero después en casa deberías lavarla también con jabones orgánicos. Si lo haces con detergentes químicos ya rompes la cadena de lo orgánico.

Desfile de Jorge Vázquez.

Desfile de Jorge Vázquez. / Chema Moya

–Usted trabajó muchos años en Loewe. Supongo que habrá sido una escuela fantástica.

–Yo he aprendido de todos los sitios en los que he estado. Estuve en Inditex, Antonio Pernas, Loewe... De todas, he sacado algo, he aprendido. Loewe es una marca de lujo en la que tienes todo a tu disposición. Eso para una persona creativa es increíble. Es una maravilla trabajar en algún momento en una firma de lujo.

–Se señala que la gente joven que se está formando ahora lo tiene difícil que antes...

–Sí, yo digo que en el sector de la moda lo tienen más difícil a la hora de montar sus propias marcas o talleres de diseñadores. Nadie quiere aprender a coser, bordar, cortar... Puedes ser un gran diseñador pero si no tienes detrás gente que sepa cortar o modelar una prenda, tu trabajo no vale de nada. En España no se cuida, ni protege ni fomentan los oficios, pero no solo en la moda. Los oficios se están perdiendo. Igual no están lo bien remunerados que deberían o porque la gente tiene otros fines. En Francia, lo fomentan desde las instituciones, aquí no se protege.

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