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Un grupo de vigueses séniors que juegan al pádel.MARTA G. BREA

El envejecimiento como oportunidad

Empresas e instituciones tendrán que adaptar sus productos y servicios a una población cada vez envejecida | La “economía plateada” representa ya el 26% del PIB nacional

Los datos no engañan: el planeta envejece y la pirámide poblacional se invierte. Las tasas de natalidad se han reducido drásticamente –las mujeres del mundo tienen, de promedio, 2,3 hijos– y la ONU prevé que la natalidad mundial siga disminuyendo hasta los 2,1 descendientes por mujer en 2050. Por el contrario, la media de esperanza de vida global será de 77,1 años, cuando ahora no supera los 72.

La suma de estos factores conlleva consecuencias económicas y sociales, también en España, uno de los países con tasas de fecundidad más bajas –1,19 hijos por mujer– y que registra un envejecimiento del 133,5% o, lo que es lo mismo, ya se contabilizan 133 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16. Este cambio de paradigma supone grandes retos, pero no presenta menos oportunidades, asociadas con la participación activa de las generaciones mayores, que tienen más poder adquisitivo que las jóvenes y están libres de cargas económicas; tienen tiempo para hacer lo que les gusta: viajar, vivir nuevas experiencias, hacer deporte, comer bien, divertirse...; y demandan productos y servicios más específicos y personalizados. Así, empresas, instituciones y gobiernos tendrán que adaptarse para dar respuesta a estas nuevas demandas.

Es lo que se conoce como “silver economy” o economía plateada, concepto que incluye todas aquellas actividades económicas, productos y servicios destinados a satisfacer las necesidades de los mayores de 55 años y que aglutina a sectores tan diversos como la salud, la banca, la automoción, la energía, la vivienda, las telecomunicaciones, el ocio y el turismo, entre otros. El geriatra y gerontólogo Andrés Vázquez matiza que la cohorte sénior arranca en los 55 porque es a partir de esa edad cuando comienzan a producirse cambios en la estructura económica, la fuerza laboral y los patrones de consumo del individuo, así como un cambio sociopolítico derivado del peso específico de este colectivo, cambios que se aceleran a partir de los 65.

Para el experto vigués, la economía plateada se presenta como la economía del futuro. “Es un concepto tremendamente positivo que tiene una función determinante y predictora dentro de un proceso tan importante como es el reto social de la transición demográfica, que nadie está atendiendo”, advierte.

"La transición demográfica es un reto que nadie está atendiendo"

Andrés Vázquez . Geriatra, gerontólogo

El envejecimiento como oportunidad

Según el especialista, la economía plateada promueve situaciones novedosas de estudio, procedimiento e intervenciones dentro de este concepto de transición demográfica producida por el envejecimiento demográfico global. Aunque el concepto aparece por primera vez hace más de dos décadas, las distintas crisis económicas, la pandemia del COVID y actualmente la invasión de Ucrania y la crisis energética han hecho que hasta ahora sea poco visible. Sin embargo, muchas instituciones mundiales, entre ellas la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Europea (UE), ya la definen y contemplan su potencial en un mundo que cada vez peina más canas.

Con el fin de recabar información para llevar a cabo políticas comunitarias y apoyar el desarrollo de la economía plateada en el Viejo Continente, la Comisión Europea (CE) encargó un estudio a Technopolis y Oxford Economics que sitúa la economía sénior europea como la tercera más potente del mundo si se clasificara por naciones. Según las predicciones de la CE, en 2025 la contribución de la economía plateada al producto interior bruto alcanzará los 645 billones de euros (el 32% del PIB de la Unión Europea) con un aumento anual del 5% anual. Además, prevé que supondrá más de un tercio de los puestos de trabajo y que creará nuevas profesiones relacionadas con las necesidades y demandas sociosanitarias, de consumo básico, sociales y de tiempo libre de este colectivo.

Una economía pujante

En estos momentos, la actividad económica de los mayores de 55 años residentes en España asciende al 26% del Producto Interior Bruto (PIB) y contribuye a la creación y mantenimiento de 4,4 millones de puestos de trabajo, lo que representa el 22% del empleo del país en 2019. De estos casi 2,5 millones de empleos, cerca de 2 millones son directos.

“Contemplamos el término economía del envejecimiento desde parámetros muy telescópicos y unidireccionales; solo hablamos de pensiones, que están muy denostadas en España. Sin embargo, estamos hablando de posibilidades, de un volumen importantísimo de población, casi el 35%, que va a hacer consumo y a generar necesidades de artículos, productos y servicios, lo que generará PIB y empleo”, afirma Vázquez.

Según el geriatra, es simplista quedarse solo con el dato del desembolso que supone el gasto de las pensiones. “El pago de pensiones es de unos 171.000 millones de euros al año, es decir, el 24% de los 700.000 millones de euros del gasto general del Estado. No es un porcentaje tan disparatado. Además, todo ingreso en pensiones, positivamente grabadas con su IVA, IRPF, etcétera, se va a ir al consumo en productos y servicios, con lo cual está redundando otra vez en beneficio de la sociedad”, argumenta.

Imagen del envejecimiento

Pero para que la economía plateada se desarrolle urge mejorar la visión que la sociedad en general tiene del envejecimiento. “Hay que plantearse sociedades amigables con las personas séniors. No solo es necesario mejorar el sistema sociosanitario y el de pensiones, sino cambiar el paradigma para que se entienda que la economía plateada es el mejor desarrollo de una sociedad que tiene que asumir la transición demográfica por envejecimiento poblacional sí o sí, igual que asume la transición ecología y la tecnológica”, defiende.

En su opinión, con este cambio de paradigma no se está pidiendo nada más que la eliminación del edadismo y empoderar a la población sénior como ciudadanía de pleno derecho porque, recuerda, la discriminación por edad produce malestar y graves problemas de salud en las personas mayores, además de frenar las oportunidades que ofrece la economía plateada. “Diferentes estudios revelan que en los países donde el nivel de edadismo es menor, el desarrollo económico y social a través de la apuesta por la economía plateada es mayor”, sostiene el geriatra, para quien la adaptación a la nueva demanda social es crucial si queremos convertir en una oportunidad el envejecimiento poblacional.

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