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Ana Santos Aramburo Directora de la Biblioteca Nacional de España

“La biblioteca también es un lugar de encuentro para no sentirnos solos”

“Guardamos contenidos de la web; una parte importante de lo que sucede está ahí, si se pierde se perderá información relevante para estudiar el momento actual en el futuro”

Ana Santos Aramburo. David Castro

Las bibliotecas han adquirido una posición cada vez más relevante curiosamente en una época como la actual en la que muchos creen que pueden acceder a cualquier información a través de internet. Ana Santos Aramburo, directora de la Biblioteca Nacional de España (BNE), da fe de ello y sostiene que estos centros de difusión de la cultura siguen jugando un papel fundamental en la sociedad de hoy.

–¿Por qué sigue siendo relevante la biblioteca en una sociedad como la actual, en la que una gran parte de la población reconoce resolver todas sus dudas a través de internet?

–Las bibliotecas tienen una función más amplia que la mera difusión de la cultura. Las bibliotecas siguen siendo instituciones culturales fundamentales para, no solo permitir un acceso libre y democrático al conocimiento, sino colaborar en otros muchos aspectos muy necesarios en la sociedad de hoy, como puede ser la vertebración territorial, la integración, el aprendizaje a lo largo de toda la vida, el fomento de la curiosidad intelectual de las personas, etc. En resumen, son esos lugares maravillosos, milenarios, en los que se conserva la capacidad de creación y de pensamiento de millones de hombres y mujeres, y gracias a esa conservación que allí se produce podemos acceder a ello.

–¿Pero la función de la biblioteca no se no se ha visto de alguna forma afectada por el uso desmedido de internet?

–No solo por internet, sino por la digitalización de las colecciones que ha facilitado un mayor acceso, y por una facilidad que no tiene parangón con lo que antes significaba para poder acceder a ese conocimiento. Y, sobre todo, por poderte descargar y utilizar todo lo que consideres necesario. Pero todo no está en internet. Hay muchísimos títulos de libros y uso de materiales que solo están en las bibliotecas, porque las bibliotecas no solo tienen libros, sino películas, música, mapas, cómics, videojuegos y otros muchos productos culturales que están sujetos a derechos de autor y, por lo tanto, al estar protegidos por la Ley de la Propiedad Intelectual, no pueden estar en internet. Y están en el mercado. Hay que pagarlos y no todo el mundo quizás tenga esa capacidad para poderlo hacer, con lo que la biblioteca sirve también para igualarnos a todos en la posibilidad de acceder a la cultura. Y hay que tener en cuenta, y esto es un fenómeno que se ha agudizado en los últimos años, cuando vivimos recluidos con la pandemia, que estamos necesitando identificarnos con ciertos lugares de encuentro en los que no nos sintamos solos. Es decir, sintamos la compañía del otro. Y en este sentido las bibliotecas son lugares emblemáticos. Y eso ocurre en la zona en la que estén, bien sea un barrio, un municipio pequeño, una ciudad, una universidad, un colegio o un instituto. Donde estén son lugares emblemáticos y a la gente le gusta ir allí para estar ahí, para encontrarse con alguien. No quizás solo para leer, o para llevarse un libro en préstamo, pero sí para acudir a alguna de las múltiples actividades que ahora mismo se están desarrollando en las bibliotecas.

"La biblioteca sirve para igualarnos a todos en nuestra posibilidad de acceder a la cultura"

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–Se dice que, con las redes sociales, estamos más conectados pero más solos que nunca.

–Estamos más conectados, cierto, pero más solos como individuos, como seres humanos, y necesitamos sentirnos parte de una colectividad. Si conseguimos sentirnos parte de una colectividad en un lugar o espacio público en el que cualquier persona se identifica, eso ayuda mucho porque encontrar lugares comunes de identificación con el otro, aunque el otro sea diferente, nos convierte a todos en iguales. Y eso lo fomenta, desde luego, la convivencia en cualquier tipo de colectivo.

–¿Hay algún perfil medio de los visitantes a las bibliotecas?

–Eso depende del tipo de biblioteca y, por lo tanto, del tipo de colección que tengan. En una biblioteca pública se busca sobre todo lectura o algún producto cultural más de entretenimiento. Y en este sentido sí que coincide con lo que es el consumo y la compra en librerías porque se consultan los últimos libros editados, los libros más vendidos, con lo que suele coincidir. Pero, en cambio, en las bibliotecas de investigación, o en las bibliotecas patrimoniales como puede ser la Biblioteca Nacional, no coincide con lo que es el consumo económico, porque lo que hay son ejemplares valiosos, únicos, en muchas ocasiones, a los que acceden investigadores en busca de conocimiento para seguir investigando.

–¿Cómo resumiría el patrimonio cultural depositado en la Biblioteca Nacional?

–Podemos tener la satisfacción de tener en España el mayor repositorio de contenidos en español y que es una referencia a nivel internacional para el hispanismo, para cualquier estudio o trabajo de investigación que se haga en relación con la cultura española. El valor patrimonial de las colecciones es incalculable y el crecimiento, fundamentalmente, a través del depósito legal. Pero también últimamente a través de las donaciones y de las compras cada año, pues anualmente la media de ejemplares que ingresan se puede situar aproximadamente en medio millón. Y a esto tenemos que añadir también que desde hace unos años estamos conservando y guardando los contenidos de la web española, lo que llamamos el depósito legal electrónico, porque somos conscientes de que una parte importante de lo que sucede, y del conocimiento que se crea, en la sociedad, está en internet, y que si eso se pierde, se va a perder una parte importante para poder estudiar en el futuro el momento actual. Con lo cual lo estamos también guardando. Y esto es el reflejo de lo que las diversas culturas ricas de España producen y que se conservan en la Biblioteca Nacional de España pero al servicio de las comunidades autónomas.

–¿Y cuáles han sido los proyectos más recientes?

–Ahora mismo, gracias a los fondos europeos, estamos impulsando un proyecto de digitalización masiva de las colecciones que va a permitir un crecimiento muy significativo tanto de la Biblioteca digital hispánica como de la hemeroteca digital, con millones de accesos y descargas a nivel internacional. Y tenemos previsto un proyecto de mejora de la sede de Recoletos, la que está en el centro de Madrid, porque somos conscientes de que esta institución tan emblemática, su acceso no puede estar restringido a lectores e investigadores, por lo que llevamos años trabajando para abrirla a todos los ciudadanos. Cada vez hay más actividad cultural, más exposiciones, y muchas de ellas las hacemos en colaboración con las comunidades autónomas. Por ejemplo, en los últimos años, hemos hecho la gran exposición sobre Benito Pérez Galdós, que se hizo en la Biblioteca Nacional de España, pero luego viajó a las islas, exactamente igual que la exposición sobre Viera y Clavijo. Estas exposiciones nos permiten ampliar desde Madrid la mirada y enriquecerla sobre personalidades fundamentales de nuestra cultura y facilitar que desde su lugar se pueda seguir aprendiendo y disfrutando con ellos. Este proyecto es una mejora de la sede que va a permitir una mayor apertura e incorporación de nuevos espacios que ahora mismo se infrautilizan. Es un concepto distintos de institución.

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