Lydia Cacho | Periodista

“La sociedad española está ciega y sorda ante la trata de mujeres y niños”

“Muchas chicas ucranianas víctimas de trata han acabado en las garras de los tratantes aquí”, señala la mexicana que destapó una red de abusos en Cancún y se exilió a España

La periodista 
mexicana  
Lydia Cacho.

La periodista mexicana Lydia Cacho. / helena lópez

Helena López

Tras destapar una red que protegía el abuso sexual de niños en Cancún, la mexicana Lydia Cacho fue detenida y torturada. Optó por exiliarse en España, donde sigue luchando por los derechos humanos.

–Habla siempre de la valentía de las niñas y niños que le contaron sus dolorosas historias para poder desmantelar la red. Aquello pasó hace más de una década, ¿les ha seguido la pista? ¿Qué fue de ellos?

–Sí, claro. La mayoría están estupendamente. Una de las niñas que más nos preocupaba es trabajadora social y trabaja con niños y niñas sin privilegios. Otro de los chicos se convirtió en médico. Otra está estudiando para abogado. Sí les sigo la pista. De hecho soy madrina de tres de los bebés que han tenido.

–Cuenta que le ofrecieron un millón de dólares por su silencio. ¿En ningún momento dudó?

–No. Jamás. Sabía que era dinero ensangrentado. Porque además ese dinero me lo estaba enviando un senador superpoderoso que tiene detrás de sí unas historias verdaderamente de terror. Lo que sentí en aquel momento fue un asombro absoluto. ¿Cómo se atreven a traerte este dinero en efectivo, como de película, y encima a decirte que con él podrás salvar a más víctimas?

–Esa impunidad de la que tanto habla. ¿Todo sigue igual?

–México ha cambiado mucho. Está en una crisis tremenda; pero una crisis de violencia que justamente se está mostrando porque se hace muy buen periodismo. El trabajo de las y los periodistas ha logrado sacar todo el fango. Parece un país de bárbaros, pero en realidad es un país de valientes que están sacando a la luz toda esa barbaridad para intentar cambiarla. Y eso me emociona.

–Un país de valientes, sin duda. El segundo más peligroso del mundo para ejercer el oficio. ¿Quién mata a los periodistas en México?

–El 40% de los asesinatos son perpetrados por agentes del Estado: militares, policías, gobernadores o alcaldes que envían a sicarios, obviamente, y que quieren eliminar a periodistas que están evidenciando la corrupción. Otro 40% tiene que ver directamente con la delincuencia organizada que siente que han roto un pacto de silencio que deberíamos tener los periodistas. El resto está relacionado con actos de violencia por parte de empresarios.

–Es una de las periodistas que más ha investigado sobre turismo sexual. ¿Cree que desde países como España hay suficiente conciencia de todo lo que se esconde detrás?

–La sociedad española en general, más allá de pequeños grupos, está muy ciega y sorda frente a la trata de mujeres y niñas y niños en la Península Ibérica. Es un país maravilloso, pero tiene una deuda histórica con las mujeres y con las niñas. Se habla mucho sobre feminismo, sobre derechos de las mujeres, pero hay un problema muy grave con la explotación sexual. Gravísimo. Además, en la medida en la que la policía española actúa, ellos han logrado irse al ciberespacio, donde se hace mucho más compleja no solo la investigación, sino la persecución de los criminales. España es uno de los países de Europa, por detrás de Europa del este, por supuesto, en los que estas mafias más operan. En Ucrania, con la guerra, la situación ha empeorado muchísimo. Muchas de las chicas ucranianas víctimas de trata han terminado en las garras de los tratantes aquí en España. Y hay muchos clientes que están comprando chicas ucranianas aquí en España a partir de esto.

–¿A qué cree que se debe esa falta de conciencia?

–Es un efecto social que ocurre en todo el mundo. Hay una corriente de rebeldía social que ha conseguido calar en la narrativa mediática y emocional, pero no ha logrado los avances necesarios en el ámbito jurídico. Crean leyes y leyes y tienes una cantidad de leyes magníficas, pero sin capacidad operativa. Son leyes que no tienen recursos asignados. No tienes suficientes policías especializados… Hay mucho discurso y leyes sobre el papel, pero en el momento de repartir los recursos, ahí es donde está el gran fallo en España.

–Usted también es crítica con las políticas migratorias que, por un lado, son muy duras con las personas que quieren salir de sus países por la vía legal, pero por otro ponen la alfombra roja a las grandes mafias.

–La migración, el asilo, en general en Europa, se da dependiendo de cuánta plata tienes en la cartera. Por eso hay tantas regiones en España donde hay tanta mafia rusa instalada no como mafia rusa, sino como grandes empresarios de la hostelería, del turismo… ¿Por qué? Porque llegaron con mucha plata, con grandes inversiones e inmediatamente obtuvieron un pasaporte español para poder moverse tranquilamente por Europa y eso evidentemente sucede aquí, en Suiza y en Noruega. Hay una gran discriminación en el tema migratorio. Ningún país quiere recibir a personas pobres, mujeres perseguidas por las violencias criminales. Los países quieren que lleguen personas que puedan invertir, porque vivimos en un mundo capitalista que le ha arrebatado el rostro humano a la migración y tenemos que devolvérselo.

–Para terminar, ¿cómo ve la libertad de expresión en España?

–España es un país que evidentemente tiene libertad de expresión, pero el problema que a mí me gustaría que se pudiera discutir más abiertamente entre colegas, es la autocensura. Yo hablo con algunos amigos periodistas, sobre todo hombres, que me dicen que ellos no quieren arriesgarse, que aquí en España no les matan, pero que desaparecen de los medios. La autocensura juega un rol muy importante.