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Cataluña

Aulas a 40ºC: las familias compran ventiladores por su cuenta para hacer frente al calor

"No nos corresponde a nosotros garantizar las condiciones correctas en las aulas, pero no podemos esperar a que el Departamento reaccione", explica un padre | Educación recomienda ventilar, hidratarse y bajar persianas pero no tiene un plan de climatización a corto plazo

Ventilador comprado por las familias en el colegio La Concepció de Barcelona. MANU MITRU

El curso 2022-23 ha empezado en Cataluña igual que acabó el 2021-22 el pasado junio: con alumnos y profesores desesperados por las elevadas temperaturas -en algunos casos de más de 40ºC, y mayoritariamente superando ampliamente los 30ºC- registradas en las aulas. En junio pasado, los centros intentaron sin éxito que el Departament d'Educació les dejara acabar antes las clases o incluso suspenderlas. Este septiembre, la conselleria ya ha advertido de que esa opción no es posible y ha enviado a las escuelas un protocolo de actuación que consiste, básicamente, en abrir las ventanas, hidratarse y evitar las horas de sol. El Departament no tiene un plan de climatización a corto plazo, como ha admitió la secretaria d'Educació, Patrícia Gomà, en la presentación del curso escolar. Sí hay previsto elaborar un plan de emergencia climática a medio y largo plazo.

Vista la situación, en algunos centros escolares, las familias, con el visto bueno de las direcciones, han tomado cartas en el asunto y se han lanzado a comprar por su cuenta ventiladores para que el ambiente en las aulas de sus hijos sea más soportable, aunque subrayan que poner ventiladores no es la solución y reclaman medidas de más alcance.

Uno de esos centros es la escuela La Concepció, en el Eixample de Barcelona. Ahí, tras ver cómo los niños y niñas salían de clase "chorreando", "como si salieran de la piscina", las familias se activaron. "Pedimos permiso a la dirección y accedieron a que trajéramos ventiladores, preferiblemente de torre. Uno por aula", explica Miquel Díaz, que este martes llevó un ventilador a la clase de P-4 a la que va su hija. Otras familias han hecho lo propio en el resto de aulas. Hasta tal punto se han lanzado que han agotado las existencias de un Opencor de la calle Aragón.

"El primer día entramos a la clase a dejar a los niños y en solo cinco minutos acabamos con las camisas empapadas. La temperatura sobrepasaba los 30ºC a primera hora, y eso que las ventanas estaban abiertas, pero hay un efecto invernadero. El calor era inaguantable", describe Díaz. Fue en ese momento cuando las familias empezaron a darle vueltas. "No nos corresponde a las familias garantizar que las condiciones en las aulas sean las correctas, sino al Departament, pero no podemos esperar a que la conselleria reaccione. Queremos que nuestros hijos y sus profesores trabajen en condiciones óptimas", argumenta este padre.

Teresa Esperabé, de CCOO, subraya que no deberían ser las familias las que actuaran por su cuenta: "Debería ser el Departament el que proporcionara el material necesario y el que garantizara que la temperatura en las aulas esté entre 17ºC y 27ºC".

"Las condiciones no son las adecuadas"

El director de esta escuela de infantil y primaria, Francesc Grau, no puede evitar dar la razón a los padres. "Las condiciones no son las más adecuadas, ni para alumnos ni para profesores". "Intentamos que los niños beban mucha agua, bajar las persianas y buscar la ventilación cruzada, pero no es suficiente", señala. Este docente entiende que la inversión en climatización es costosa porque hay muchos centros educativos en Cataluña, "pero hay que solucionar el problema", reclama.

En el colegio Patronat Domènech, en Gràcia, la situación es similar. "Pasamos mucho calor. No paramos de sudar. La maestra nos ha dicho que podemos traer ventiladores, abanicos y cantimploras de agua. Yo me he comprado un ventilador pequeño para tenerlo sobre la mesa", explica Clara, alumna de sexto de primaria.

El Departament también recomienda que las actividades en el exterior se hagan fuera de las horas de máxima insolación y que se busquen las zonas de sombra. Pero eso no siempre es posible, como relata esta niña: "A la hora del recreo pasamos mucho calor. Solo hay sombra en un tercio del patio, pero no hay sitio para todos". Le dan la razón los profesores, que apuntan que entre el rato de patio, de educación física y de extraescolares de la tarde hay casos en que los niños pasan más de cinco horas al aire libre, expuestos al sol.

En la escuela Auró, el martes batieron récords: 40ºC a las 12.00 horas. La asociación de familias denunciaba que "mientras en los edificios de la Administración la temperatura es de 27ºC, tenemos a niños y profesores en las aulas a más de 40ºC". "Es vergonzoso y aberrante que los profesores y alumnos tengan que estar a 40º de temperatura dentro de las aulas, con un ventilador que apenas notan. Los niños, algunos mareados del calor, se mojaban la cabeza porque no aguantaban más. Empezar antes, sí, pero en condiciones. Denunciamos esta deplorable situación y esperamos se solucione lo antes posible", señalaba una madre, María Teresa Simeón Faura, en una carta a El Periódico de Catalunya.

En la escuela Pompeu Fabra de Vilanova i la Geltrú, el martes superaron los 32ºC. En un centro de Castelldefels, la mitad de las familias de un aula decidieron recoger a sus hijos al mediodía y ya no llevarlos. "Salen sudando. Una hora en el patio o en la 'clase-sauna' no es aceptable", relataba una de las madres.

La situación no es nueva. Los colegios ya acabaron el curso pasado sufriendo. El pasado junio, una treintena de direcciones y de asociaciones de familias de Barcelona reclamaron al Consorci d'Educació medidas "urgentes" para afrontar este problema. Pedían un plan para instalar sistemas de renovación de aire en todas las escuelas, tomar medidas de urgencia en las aulas para establecer sistemas de ventilación adecuados para mantener la temperatura dentro de los límites legales y ampliar las zonas de sombra en los patios. De momento, no ha habido respuesta.

Los sindicatos también llevan tiempo reclamando planes de climatización. "Hay que invertir en aerotermia y en placas fotovoltaicas en los centros educativos", insiste Jesús Martín desde UGT, que insta a Educació a "aprovechar los fondos Next Generation" y a demostrar que tiene "voluntad política". "Hay que actualizar las aulas a la realidad climática del siglo XXI", ha añadido Martín.

En Cataluña, los centros públicos no cuentan con aire acondicionado. Paradójicamente, los centros que están en barracones sí tienen bombas de calor que dan aire frío en verano y caliente en invierno. El Departament ya ha manifestado públicamente que no tiene intención de instalar aparatos de aire acondicionado los porque no es una medida "sostenible".

Desde el Gobierno central, el Ministerio de Educación y FP avanzó el pasado agosto que prepara un plan de "adaptación climatológica" para los centros educativos que estará dotado con más de 200 millones de euros. Este deberá ser acordado junto con las comunidades autónomas, que tienen la competencias en Educación.

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