Tras los cerca de 44 millones de kilos de uva alcanzados el año pasado, la Denominación de Origen Rías Baixas se dispone a volver a hacer historia, ya que aspira a alcanzar los 41,3 millones cuando, en poco más de un mes, arranque la nueva vendimia.
Así lo anunciaba su Consello Regulador, haciendo coincidir esta apreciación con la inauguración de la fiesta grande de su vino estrella, el albariño.
Mientras en Cambados leían el pregón de la Festa do Albariño y daban así el pistoletazo de salida a once días de frenética celebración en torno al que es uno de los blancos más afamados de España, Rías Baixas dejaba claro que, a pesar de la crisis económica, el Brexit, la guerra y otros muchos condicionantes, es una marca que atraviesa un momento dulce y mantiene intactas sus aspiraciones y posibilidades de expansión futura, a nivel nacional e internacional.
De ahí que entre el 1 de enero y el pasado miércoles, el Consello Regulador verificara un total de 19.709.141 litros de vino, lo que supone un incremento del 2,1% con respecto a 2021.
Para abundar en ello, ese mismo órgano daba cuenta de la esperanzadora previsión de vendimia antes aludida, la misma que, sin constituir un récord, será una de sus mejores marcas históricas de este sello.
Así lo atestigua su Órgano de Control y Certificación, que al hacer sus estimaciones se ciñe a la información proporcionada por técnicos de campo de las bodegas y, en consecuencia, a la evolución de la campaña en muchas de las 22.808 parcelas inscritas, en las que trabajan 5.033 viticultores.
114 hectáreas más
Los mismos que nutren a 176 bodegas y explotan las 4.298 hectáreas de superficie amparadas actualmente por este sello de calidad y diferenciación, lo cual supone 114 hectáreas más de terreno que el año anterior.
Rías Baixas se prepara así para una recolección fantástica que es fruto tanto de ese aumento de superficie como del alto índice de brotación experimentado, con una tasa del 87,3%.
Y todo a pesar de que “el caluroso mes de julio, con abundante viento del nordeste y ausencia de precipitaciones, ha alterado el ciclo del viñedo”.
En buena lógica, esto influyó en el desarrollo de la planta, e incluso “podría provocar una producción inferior” a la antes aludida, ya que el informe en el que se basa la estimación fue elaborado por los técnicos a principios de julio, antes de que se registrara la sequía de las últimas semanas.
Sea como fuera, y salvo imprevistos, será una recolección espectacular. El sector saldrá de dudas en septiembre, ya que está previsto que la vendimia arranque en los diez primeros días de ese mes, según el propio Consello.
En definitiva, que Rías Baixas se prepara para seguir creciendo ahora que en sus bodegas quedan alrededor de 5 millones de litros, lo cual “demuestra la buena campaña de ventas que están teniendo los vinos de Rías Baixas en el mercado nacional e internacional”, sentencia el Consello.
