Ana Chillihuani Jara, de 38 años años, natural de Cuzco (Perú), es emprendedora. Está casada y tiene cinco hijos. Trabaja en el sector turístico y es presidenta de la Asociación de Mujeres Emprendedoras de Turismo Comunitario de la Ruta del Ausangate, en los Andes peruanos, un proyecto turístico de desarrollo local sostenible en Perú, que desde 2014 cuenta con el apoyo de la Fundación Taller Solidaridad junto a las ONG Ccaijo y Entreculturas, con financiación de la Xunta.
Acaba de estar, con otras compañeras emprendedoras, en el Salón Turístico de Galicia, celebrado en Silleda. Allí las emprendedoras peruanas dieron a conocer la ruta del Ausangate. Esta iniciativa permite a las mujeres de la zona mejorar su economía y sacar adelante a sus familias. “Trabajo desde mi casa con el turismo cuidando a mis hijos y animales. Es un trabajo que me ayuda mucho para seguir progresando. Soy emprendedora, siempre estoy dispuesta a aprender e iniciar cualquier proyecto. Tengo muchos ánimos y trabajo junto a mi esposo. Las mujeres podemos con todo, solo necesitamos algo de orientación”, expresa Ana Chillihuani. “Los varones a veces nos minimizan, pero las mujeres somos muy responsables, podemos trabajar en cualquier cosa”, añade Chillihuani. Ella decidió montar en su casa un pequeño hotel rural que le permite contribuir a la economía familiar mientras que cuida de su familia y de los animales. Asegura estar “muy contenta” por haber tenido la posibilidad de formarse y haber emprendido este negocio con el que genera sus propios ingresos: un orgullo que intenta transmitir a sus hijos e hijas, que le ayudan en el hotel. “Ellos están orgullosos de mí y yo de ellos”, indica Ana, que en Silleda dio a conocer los secretos y la belleza de la ruta por los Andes peruanos.
Varias facetas
Emprendedoras gallegas, colombianas y peruanas intercambiaron impresiones y conocimiento en Galicia, una visita que se enmarca en el ‘Programa de sensibilización y Educación para la Ciudadanía Global de Tds Enredadas no Cambio’, a favor de la igualdad de género, el trabajo y los medios de vida dignos como camino hacia una reducción de las desigualdades. Juntas fomentan una Red Internacional de Emprendimiento y Solidaridad. Las participantes en este viaje pasaron también por Lugo y Arteixo para hablar de sus experiencias vitales y laborales.
“Las mujeres podemos con todo, solo necesitamos algo de orientación”
Yaneth Huanca Unda, emprendedora de 41 años, madre sola de dos hijos y una hija, es otra de las mujeres de esta expedición. Proviene de una familia de catorce hermanos, humilde y trabajadora. Desde pequeña acompañaba a su madre en el negocio familiar de venta de truchas en la estación de tren de Checacupe, en el recorrido que hacía el tren de Cuzco a Arequipa o a Puno. El tren dejó de funcionar y ella se trasladó a Cuzco para ayudar a su tía con la venta de tamales, donde inició sus primeros pasos en el ámbito de la cocina. Hoy sigue con la venta a domicilio y participa en el Cetpro (Centro de Formación Técnico Productivo) que impulsa el proyecto WasiNazaret. Esto le permite recibir una captación y ampliar su oferta de productos: kekes, chifones, donas, pizza, panes, entre otros pasteles y panes. Poco a poco se está dando a conocer en la comunidad y con la ayuda de su hija está consiguiendo nuevos pedidos. Aquí en Galicia ha podido mostrar y compartir su experiencia. Como María del Carmen Pulgarin Arroyave, de Medellín (Colombia). Con 48 años y madre de dos hijos, María del Carmen tuvo la oportunidad de participar en el proyecto ‘Emprendamos’, que impulsa la Institución San José Obrero de la mano de Taller de Solidaridad. Ocho años de formación le llevó a María del Carmen materializar su sueño: “Sabor artesanal”, un emprendimiento gastronómico que surgió de la idea de su hijo mayor, que ahorró durante tres años para comprarle a su madre un fogón que le permitiera preparar arepas para vender. Un microcrédito ha ayudado a esta colombiana a impulsar su negocio. A crecer y a creer en sus capacidades. Y así lo ha compartido con compañeras.
Cuzco, la región más turística de Perú
La región de Cuzco es la más turística de todo Perú, desde que en 2007 el Machu Picchu fue declarado maravilla del mundo. Este aumento progresivo del turismo, y por lo tanto de los ingresos en la región, no se está reflejando en una mejora de la calidad de vida de los pobladores de la región.
En Cuzco 3 de cada 10 personas viven en situación de pobreza, la ausencia de oportunidades laborales dignas y de planes de desarrollo regionales efectivos, está dando lugar a una vulneración del derecho al trabajo en la región. Las oportunidades de empleo son escasas, sobre todo para las mujeres que no cuentan con las competencias laborales más demandadas, los emprendimientos son poco rentables, pues no generan ingresos suficientes para cubrir las necesidades básicas de las familias, y el apoyo que reciben de las autoridades públicas es insuficiente.
Y en este escenario destacan mujeres como Ana Chillihuani, capaz de llevar su propio hotel en esta zona, cuidar de sus cinco hijos, de los animales y de la tierra.
