“La historia de las mujeres es la historia de un desarraigo metafísico porque está fundado en una profunda carencia de ser, el ser nada”, señaló ayer la escritora y profesora Anna Caballé, Premio Nacional de Historia en 2019. Esta autora participó en la jornada de clausura del II Encontro Nacional sobre Políticas Púbicas de la Escola de Igualdade María Vinyals, organizado por la Deputación de Pontevedra.
En su intervención en el Castillo de Soutomaior, Caballé explicó que las mujeres han sido sometidas a “una doble marginación” que “implica figuradamente una exclusión forzada, la imposiblidad de entrar en, de participar en” la cultura, sociedad, política debido a las imposiciones del patriarcado.
Como ejemplo, recordó que las escritoras románticas no tenían autorización para consultar libros en el Biblioteca Nacional hasta que Carolina Colorado
“El feminismo –reflexionó esta biógrafa referente estatal– nació de un malestar, de un descontento, de una desazón que por la injusticia que contenía llegó a ser insostenible”.
Con el fin de cambiar las cosas en el presente, Anna Caballé –expresidenta de la Asociación Clásicas y Modernas; y presidenta honoraria de la Biography Society– se preguntó: “¿Es posible liberar a la mujer del pasado? ¿A dónde habrían llegado el arte y la cultura de haber podido integrar en el pasado a las mujeres? Imposible saberlo, lo perdido, perdido está. Pero la nueva política feminista, la que debe promover un cambio en el imaginario sociopolítico requiere que nos demos ánimos unas a otras”.
Por ello, abogó por trabajar en una nueva teoría social, política y cultural que sí considere el ser mujer y la integre en el relato cultural verdaderamente inclusivo”.
Para ello, la ensayista reconoció que había que realizar “una revisión de los cánones artísticos y culturales” que impulse hacia un “marco menos depredador y más respetuoso”.
Asimismo subrayó que “las mujeres sostienen las actividades culturales. Asisten a las conferencias, visitan museos, sostienen casi en exclusiva los clubs de lectura, frecuentan las librerías (...). Sin el apoyo tenaz y constante de las mujeres no se sostendría actualmente la industria cultural representada mayoritariamente por los varones, sobre todo en la conformación de las principales instituciones del país”.
Además de Caballé, también intervino, entre otras, en el Foro Victoria Rosell Aguilar, delegada del Gobierno contra la violencia de género. En su intervención, habló de las distintas políticas de igualdad en España. Aunque destacó los grandes avances habidos en los últimos años, reconoció que aún quedan cosas por lograr como facilitar a través de los Registros Civiles –mediante un reglamento– que las hijas e hijos asesinados por sus padres no lleven el apellido del agresor tal y como demandan las madres afectadas. “Esto es tremendo”, explicó con lágrimas en los ojos. “¿Como no hemos pensado en esto antes?”, se preguntaba.
