Galicia vivirá una semana de sol y temperaturas suaves, luego de las últimas y gélidas madrugadas. Se sacude así del frío para entrar en la segunda mitad de enero con cielos despejados y temperaturas máximas más altas de lo normal. Así lo acredita la predicción de la agencia de meteorología MeteoGalicia, que detalla que la influencia anticiclónica –el buen tiempo– se extenderá al menos hasta el martes que viene. Es decir, ocho días.

Las localidades de Ribadumia y Meis sobrepasaron ayer los 18º de temperatura máxima; también Boiro, y Vigo, O Grove, Soutomaior y Marín, los 17º. Temperaturas más primaverales que propias del duro invierno. Pero también se alcanzaron los 16º en municipios del interior gallego como Arzúa y se rozaron los 15º en Ourense, por ejemplo. Y eso, que en las temperaturas mínimas de ayer se llegó a los -5,4º en Calvos de Randín, -4,1º en Xinzo de Limia y -3,2 en Verín.

Lo que viene a partir de mañana se caracteriza por un arranque del día con alguna nube alta y bancos de niebla en el interior, para pasar posteriormente a los cielos despejados. “Las temperaturas mínimas quedarán sin cambios o con ligeros descensos, mientras que las máximas experimentarán un ligero ascenso”, explican desde MeteoGalicia. ¿La razón? La influencia anticiclónica sobre Galicia. “Un anticiclón ubicado en las islas británicas está ejerciendo su efecto en Galicia”, añade Ana Lage.

Las temperaturas máximas seguirán los próximos días por encima de los 15º en todas las capitales gallegas. Eso sí, en el interior aún no se descartan heladas nocturnas. Los cielos estarán despejados en general, con nieblas matinales.

Eso sí, cuando se acerque el fin de semana, Vigo y las Rías Baixas se librarán de un viento que producirá una ligera bajada de temperaturas en el norte, matiza la meteoróloga Ana Lage. “El jueves Galicia continuará en la influencia del anticiclón, con vientos intensos del noreste que traerán un frente que entrará por el litoral norte. Así, en la mitad sur de la Comunidad los cielos permanecerán poco nubosos o despejados, mientras que en la mitad norte predominarán las nubes bajas, con lluvias por la mañana en el tercio norte. El viento soplará del noreste, con intervalos fuertes en el litoral coruñés.

“Por San Blas, una hora más”

Aunque el popular refrán acredita que cuando el calendario alcanza febrero los días han crecido hasta una hora, realmente la luz del día ha ido ganando espacio a la noche desde antes. El día de Reyes marcaría el punto de inflexión. El inicio de esa expansión de las horas de luz, según la meteoróloga de MeteoGalicia, Ana Lage. Se trata de una cuestión más astronómica que climatológica, aclara. Pero cuando las horas de luz se acompañan de sol, la consciencia de que los días se han alargado quizás sea mayor. Y esa es, quizás, una cuestión de psicología más que de astronomía. En todo caso, en los próximos se podrá comprobar. Oficialmente en la web de MeteoGalicia se reseña que la hora de la salida del sol en Vigo son las 9.00 de la mañana y el ocaso, un minuto más temprano de las seis y media (18.29 horas). El sol sale tres minutos antes en Ourense (8.57) y dos más tarde en A Coruña (9.02) y se pone tres minutos antes en Santiago (18.26 horas) y uno en Pontevedra (18.28).

Marta G. Brea

Laguna ‘infinita’ de la Serra do Galleiro

De belleza singular, la laguna de la Serra do Galleiro tiene unas vistas tan espectaculares como desconocidas de la ría de Vigo y se nutre de lluvias y pequeños caudales. Es la cumbre más alta de la ría, pero pocos saben su nombre. No es Lagoa do Fogo, el cráter volcánico de las Azores, ni el de Monte Neme –entre Carballo y Malpica de Bargantiños– que saltó a redes sociales por sus espectaculares aguas turquesas... pero tóxicas.Tampoco se trata del monte Galiñeiro, entre Vigo y Gondomar, sino de su gemelo al norte, el Galleiro. El pico más alto se eleva 748 metros sobre el nivel del mar, 40 más que su hermano geológico. Y esta sierra, que se extiende entre Pazos de Borbén, Ponteareas y Mos,está a poco más de 13 kilómetros de Vigo. Uno de los parajes más cautivadores del Galleiro, su laguna, está cerca de la cima (Couto do Lobo). Y en días despejados la estampa es extraordinaria: el agua parece alcanzar el océano y el cielo al mismo tiempo.