El Gobierno británico podría activar su “plan B” para combatir la pandemia si la presión sobre los servicios sanitarios se vuelve “insostenible” y continúa aumentando el número de hospitalizaciones por el virus, avisó ayer el ministro de Sanidad, Sajid Javid. La estrategia de contingencia del Ejecutivo de Boris Johnson contempla el uso obligatorio de mascarillas en ciertos lugares, la recomendación de teletrabajar y el empleo de “pasaportes covid”.

En declaraciones al canal Sky News, Javid defendió no implementar todavía medidas más estrictas para frenar la propagación del virus al valorar que las vacunas, las dosis de refuerzo y nuevos tratamientos ya están ofreciendo herramientas “muy fuertes” para luchar contra el coronavirus.

Según él, la “gran, gran diferencia” entre ahora y hace justo un año en la situación epidemiológica del país es que la inmunización ofrece una “sólida línea de defensa” frente a la enfermedad.

Javid también dijo que el Gobierno recurriría a ese plan B si la posición del sistema sanitario público –NHS– “se vuelve insostenible”, y atendiendo a factores como “el nivel de hospitalización, las presiones en los servicios de emergencia, las presiones de la fuerza laboral”. En otra entrevista con la BBC, el ministro no descartó la posibilidad de tener que volver a recurrir a un nuevo confinamiento si bien lo consideró improbable debido al efecto de las vacunas.