Por sexta vez consecutiva, la violencia machista acabó con una vida la pasada semana. Un hombre de 31 años, que se arrojó al vacío desde su casa, en el barrio de Las Fuentes de Zaragoza, fue detenido por la Policía Nacional como presunto autor del asesinato de una mujer de 35 años con la que mantenía una relación sentimental.

El crimen supone el culmen a una semana trágica, ya que a cinco mujeres, una de ellas embarazada, así como al hijo de siete años de una de ellas, les arrebataron la vida. El grave repunte motivó que el viernes el Ministerio de Igualdad convocara de urgencia una reunión de los integrantes del pacto de Estado contra la violencia de género, en la que se acordó impulsar un “plan de mejora y modernización de las herramientas y protocolos disponibles”, a la vista de que algunas de las actuaciones están “fallando”, según reconoció la ministra de Igualdad, Irene Montero.

De hecho, el arrestado en Zaragoza, que permanece custodiado en la UCI de un hospital de la capital aragonesa debido a las heridas que sufrió al lanzarse al vacío, tenía una orden de alejamiento en vigor y, pese a que la fallecida había interpuesto varias denuncias contra él por malos tratos, las instituciones no supieron protegerla.

Ante este nuevo crimen, la ministra de Igualdad, Irene Montero,pidió ayer “unidad feminista e institucional frente a la violencia machista”, a través de Twitter.

La Delegación del Gobierno de Aragón está recabando datos para ratificar si se trata o no de un crimen machista. De confirmarse, la cifra de mujeres asesinadas este año ascendería a 14, cuatro menos que en el mismo periodo de 2020, que fue el año con menos fallecidas, 45.