“Es un error pensar que las crisis nos dejan, por su experiencia, un aprendizaje. Lo que nos dejan son cicatrices. Para que una adversidad nos transforme hay que elaborar un plan con lo que nos ha enseñado”, afirmó ayer la psicóloga Patricia Ramírez en la conferencia celebrada en el CLUB FARO DE VIGO, en el auditorio del MARCO. Como ejemlo se remontó al confinamiento, a los meses de aplausos sanitarios y a los comentarios que decían que saldríamos mejores personas de la situación. “No es cierto, la gente ha salido a la calle olvidando todo lo que decía”.

Presentada por la también psicóloga Diana Rodríguez, Ramírez habló al público de su recién publicado libro, “Somos fuerza. Cómo vencer las adversidades” (Grijalbo), una obra cuyo origen se remonta a los consejos diarios que daba online durante el confinamiento y a a la sugerencia de sus editores de recopilarlos en una obra.

Además de para la actual pandemia, su libro -según explicó- sirve para afrontar todo tipo de crisis, entendidas estas como “experiencias que ponen patas arriba nuestra vida -desde una pareja que te deja hasta la pérdida de un empleo o la muerte de un ser querido- y se acompañan de dolor”, manifestó.

Ramírez, conocida en las redes sociales como @patri-piscologa, aconsejó preparar un botiquín emocional para utilizar en la siguiente adversidad, apuntando todo lo que resultó útil en la anterior. “Todos somos resilientes, podemos ser amables, seguros y tenemos fuerza de voluntad; necesitamos tirar de algo para no quedarnos en el camino porque de ahí, de ese propósito sale la fuerza interior”, afirmó, poniendo como ejemplo su experiencia personal al quedarse viuda con una hija de seis días de vida. “Sacarle adelante fue mi propósito para mantener mi motivación”, del mismo modo que el psiquiatra Victor Frankl pasó tres años en campos de concentración nazis con el propósito de conocer a su hijo, pues su mujer estaba embarazada. Al salir y enterarse de que ambos habían muerto, encontró su propósito de vida en ayudar a otras personas a hallar los suyos.

“Estar sentado en un sillón con postura de “dra-que” (de drama y queja” ) es ineficaz y aburrido; está bien para desahogar pero como monotema es dañiño para ti y para la gente que no sabe cómo ayudarte”, explicó, advirtiendo que la adversidad nos va a acompañar a lo largo de nuestras vidas. Partiendo de la base de que “hay situaciones por las que no podemos hacer nada, pero sí podemos decidir la manera en la que las afrontamos”, aconsejó actuar ante una crisis analizando la situación, no tu persona (sin hacerse reproches ni autoculparse) y formularse preguntas como ¿qué ha pasado? , ¿qué puedo solucionar”, ¿cómo?, ¿con quién puedo contar?, ¿qué otros daños colaterales puedo asumir”?.

Para ofrecer otras recomendaciones sobre como afrontar las adversidades, acudió a dos capítulos de su libro, comenzado por la rutina y la importancia de establecerla para que el cerebro trabaje de forma eficaz. “Establecer hábitos te lleva a no pensar, nos hacen la vida más fácil, implican planificar y aportan seguridad”. Sin embargo, las rutinas pueden ser un carga y aconsejó abandonarlas cuando se vuelvan monótonas, produzcan aburrimiento o impidan el crecimiento personal.

Como hábitos que se olvidan durante las crisis y se deben trabajar, citó el autocuidado, las horas de sueño, la meditación, el ejercicio físico y comer sano, prácticas que ponen a funcionar nuestros neurotransmisores, según explicó.

Otro apartado en el que hizo especial hincapié es en el poder de la fuerza interior. “No imaginamos lo fuertes que somos hasta que nos enfrentamos al caos”, afirmó. Y recomendó buscar la fuerza interior en “el fondo de armario”, encarando la crisis desde un estado sereno, no de ansiedad, no tomando decisiones precipitadas, aprendiendo a tener una buena relación consigo mismo, no dejando que otros decidan por nosotros, tirando de creatividad incluso para reinventarnos laboralmente y cerrando carpetas con rencores pasados.

Una apasionada de la comunicación con casi un millón de seguidores en redes sociales

Galardonada en 2017 con el Premio del Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucía Oriental, Patricia Ramírez se confiesa como una apasionada de la comunicación. Tras ejercer como psicóloga deportiva en el club de fútbol Betis, dejó esa ocupación porque le generaban rechazo las publicidades de apuestas en torno a ese deporte y se lanzó de lleno a divulgar aspectos de su profesión en las redes sociales, en las que cuenta con cerca de un millón de seguidores bajo el nombre de Patri Psicóloga. Mantiene una clínica online de cobertura nacional e internacional e imparte talleres por internet. En su afán por llevar al público temas de psicología ha escrito una decena de libros, entre los que destacan “Entrénate para la vida” , “ Así lideras, así compites”, “Educar con serenidad” y Diez maneras de cargarte tu relación de pareja”. Este último da también título a una obra de teatro que estrenó en 2019 y tuvo que cancelar por la pandemia cuando sumaba más de 12.000 espectadores. Retomará las funciones en cuanto no haya límite de aforos ya que se trata de una comedia con cierta psicología social en la que la separación entre asientos evita la risa por contagio entre los espectadores, tal y como ella explica. Pero no ha abandonado los escenarios. El 10 de mayo estrena en Barcelona “La ansiedad no mata pero fatiga” junto al actor cómico Rafa Blanca.