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Miguel Conde-Lobato nn | Presidente fundador de la Fundación Knowcosters

“El consumidor puede cambiar el mundo y, además, ahora está obligado a hacerlo”

Miguel Conde-Lobato. FdV

Miguel Conde-Lobato es el alma mater de la Fundación Knowcosters, que trabaja para que el consumidor tenga todos los datos sobre el producto y los servicios que demanda para que, en función de esto, decida. ¿Cómo? Generando información a través de campañas que generen estados de opinión, como la que prepara ahora, basada en el “Amazon público” anunciado por el alcalde de Vigo, y creando herramientas que aporten información y transparencia: el Triple Marcaje, la Huella Fiscal y la Huella de Empleo, (esta última se presentará este año). “En estos momentos existe una enorme receptividad a nuestro mensaje porque la gente ha visualizado el impacto que tiene consumir de una forma tóxica para el modelo social que pretendemos”, afirma Conde-Lobato, que defiende el poder que tiene el consumidor para cambiar el mundo.

–Ustedes hablan de consumo “informacionista”. ¿Qué es?

–Es ese consumo que aporta información sobre qué hay detrás de un producto o de servicio para que tú, como consumidor, puedas decidir si lo quieres o no. Nosotros no somos partidarios de las restricciones de la libertad de elección. La fundación tiene un lema: “Cuando consumes, votas” y el derecho a votar consumiendo es el derecho a elegir qué consumes. Yo no consumiría nada hecho por empresas que explotan a niños. Pero ¿por qué? Porque tengo ese dato. La clave está en la información. El problema es que la gente desconoce que se esconde detrás de lo que consume.

–¿Cómo hacer llegar esa información al consumidor?

–A través de herramientas que aporten esa información, y estimulando que la gente la demande y que las empresas la den. Ahora no te extraña que en la etiqueta de las galletas ponga la cantidad de grasa saturada que llevan o que en la cajetilla de tabaco ponga que mata. Esto es información y la gente, sabiendo esto, decide si quiere esas gallegas o seguir fumando. Pues igual que en esto, también existen prácticas positivas de consumo para que este sea socialmente menos tóxico. Nosotros no queremos soluciones políticas porque, normalmente, los políticos son máquinas electorales que van a ganar votos. Ya ha habido cambios sin leyes de por medio. Mucha gente ha dejado de consumir productos con aceite de palma porque no es sano y además está matando a los orangutanes. Y ante esto, ¿qué están haciendo muchas marcas? Cambiarlo por otros aceites.

Tenemos el mejor servicio de entrega, Correos, pero está al servicio de Amazon.

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–¿El consumidor no es consciente del poder que tiene?

–Claro que no, pero ese empoderamiento del consumidor tiene que ser de verdad, no puede renunciar a él y que se lo arreglen otros con una ley. Tú decides, según tu criterio, a quién compras. Yo siempre digo: compra donde puedan vivir tus hijos porque si consumes de un sitio donde ni tú ni tu familia podríais trabajar estás alimentando un círculo perverso. Si compramos a empresas que tributan en otros países, si no somos capaces de crear valor, nuestro modelo de estado de bienestar se va al garete.

–¿Podemos cambiar el mundo como consumidores?

–Podemos hacerlo y, además, ahora estamos obligados a hacerlo. El poder del consumidor es enorme, es el que decide. Si ahora los consumidores no compran en Amazon este cierra. No quiero decir que tenga que cerrar, pero sí que tiene que haber un equilibrio. No puedes consumir todo fuera en detrimento de tu entorno.

–Precisamente su próxima acción de divulgación pondrá el foco en las plataformas públicas de venta online para hacer frente al gigante del comercio electrónico como la anunciada por el alcalde de Vigo, Abel Caballero.

–Ciudades como Vigo y Barcelona se han manifestado a favor de lo que algunos llaman “amazon públicos”. Lo que creemos, y de aquí nuestras acciones que saldrán en mayo, es que un “amazon público” no es una página web, sino una infraestructura pública. Por eso, queremos que se liguen esos “amazon públicos” a Correos. Se da la paradoja de que parte de las infraestructuras de Correos está al servicio de Amazon y de que le hace mejor precio a este que a mí si quiero vender un queso desde aquí. Tenemos el mejor servicio de entrega que hay en el mercado para el puerta a puerta, pero en estos momentos uno de sus mejores clientes es Amazon. Esta es la reflexión que queremos provocar y, además, promover que se ponga al servicio del pequeño comercio local porque montar una página web es sencillo. Lo complicado es dotarlo de una infraestructura.

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