La vacuna del coronavirus muestra su eficacia sobre el terreno. Los contagios en las residencias gallegas han caído en picado desde que se completó el proceso de inyección en todos aquellos centros que estaban libres de COVID. En los que había entrado el virus antes tendrán que esperar a que no haya positivos para inocular el antígeno, pero son cada vez menos los casos --125 usuarios y 67 trabajadores, según el último parte--. Esta tendencia va llegando también a la peor de las estadísticas de la pandemia, la de fallecidos: en las dos últimas jornadas no se registra ninguna muerte de residentes. No quiere decir que no las haya habido, puesto que a veces las notificaciones llegan con días de retraso, pero es un dato para la esperanza.

En los últimos 10 días han fallecido por COVID en Galicia 17 personas que vivían en residencias. Son un 12 por ciento del total de decesos en esas fechas, cuando en el global de la pandemia este colectivo supone alrededor de un 40 por ciento de las víctimas mortales.

En todo caso, los últimos datos ofrecidos por el Sergas afianzan la tendencia de reducción en el número de óbitos. En la notificación de esta tarde noche incorpora siete decesos; uno ocurrido el día 16 (lo que eleva a 14 los fallecidos ese día), cinco ayer (sumarían siente) y uno hoy. Si en la comunicación de ayer era Vigo el área más afectada, en la de hoy es la de Santiago la que se lleva la peor parte, con cuatro muertes. En Lugo se registraron dos y la restante en Ferrol. Las víctimas tenían entre 70 y 97 años. El total de muertos alcanza los 2.154, de los 736 perdieron la vida en los meses de enero y febrero.

Los contagiados por COVID-19 en Galicia hoy son menos de la mitad que en el pico de la pandemia. En apenas 20 días, las severas restricciones han logrado doblegar la curva de los casos activos y rebajar la presión en los hospitales, aunque en este segundo caso la desescalada es mucho más lenta.

Sanidade notifica hoy 10.908 (-834) infectados por coronavirus, menos de la mitad de los 22.608 registrados el 31 de enero, día en que se alcanzó el techo de la virulenta tercera ola. Todas las áreas sanitarias contribuyen en el descenso global: A Coruña contabiliza este jueves 3.468 positivos (-208); Vigo, 1.621 (-205); Santiago, 1.351 (-118); Pontevedra, 1.447 (-92); Ourense, 935 (-85); Lugo, 1020 (-66); y Ferrol, 1066 (-60).

Cabe destacar que la demarcación ourensana ha bajado del millar de contagiados, un registro que no se repetía desde el 10 de enero. Por su parte, los distritos lucense y ferrolano bajarán esta marca en las próximas horas.

Alivio en las ucis

Los enfermos críticos han descendido en cuarenta desde el lunes. Un balón de oxígeno para unas ucis que en febrero han vivido el peor momento de toda la pandemia. El Sergas informa hoy de 180 (-7) pacientes graves y 683 (-54) en planta. Hace casi un mes que el total de hospitalizados no bajaba de los 900, con 863 internados.

A Coruña y Cee prosigue a la cabeza en hospitalizaciones con 249 pacientes, de los que 63 están en la UCI. Le sigue a mucha distancia Santiago con 119, 25 de ellos graves; y en tercer puesto se sitúa Ferrol con 117, entre ellos 19 críticos. Vigo ocupa la cuarta posición con 111 ingresados, de los que 23 se hallan en la UCI; tras ella está Ourense con 104, 13 graves; después Pontevedra con 95, 15 en estado crítico; y por último, Lugo con 71 internados, entre ellos 22 en la UCI.

Los contagios diarios, a raya

Por cuarto día consecutivo los nuevos positivos no alcanzan los 400. El balance de datos revela 351 diagnosticados en las últimas 24 horas, de los que 307 se detectaron a través de las 8.013 PCR efectuadas. El total de test realizados desde marzo en la comunidad se eleva hoy a 1.600.810.

Las altas vuelven a propiciar una importante caída de la curva con otros 1.176 recuperados desde ayer. Desde el inicio de la pandemia, 96.641 de las 109.679 personas infectadas con el virus han logrado sobreponerse.