La evolución epidemiológica del COVID-19 preocupa cada día más en Galicia. La rapidez de los contagios, que siguen desbocados, y la presión hospitalaria, que en los últimos siete días se ha disparado un 56% en camas en planta y un 68% en UCI, ha llevado a la Xunta a endurecer las restricciones en vigor para frenar la tercera ola. Un total de 55 municipios, entre los que se encuentran Vigo y Pontevedra se suman al nivel alto de restricciones, a la vez que se aplica el llamado modelo Carballiño a los ayuntamientos de Xinzo de Limia, Viveiro y Arteixo, donde se cierra la hostelería y la actividad no esencial. También se suspende la práctica del deporte federado autonómico y los gimnasios verán nuevas restricciones, especialmente en el uso de vestuarios, según adelantó ayer el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña. Tras definir la situación epidemiológica en Galicia como “preocupante” y “de claro crecimiento”, mostró su confianza en que las medidas adoptadas den resultados, pues “tenemos experiencias previas que lo demostraron”. En total, 116 municipios, entre los que se encuentran las siete grandes ciudades, se suman al nivel de mayor riesgo que afecta ya al 72% de la población gallega y a las nuevas restricciones que entrarán en vigor esta medianoche.

Los 116 municipios afectados por las máximas restricciones están cerrados perimetralmente, por lo que no se puede entrar ni salir de ellos salvo por actividades laborales, sanitarias o de educación. Además, se prohíbe la actividad en el interior de los locales de hostelería y se limita a las terrazas, con un aforo del 50%. “Me preocupa la imagen de las terrazas llenas, la sensación que dan y las transmisiones que pueden ocurrir”, incidió el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña al desgranar las nuevas medidas de lucha contra el coronavirus. “Insisto en que las terrazas al 50% no deben estar llenas, sino con una de cada dos mesas identificadas e inutilizadas, se tiene que poder ver, y la gente tiene que estar con mascarilla y no más de 4 personas”, advirtió. García Comesaña incidió en que la Xunta no se plantea adelantar el cierre de la hostelería, que ahora está fijado a las 18.00 horas, y asegura que si se cumplen las normas “no debería haber problemas”

  • Tasa de positividad al límite

La tasa de positividad en Galicia está en el 10%, en “el límite” de lo tolerable por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que diferencia entre el 10, soportable, y el 5, indicador con el que da por controlada la pandemia, según indicó la directora xeral de Salud Pública de la Xunta, Carmen Durán. Así, la incidencia acumulada en la Comunidad es, a 14 días, de 485 casos por cada cien mil habitantes, y, a 7 días, de 297,6. “Estamos ante un crecimiento importante”, reconoció, si bien destacó que “muy por debajo de la media nacional”.

  • Nuevos cribados

“A día de hoy no vemos estabilización”. Así de contundente se mostró Carmen Durán cuando se le preguntó si la curva de la pandemia se podría estar aplanando en Galicia, dado que el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, manifestó que España está en el pico de la tercera ola de la pandemia. Precisamente para aplanar la curva, se refuerzan los cribados con pruebas de antígenos y PCR.

  • La presión hospitalaria se dispara, pero resiste

La situación asistencial en la Comunidad es motivo de preocupación. Las consultas COVID en Urgencias suben entre el 20 y el 30%, según informó José Flores, el gerente del Sergas. A nivel hospitalario la ocupación de camas se disparó en los últimos siete días un 58% en planta y el 68% en UCI, lejos aún de la ocupación durante la primera ola de la pandemia. No obstante, los responsables sanitarios señalan que no hacen falta hospitales de campaña. “Estamos en fase dos de ocupación, pero esperemos no llegar a la cuatro”. La gran preocupación es la velocidad con que se propagan los contagios, paralela a la ocupación de camas.

  • Si no la paramos, la tercera ola será peor

El doctor Tato Vázquez Lima, miembro del comité clínico de expertos que asesora a la Xunta, advirtió ayer que si no la paramos, la tercera ola será peor que la primera: “Todos sabemos cuáles son las normas. Mantengamos las distancias y extrememos la prudencia. Salgamos juntos”, reclama.

Feijóo advierte que queda “una semana muy dura” y comparecerá en el Parlamento para evaluar la pandemia

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, advirtió ayer de que “nos queda una semana muy dura, especialmente dura” ante el ciclo epidemiológico por el que hay que aguardar para saber si las últimas restricciones adoptadas para contener la propagación del COVID-19 en Galicia tienen el efecto deseado. Con motivo de su visita a San Cibrao das Viñas, en Ourense, el máximo mandatario autonómico manifestó que “si entre todos cumplimos estrictamente” el dictamen de las autoridades sanitarias, “esta ola durará menos” pero, si no es así, “lamentablemente durará más”. Núñez Feijóo rechaza la posibilidad de un confinamiento domiciliario estricto, como plantea el BNG, “desde Santiago” ya que incidió que en otros lugares en los que gobierna piden “hostelería” abierta en la medida de lo posible. El jefe del Ejecutivo gallego sostiene que una reclusión como la vivida en 2020 ha de ser el “último recurso” y apunta que el comité clínico que asesora a la Xunta y que está integrado por “35 profesionales sanitarios” de “epidemiología, de microbiología y de enfermedades infecciosas” sabe algo más que los partidos políticos. El titular de la Xunta comparecerá la semana que viene en el pleno del Parlamento para informar sobre la evolución de la tercera ola de la pandemia de coronavirus en Galicia. Lo hará a petición del BNG, solicitud que respaldó el PSdeG. Además de sobre los datos de contagios y la situación de los hospitales, Feijóo dará cuenta de la campaña de vacunación contra el COVID-19 y también sobre las ayudas del Gobierno gallego a los sectores más afectados.

Nivel extremo en Xinzo, Arteixo y Viveiro, con cierre de actividades no esenciales

Con una incidencia superior a mil casos en los últimos siete días el municipio ourensano de Xinzo de Limia y los coruñeses de Viveiro y Arteixo entran en situación de extrema gravedad y la Xunta les aplica el denominado modelo Carballiño: cierre completo de la hostelería interior y exterior aunque podrán prestar servicio y entregas a domicilio y suspensión de actividades no esenciales, caso de gimnasios, bibliotecas, actividades culturales o locales de juego, así como espectáculos públicos. Los tres municipios superan los 10.000 habitantes y la Xunta no descarta aplicar las mismas restricciones en otros concellos si empeora su situación. “Son medidas extremadamente duras, pero el modelo ya funcionó en O Carballiño y funcionó rápido”, explicó el conselleiro de Sanidade Julio García Comesaña.

Tui, caso excepcional

El municipio pontevedrés de Tui también presenta una incidencia superior a los mil casos por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días, pero no ha sido incluido entre los concellos de extrema gravedad ni se le aplican las duras restricciones que ello conlleva. García Comesaña, tras destacar la “explosividad” que el virus tiene en los tres ayuntamientos afectados, con un rápido crecimiento de las cifras, justifica que no se incluya Tui, con una incidencia de 1.083 casos a 14 días, porque los expertos toman en cuenta distintos factores, entre ellos la población que puede extender el contagio. Comesaña señala que gran parte de la incidencia de este municipio está condicionada por el brote en la residencia de mayores, con usuarios que “no salen y no se relacionan con nadie”. Restando esos contagios, la incidencia en Tui se queda en 556 casos, concluyó.