Las provincias de Lugo y Pontevedra controlan ya el origen y la transmisión de siete de cada diez contagios, lo que a nivel nacional las sitúa entre las de mayor porcentaje de trazabilidad del virus, mientras que A Coruña y Ourense caen casi diez puntos menos. El rastreo de los contagios de COVID-19 y la trazabilidad del coronavirus es uno de los indicadores que Sanidad considera claves para saber si hemos perdido el rastro del virus. Este parámetro mide de cuántos de los casos detectados conocemos el origen y en qué proporción son contacto de otro positivo.
A nivel de Comunidades Autónomas, Galicia con el 69,4% de trazabilidad –la proporción de casos de los que se conoce el origen– supera a Madrid y Cataluña en la identificación de las cadenas de transmisión y por tanto en el control de la pandemia. El informe de la Dirección General de Salud Pública a fecha 17 de diciembre, sitúa en el 5% el porcentaje de positividad en Galicia mediante las pruebas de antígenos o PCR. En este caso la Comunidad está casi al límite, pues lo ideal es estar debajo del 5%. Pontevedra se encuentra al 4,9; Ourense al 6,4; A Coruña en el 5,7 y Lugo es la más baja con el 2,1%.
En cuanto a la presión hospitalaria Galicia se sitúa en los lugares más bajos de la tabla con apenas cuatro camas de cada cien ocupadas en planta por enfermos COVID y siete de cada diez en las UCI. Cifras que en Asturias se disparan al 15 y al 32% respectivamente. La Rioja, en UCI supera ya el 53%. En la comunidad, por provincias es A Coruña la provincia con mayor presión de ocupación de camas.
Miguel Álvarez Deza, jefe de los servicios de Alertas Epidemiológicas de la provincia de Pontevedra coordina un equipo de 14 personas, contando nuevos refuerzos, centrados en el rastreo de los casos nuevos que se detectan. Es un rastreo laborioso con ayuda del Servicio de Medicina Preventiva de Vigo: “Al principio de esta pandemia se hablaba del número R: Cuántos contagios produce cada infectado. En el caso de la gripe un enfermo contagia a otra persona pero en el COVID cada caso contagia a otros tres y así progresivamente. Pero también se ha visto que unas pocas personas, entre un 10 o un 20% contagian al otro 80%. Son los supercontagiadores y surgen generalmente en agrupaciones de gente o clústeres”. Es a esos clústeres a los que les gustaría llegar. y aíslarlos “Nosotros hacemos un rastreo hacia delante. Cuando salta un caso positivo se estudia con quien estuvo esa persona y se tira del hilo. El rastreo hacia atrás es posible manejarlo con pocos casos, pero con más 200 es imposible”, apunta.
El epidemiólogo indica que lo ideal sería investigar los contactos del infectado durante los 14 días anteriores, pero no es posible. Su equipo se reparte los nuevos casos nuevos positivos por comarcas: Pontevedra, Deza, Baixo Miño, Salnés o Vigo.
Cada comarca la llevan dos personas y se ponen a ver caso por caso de los nuevos e intentar enlazarlos con los casos anteriores. Apellidos y números de teléfonos permiten ir enlazando casos. Deza reconoce que al principio resultó difícil y se hizo imposible cuando les metieron los centros escolares:
“Cuando la incidencia es superior a 50 casos por cada 100.000 habitantes, como dijo Merkel, eso es imposible ya rastrearlo”.
