El descenso en la curva de contagios por COVID-19 se ha frenado antes de lo deseado en el área viguesa. Tras alcanzar el pico de incidencia el 6 de noviembre –con 407 nuevos casos en 14 días por cien mil habitantes–, las restricciones empezaron a doblegarla a mediados de noviembre y cogió un ritmo importante a finales de ese mes. En diciembre, aún continúa bajando y la incidencia se ha reducido un 21% en las dos últimas semanas –hasta lo 199 de ayer–. Sin embargo, lo hace a tan poca velocidad que, más bien, parece estar plana. Y la contención del virus se ha parado cuando siete municipios aún están en riesgo extremo –superan los 250 diagnósticos por cien mil habitantes en 14 días– y otros nueve, en el alto –entre 150 y 250–. Son los más grandes. Aglutinan al 94% de la población.

Pero no todo el área ha mejorado en este período. Hay siete municipios que han empeorado sus cifras en las dos últimas semanas y cinco de ellos están, además, en el grupo de los de máximo riesgo por incidencia acumulada, según el semáforo del Ministerio de Sanidad. Son los de Baiona, Redondela, O Porriño, Tomiño y A Cañiza. También suben Cangas y Nigrán, pero poco y se mantienen un peldaño por debajo, en riesgo alto.

Redondela y Baiona son las que presentan la peor evolución, doblando sus cifras. El primero pasó de 115 nuevos positivos por coronavirus en 14 días por cien mil habitantes a 270. El segundo roza los 400, tras crecer un 114%. Es la tasa más alta de todo el área. Le sigue Tomiño, con 385, un 49% más que a principios de mes. La subida en O Porriño es algo menor, de un 37%, hasta 317.

El parámetro de la incidencia acumulada –el que se usa como base para el resto de análisis y el único que la Xunta hace público para poder comparar la evolución de los diferentes municipios– no es demasiado representativo en municipios con menos de 10.000 habitantes. Por ejemplo, A Cañiza, con poco más de 5.000, accedió ya el jueves al máximo nivel de riesgo con solo 13 contagios detectados en dos semanas. Ayer subió a 17 –328 proyectado sobre cien mil habitantes–. Sanidade analiza otros muchos aspectos para establecer las restricciones, como la naturaleza de los brotes y si están controlados.

Gondomar y A Guarda completan el grupo de siete municipios en riesgo extremo, aunque en los dos casos su situación mejora. En el primero, mucho. Cae de 882 a 287 positivos en dos semanas por cien mil habitantes, muy influenciado por la situación de su residencia de mayores, Vila do Conde. En este centro hay ahora 20 usuarios y 5 trabajadores afectados, tras negativizar 20 el jueves y fallecer una de sus residentes ayer en el Chuvi –de 84 años–. La mejora de A Guarda es menor –solo un 5%– y presenta la tercera peor incidencia del área –371–.

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En este grupo de riesgo extremo, solo Redondela y Baiona tienen también restricciones máximas, con reuniones de cuatro convivientes como máximo, clausura del interior de la hostelería, que solo puede abrir hasta las 17 horas, y cierre perimetral. Los otros tres con estas medidas están en el bloque de los nueve municipios con riesgo alto. Son Tui –162–, Moaña –171– y Ponteareas –184–. El primero redujo la incidencia en más de la mitad en las dos últimas semanas y el segundo parece ir por el mismo camino, acercándose incluso al peldaño medio en nivel de riesgo. Los tres están por debajo de la media del área.

Cangas –con 219–, O Rosal –209, Salvaterra –194–, Vigo –182–, Nigrán –170– y Mos –153–, completan el grupo de 9 concellos en riesgo alto. Todos mejoraron su situación en las dos últimas semanas y, a excepción de Salvaterra, tienen restricciones altas, que solo se diferencian de las máximas en que se puede acceder al interior de los bares y restaurantes hasta el 30% de su aforo.

Crecente, As Neves, Mondariz, Pazos de Borbén y Salceda no han tenido más de 150 nuevos contagios por cien mil habitantes en 14 días, pero tampoco menos de 50, por lo que están en riesgo medio. Covelo y Oia, en el bajo –entre 25 y 50–. El Ministerio entiende que por debajo de 25 es el nivel óptimo de la nueva normalidad. Ayer, en el área viguesa, solo alcanzaban esta meta Arbo, Fornelos de Montes y Mondariz Balneario, que no detectaron ningún infectado con el SARS-CoV-2.

Los pacientes con infección activa en el área llevan casi una semana estancados un poco por encima de 1.300 –el jueves eran 1.302– y los ingresos oscilan entre 56 y 66, con alrededor de una quinta parte con necesidad de cuidados críticos.

Atascos en el Meixoeiro

El porcentaje de PCR que resultaron positivas subió el jueves por encima del 5% –el límite que establece la OMS para considerar la expansión del virus controlada por el rastreo–, pero también bajó el número de pruebas. En esta tasa están teniendo mucha influencia los cribados aleatorios a pacientes sin síntomas y sin ser contactos estrechos de ningún positivo. El día que coinciden más test de este tipo, la tasa baja más. Por ejemplo, entre los 8.902 hechos en Moaña –participaron el 73,5% de los usuarios invitados–, solo se destaparon 5 contagios. Ayer, en el Covid Auto Meixoeiro, le tocaban el turno a adscritos al centro de salud de Gondomar. Los atascos en la zona se prolongaron durante tres horas, desde las cuatro hasta las siete de la tarde.