Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sacudida letal del COVID a una familia: mata al matrimonio y a uno de los tres hijos infectados en solo cinco días

Carlos Grande Mayor, enfermo de ELA de 51 años, sucumbió al virus pese a experimentar cierta mejoría | Sus dos hermanos continúan ingresados

El matrimonio fallecido, Ángela Mayor Puente y Miguel Ángel Granda Granda; en el recuadro, su hijo Carlos, fallecido también por COVID

El COVID ha vuelto a cebarse con la familia avilesina Granda-Mayor, que primero perdió a los abuelos –Ángela Mayor Puente y Miguel Ángel Granda Granda– en un intervalo de cinco días y ayer de tarde recibió la trágica noticia de la muerte de uno de los hijos de ese matrimonio, Carlos Granda Mayor, que contaba 51 años. El fallecimiento del tercero de los hijos que había tenido la pareja se produjo en el Hospital Universitario Central de Asturias, donde Carlos Granda se hallaba ingresado desde hacía más de una semana aquejado de COVID.

Otros dos hermanos –son cuatro en total– también había contraído la enfermedad, pero afortunadamente el impacto del virus sobre su salud fue más moderado que en el caso de Carlos Granda, quien padecía desde hace dos años otra enfermedad tanto o más destructiva que el Covid-19: esclerosis lateral amiotrófica, o ELA, una dolencia degenerativa y progresiva del sistema nervioso que afecta las células nerviosas en el cerebro y la médula espinal y causa pérdida del control muscular.

La muerte de la abuela de esta familia que vivió primero en la zona de Jardín de Cantos y en las últimas cuatro décadas en el Polígono de La Magdalena se produjo cuando su hijo Carlos Granda ya estaba ingresado en el HUCA. Un miembro de la propia familia comentó al diario La Nueva España que en ese momento ocultaron el hecho al hijo porque no sabían ni cómo decírselo.

El penúltimo de los cuatro

Aún habría de ser más grave la tragedia, pues a los cinco días falleció el padre. Y ahora el que se va es el penúltimo de los hijos, una muerte que si bien podía ser esperada al juntarse la gravedad de dos enfermedades como la ELA y el covid no estaba en los planes de la familia cuando hace unos días las noticias que recibían de los médicos eran alentadoras: “Evoluciona favorablemente, va mejor”, aseguró hace unos días la esposa de Carlos Granda, Marlen González, ante el interés de este diario por el estado de salud de su marido. Finalmente no pudo ser, el cuerpo de Carlos Granda no resistió tanto sufrimiento.

Sabedora de la preocupación que había en ciertos ámbitos de Avilés por la salud de su marido –Carlos Granda jugó al fútbol en varios equipos comarcales durante más de una década y formó parte de la plantilla del último ascenso del Real Avilés a Segunda División–, fue la propia viuda la que compartió la penosa noticia de la muerte del exfutbolista en uno de los grupos de Whatsapp que tienen los veteranos del equipo blanquiazul. Los receptores del mensaje se quedaron de piedra: “Ya duele, y mucho, perder a Carlos, pero lo que le está pasando a esa familia es terrible. No puede haber consuelo para tanto dolor junto en tan pocos días”, comentó el exfutbolista Toño Velázquez, que coincidió con Carlos Granda –“Grandina” para los aficionados el fútbol– tanto en el Real Avilés como en el Hispano de Castrillón.

La capilla ardiente de Carlos Granda ha quedado instalada en la sala 2 del tanatorio de Avilés. Esta tarde, a las 20.15 horas, se oficiará una celebración de la palabra en la capilla y acto seguido se procederá a su incineración.

Compartir el artículo

stats