La mascarilla se ha convertido en nuestro complemento imprescindible debido a la pandemia de Covid-19. Según el tipo, material y características, cada unidad debe ser utilizada durante unas determinadas horas. Sin embargo, la gran mayoría de los españoles (el 79,8%) ha excedido alguna vez el tiempo de uso recomendado de este elemento de protección a pesar de que el 82% conocía cuándo tenía que recambiarla. Es decir, la han utilizado por encima de su límite generalizado de cuatro horas.
Así lo revela la “Encuesta de Hábitos de protección ante la Covid-19”, dado a conocer ayer por Cofares, cooperativa de distribución de medicamentos y productos sanitarios.
En el mismo, recuerda que es el fabricante el que establece el tiempo de utilización de cada mascarilla. “En términos generales, el Ministerio de Consumo determina que, para garantizar su eficacia y por tanto la protección frente a la Covid-19, las mascarillas deben reemplazarse cada cuatro horas, por cuestiones de comodidad e higiene”, concreta Cofares.
30%
Aún hay gente que no la usa toda la jornada laboral
Casi el 30% de los trrabajadores no usan la mascarilla durante toda la jornada laboral por diversas causas.
80%
Más olvidos en hombres que mujeres
El 79,8% de los españoles ha alargado el uso de la mascarilla más de lo recomendado. El 86% de los hombres tuvo el despiste frente al 73% de mujeres.
67%
Buena adaptación a su utilización
El 67% e los españoles asegura no haber tenido ningún problema en adaptarse al uso de la mascarilla. La generación Z (18-25 años) es la que lo lleva mejor (74%)
El doctor Jesús Sueiro, portavoz de la Asociación Galega de Medicina Comunitaria, asegura que no le sorprende “en absoluto” que casi el 80% de los españoles aumente el tiempo útil de la mascarilla. “En algunas, se ve que tienen una pátina de tiempo”, comenta con humor para criticar también que a día de hoy “mucha gente la lleve sin estar bien colocada o la porte tocándola constantemente con la mano, sacándola, poniéndola, ajustándola”. “Tocándolas así pierden su eficacia”, advierte.
“Es tan importante el uso como el buen uso de la mascarilla para que siga siendo un mecanismo de defensa y no se convierta en uno de ataque"
“La mascarilla pierde su capacidad de filtración con la humedad, con el vaho exhalado al respirar o hablar, dejando de ser útil y llegando a empeorar lesiones dermatológicas que tiene mucha gente como el acné rosácea si no se recambia”.
El vocal gallego de la Academia Española de Dermatología Juan García Gavín constata que “desde que ponemos mascarilla, estamos viendo un incremento en la consulta muy importante de casos de acné en la población y pacientes que ya lo tenían están empeorando. Esto es debido a varias cuestiones, entre ellas, el que la gente utilice la mascarilla más tiempo del debido”.
El dermatólogo con consulta en Vigo añade que otras razones por las que aflora más el acné ahora con la mascarilla es porque esta, en la zona donde contacta, provoca un fenómeno de irritación que produce una “dificultad añadida a la hora de eliminar el sebo del folículo”. A mayores, en las áreas donde no contacta directamente con la piel, “fomenta un incremento de la humedad y temperatura” , explica Gavín, que acaba favoreciendo la producción de sebo pero también la retención del mismo.
El especialista vigués recuerda que se están haciendo estudios y ya hay evidencia de que el uso prolongado de la mascarilla, acaba colonizada por determinado tipo de bacterias que ayudan a incrementar la carga bacteriana de la piel.
“Si nos colocamos una mascarilla que ha sido utilizada, ya tiene flora bacteriana en su superficie, automáticamente la estamos transmitiendo a la piel”
Por ello recomienda cambiar la mascarilla sin exceder el uso recomendado, lavar la cara tras quitarla y aplicar un producto que favorezca la renovación natural de la piel. “Es muy importante cambiarlas y, en el caso de las higiénicas, lavarlas para controlar la flora bacteriana de la mascarilla”.
CUIDADO CON EL ‘TIC’ DE TOCAR LA PROTECCIÓN CONTINUAMENTE
La sustitución de la mascarilla tras un uso de cuatro horas es una de las recomendaciones del Ministerio de Sanidad en su web. Pero en ella, también propone otros consejos como antes de poner una mascarilla hay que lavarse bien las manos con agua y jabón o con una solución hidroalcohólica y evitar tocar la mascarilla con las manos mientras se lleva puesta.
A este respecto, el doctor Jesús Sueiro, portavoz de la Asociación Galega de Medicina Comunitaria, critica que a día de hoy una parte de la población siga sin llevar correctamente la mascarilla.
“La llevan con la nariz por fuera, eso no tiene sentido. Después, veo mucha gente que parece un tic al estar manipulando la mascarilla continuamente con las manos. Eso no es adecuado porque el virus se transmite también por las manos”, señala Sueiro.
Fuera humedad
Prosiguiendo con las recomendaciones del Ministerio, también se recuerda desechar la mascarilla cuando esté húmeda y evitar reutilizar las mascarillas de un solo uso. Las mascarillas quirúrgicas son de un solo uso.
Además, se plantea que la gente se quite la mascarilla por la parte de atrás, “sin tocar la parte frontal ni la parte interior que está en contacto con la cara, desecharla en un cubo cerrado y lavarse las manos con agua y jabón o con una solución con base alcohólica”.
Por último, indica Sanidad que la distancia de seguridad y el lavado de manos con agua y jabón o soluciones hidroalcohólicas son de enorme importancia.
