-¿Cómo ve lo de dar el curso que viene lo que no se dio ahora?
-Como no eliminen carga lectiva, va a ser un caos. Aunque tampoco es tan preocupante porque, a excepción de 2º de Bachillerato, la carga lectiva año tras año en casi todas las materias es casi la misma. De hecho, para mí es un problema porque es demasiado repetitiva. Hacen lo mismo: ecuaciones de segundo grado en 6º de Primaria y en 1º, 2º o 3º de ESO. Al ser tan repetitivo no va a ser tan caótico, pero sí, eliminaría carga lectiva y la primera evaluación la utilizaría para repasar lo indispensable para poder seguir avanzando.
-Dice que los docentes deben ponerse las pilas con la digitalización. ¿Cómo debería ser?
-Para mí está ahí para sumar. Hay que matizar: la enseñanza on line no es solo hacer vídeos; exige unos contenidos detrás, una teoría, ejercicios resueltos para practicar, un seguimiento que permita saber si el alumno está aprovechando lo que está aprendiendo. Hay muchos profesores que se han apuntado a la educación on line ahora en la crisis y lo único que han hecho, entre comillas, es mandar a sus alumnos ciertos vídeos y ejercicios. Eso no es educación on line; debe ir mucho más allá: hay que intentar presencializarla lo más posible y eso es complicado. Debe haber un acompañamiento emocional en el proceso. Pero no creo que el futuro pase exclusivamente por la educación on line, sino que es un apoyo. Lo ideal sería una mezcla. Siempre digo que los vídeos y lo que hacemos están para sumar. No hay ordenador ni videoconferencia ni vídeo de youtube que pueda sustituir lo que hace un profesor en clase.
-¿Es optimista sobre el futuro?
-Soy optimista compulsivo. Espero que las personas que deciden cualquier cambio educativo empiecen a contar un poco más con los profesores en el proceso porque, si no, me da la sensación de que vamos a estar parcheando una vez tras otra y no se van a tomar medidas realmente de impacto. Espero que sean capaces de mirar no solo a corto, sino a largo plazo, y aprovechen esta crisis para cambiar el sistema educativo tal y como está planteado, que no tenía sentido antes y no lo tiene ahora. Pero espero que no sea tratar de parchearlo. Soy optimista, pero las noticias estos días cada vez me hacen serlo menos.
