La madre que presuntamente ahogó el pasado lunes a su hija de diez años en la bañera de la casa familiar le dio antes 80 pastillas de antidepresivos, y esperó a que estuviese dormida para sumergirla en el agua. Así consta en el auto de prisión del Juzgado de Instrucción 1 de Girona, que ayer decretó prisión provisional comunicada y sin fianza para la presunta parricida, acusada de un delito de asesinato.