La siria afincada en Francia Maram al-Masri reconocía en la mañana de ayer que encontrarse con un poeta gallego era para ella como toparse con alguien "de Marte". Su realidad árabe y parisina distaba años luz de este noroeste atlántico. Sin embargo, el Festival Internacional de Poesía Poemaria ha obrado el milagro. Creadoras como Olga Novo o Cristina Sánchez-Andrade recitaron ayer con ella en el Instituto Camoes de Vigo. Es el inicio del periplo por Galicia de una grande de las letras francesas y árabes que el lunes para en A Coruña en Poetas Di(n) Versos con Baldo Ramos e invitada por Yolanda Castaño; y el martes, en Allariz.

-¿Por qué ama la poesía?

-Ella me da la razón, no la razón para vivir, sino algo que me hace salir de lo ordinario, que me da la importancia de difundir mi pensamiento. Le da importancia a la vida al llenar mi vida de gente, de poemas, de viajes, de alumnos, de premios...

- ¿Usted recuerda el primer poema que escribió?

-Sí, lo recuerdo bien. Me pidieron escribir un poema, cualquier cosa. Yo era una excelente estudiante y la profesora me pidió leer algo ante el alumnado. Yendo de mi casa a la de mi abuela, me pasó algo y salió un pequeño poema. Era muy rimado, muy clásico. Después, me enamoré y ese amor me obligó a diferenciarme, como a querer mostrar que había hecho en mí algo maravilloso.En mi cabeza, todas las mujeres son bellas pero no todas son poetas. Era un amor difícil (uno era de familia musulmana, el otro de familia cristiana).

- ¿Cree que la poesía sirve para limpiar el alma?

-Una vez, estaba delante de unos niños en una escuela de siete u ocho años. Leí mis poemas. Les pregunté cómo pensaban que eran los poetas. A un niño, le pregunté si le gustaría que su madre lo fuese. Él dijo que no. Le pregunté qué hacía ella entonces. Unas gotas de sudor le bajaban por la cara. Respondió: "ama de casa". Sentí que estaba incómodo ante sus compañeros de clase y le dije: "Yo también. Yo soy una ama de casa. Yo limpio el mundo; abro sus ventanas, dejo que le entre el sol; que le entre la luz, quito el polvo".

- ¡Qué bello! Camoes era el poeta fingidor , aparentaba en sus versos sentir sentimientos que no experimentaba. Usted tiene una poesía muy realista. ¿Para usted la poesía ante todo debe ser realidad?

-Yo escribo sobre lo real y sobre lo que yo experimento. Incluso lo imaginario, para mí, es real. Imagino cosas que ya vi, pero no cosas que no haya vivido. Yo soy una poeta de los sentimientos, de lo real. Todos mis libros son etapas de mi vida.

- Tengo la impresión que es difícil tener libertad hoy en día.

-¿Para Siria o para las mujeres?

- Para todo el mundo y Siria.

-Incluso muertos, pienso que no somos libres. Para mí, la libertad absoluta no existe porque hay gente a la que no le queremos hacer mal. La gente libre es la que no tienen miedo de hacer daño (herir) a los demás. Y yo sí tengo ese miedo. Yo creo en la libertad responsable.

- ¿Qué le cuenta su familia de Siria sobre la situación en el país?

-La situación es muy difícil. Tratan de sobrevivir. Siria ess la tragedia más importante del siglo XXI. Es increíble. La guerra ha causado la muerte de casi un millón de inocentes, el exilio de 12 millones de personas. Hay gente que lo ha perdido todo; niños desaparecidos... Es un crimen. La Siria está dividida por un plan entre americanos, turcos y rusos.

- En Francia, las cosas también se han complicado con Macron.

-Sí, los problemas sociales son enormes. La reforma de la jubilación es injusta; no hay un conflicto de clases sino una guerra. Yo voté por Macron, teníamos esperanza de que fuera honesto, creímos en su fuerza, en su inteligencia; pero para él la economía es más importante que los humanos. Y ahora hay más pobreza.