Cruz Roja Española en Vigo trabajará con más de ocho entidades para repartir alimentos a más de 2.176 personas, dentro de la segunda fase del Programa 2019 de Ayuda Alimentaria de Cruz Roja Española, a través del cual se distribuirán durante el próximo mes 53.139 kilos de alimentos entre personas de todo el país. Este programa, cofinanciado en un 85% por el Fondo de Ayuda Europea para las Personas más Desfavorecidas (FEAD) y en un 15% por el presupuesto nacional, incluye la distribución total de más de 96 millones de kilos de alimentos.

La distribución de los alimentos la llevan a cabo Cruz Roja Española y la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), un 50% cada organización. Desde los centros de almacenamiento de las dos organizaciones se distribuirá a más de 5.500 organizaciones asociadas de reparto, que los harán llegar a las personas más desfavorecidas, de manera que éstas puedan preparar fácilmente una comida completa para una persona o para una familia con varios miembros, incluidos bebés.

Los alimentos son de carácter básico, poco perecederos, de fácil transporte y almacenamiento. En la “cesta de alimentos” de este año se han hecho actualizaciones y se han incorporado algunas novedades. Los alimentos que se entregarán son: garbanzos cocidos, pasta alimenticia espagueti, macedonia de verduras en conserva, pera y macedonia de frutas en conserva, atún y sardinas en conservas, conserva de cerdo (magro), batidos de chocolate, arroz blanco, leche UHT, tomate frito, galletas, tarritos infantiles de fruta y de pollo, y aceite de oliva.

Se trata de alimentos especialmente nutritivos, que van a contribuir a satisfacer las necesidades de personas adultas y, de manera especial, de los menores. Esta cesta ha sido elaborada con la colaboración de la Federación de Bancos de Alimentos, Cruz Roja y de expertos en nutrición de los ministerios.

Según un estudio de

Cruz Roja Española y la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), las dos entidades seleccionadas por el FEGA (Fondo Español de Garantía Agraria) como Organizaciones Asociadas de Distribución, el 90,2% de las personas beneficiarias del programa vivía en situación de pobreza extrema y el 52,4% estaba en paro de larga duración. Un dato destacable fue que entre la población atendida se encontraban personas que estaban trabajando en ese momento.

Además, el 71% de las personas beneficiarias del programa fueron mujeres, en 3 de cada 4 hogares había niños y niñas menores de 15 años y en el 16% de los hogares había personas con discapacidad. La población atendida presentaba problemáticas en múltiples ámbitos: escasez de ingresos, desempleo, problemas de vivienda, de salud, entre otros.

Estos datos mostraban que las personas y familias beneficiarias del Programa FEAD presentaban condiciones socioeconómicas y ocupacionales extremadamente precarias: el 36% llevaba entre 3 y 5 años o más en el programa, lo que apunta un claro riesgo de cronificación de las situaciones de pobreza y carencia material.