El inicio del curso escolar es una vorágine in crescendo para las editoriales que deben adecuar sus libros de texto a los currículos que cada autonomía especifica para cada materia. El resultado es que, para este curso, en toda España se han puesto a la venta 51.528 títulos para la comunidad educativa. El dato fue facilitado ayer por la Asociación Nacional de Libros de Enseñanza (Anele) que cargó su escopeta verbal para denunciar los "mecanismos bastardos" que usan las autonomías para que los libros de texto "digan lo que ellos quieren y no lo que la ciencia dice".

El presidente de Anele, José Moyano, se preguntó -en declaraciones recogidas por EFE- "¿por qué la alimentación saludable está en el currículo de Murcia y no en el de La Rioja? o ¿por qué en unos sitios unos conceptos tienen que estar en la unidad dos y en otros en la seis o incluso darse en un curso distinto?".

Para los editores de libros de texto, estas diferencias "acrecientan la brecha de desigualdad de los alumnos entre comunidades" porque "el acceso de los alumnos a contenidos actualizados, innovadores y de calidad está cada vez más condicionado por las decisiones políticas y varía notablemente de unas comunidades a otras".

Añaden que "la dispersión de las políticas educativas", con 450 textos normativos (leyes, decretos y órdenes) desemboca (...) en que "los currículos de las diversas comunidades autónomas tienen cada vez menos elementos comunes entre sí".

Para Anele, "estas diferencias dificultan notablemente la edición escolar que se ve obligada a dividir y multiplicar su oferta, con ediciones cada vez más limitadas al territorio y el consiguiente encarecimiento de los costes".

Desde Galicia, el editor de Edicións Xerais, Fran Alonso, mostraba su opinión al respecto incluyendo matices. "Os currículos responden á diversidade. O que non ten sentido é poñer barreiras ó coñecemento. A educación é unha riqueza enorme. Se poñemos barreiras e facemos que un neno galego non saiba quen é Rosalía ou Xelmírez estamos limitando o seu coñecemento", señaló a preguntas de este diario.

No obstante, reconoció que las verdades no son universales y que quizás, sí se podrían homologar los currículos en ciertas materias. "Habería que ver en que casos. Se cadra, hai cousas que se poden unificar pero hai outras que non, porque responden a realidades distintas e coñecementos propios. Nalgúns casos, a homologación pode ser máis factible que en outros", agregó el escritor y director de Xerais.