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El plumero que más se ve en Galicia

La expansión de la planta invasora y difícil de desterrar afecta a hábitats de Red Natura - Un proyecto para frenarla del que la Xunta es socio cofinaciador llegará hasta 2022

El plumero que más se ve en Galicia

Desde las medianas y los taludes de la autopista que 'vertebra' Galicia, la AP-9, a las dunas de la playa de Valdoviño próximas a Ferrol, pasando por diversas riberas fluviales, polígonos industriales, tejados de fincas rurales... Allí donde recala el plumero de la pampa, una planta declarada invasora, se hace fuerte. Puede desplazar -y de hecho, lo hace- a especies autóctonas amenazadas, además de aumentar las alergias respiratorias entre la población. Su gran producción de polen trae de cabeza a los alérgicos de las poblaciones cercanas: esta gramínea produce un gran número de semillas (hasta 10 millones por pie) que son dispersadas por el viento en un radio de más de 25 kilómetros. Pero también se dispersan por el agua o a través de los vehículos que atraviesan las vías de circulación donde se distribuye. Las miradas acechan cuando aumentan las alergias. También, porque su altitud llega a afear paisajísticamente.

En su día se plantó como ornamental, también en medianas de la autopista y en rotondas del Cantábrico. Pero, a pesar de que ya ha sido declarada como invasora desde 2013, su expansión es difícil de frenar. Aunque se corte, no se seca. Y tiene muchas posibilidades de renacer o volver a enraizarse a pesar de haber sido arrancada. "Se indican herbicidas como el glifosato, con el que desbrozan en las autopistas, porque es muy efectivo pero peligroso por la vía acuática, además de que puede matar otras especies", aseguró un miembro de la Asociación ecologista Adega.

Según constata la Xunta, prácticamente el plumero es omnipresente en la costa gallega. "Se observan naturalizaciones puntuales en diferentes lugares del trazado de la autopista [AP-9] creciendo a partir de estas zonas en matorrales o sotobosques próximos, así como en hábitats costeros, arenales o márgenes de zonas húmedas", aseguran. De hecho, la Xunta participa como socio cofundador, en el "Proyecto LIFE+ Stop Cortaderia. Medidas urgentes para controlar a expansión do plumeiro da Pampa no Arco Atlántico", que se extenderá hasta 2022.

Pero al gran poder reproductivo de la planta se une el daño que provoca en los hábitats gallegos: "La colonización por esta especie provoca el desplazamiento de la vegetación autóctona con la consiguiente pérdida de biodiversidad", asegura la Consellería de Medio Ambiente en el informe "A xestión dunha invasión biolóxica en Galicia: Cortaderia selloana". "Debido a su naturalización y expansión incontrolada, esta planta comienza a originar graves problemas de conservación en ciertos lugares de la red Gallega de Espacios Naturales, como nos LIC Costa Ártabra (comenzando a ocupar el sistema dunar de Valvoviño) o Embalse de Abegondo-Cecebre, en el norte de la provincia de A Coruña".

Pero entre las zonas afectadas por la expansión indiscriminada están también complejos dunares en Pontevedra y zonas como A Lanzada, según aseguran expertos, pendientes de más detalles sobre el próximo Plan de Acción.

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