Su cometido, durante los próximos dos años, será defender ante las instituciones europeas -sobre todo ante la Comisión Europea (CE)- políticas que garanticen la accesibilidad de todos los ciudadanos a los medicamentos y los productos sanitarios.

- Los últimos datos de la Agencia Española del Medicamento cifran en más de medio millar los fármacos con problemas de suministro en las boticas. ¿Hay riesgo de que algún paciente se quede sin sus medicinas?

-El desabastecimiento es un problema que preocupa mucho a los profesionales del sector. No obstante, queremos trasladar un mensaje de tranquilidad a la población, e insistir en que no hay motivos para la alarma. Ningún enfermo se va a quedar sin medicinas para tratar sus dolencias. Afortunadamente, tenemos un buen sistema sanitario, y gracias a la encomiable labor de los profesionales de las oficinas de farmacia, disponemos de alternativas para las moléculas desabastecidas: medicamentos de sustitución, elaboración de fórmulas magistrales... Ni las farmacias ni la distribución son responsables de los casos de desabastecimiento que se están produciendo. Aún así, todos los agentes implicados debemos trabajar de manera coordinada para tratar de buscar un solución.

- ¿Cuáles son las principales causas de ese desabastecimiento?

-Las dificultades en el abastecimiento de medicamentos responden a un problema global, en el que concurren multitud de factores. La concentración de la fabricación de principios activos y de producto terminado -en países asiáticos, como China o la India, donde a las grandes farmacéuticas les sale más rentable producir- que dificulta la necesaria flexibilidad para responder a picos inesperados de demanda y aumenta el impacto en caso de que se registren incidencias en algunas de las plantas de elaboración, es una de las causas principales, al igual que el bajo precio de los medicamentos que desincentiva su comercialización.

- ¿El acopio de medicamentos por parte del Reino Unido ante el 'Brexit' también influye?

-Por supuesto. La alta probabilidad de que se registren problemas arancelarios ha provocado una provisión importantísima de fármacos por parte del sistema británico de salud. Este es, sin embargo, un problema puntual, que se podría prolongar durante un par de años, no más. La concentración de la fabricación de principios activos y producto terminado y el bajo precio de los medicamentos son factores sobre los que es necesario actuar. Hay que hacer un sistema sostenible.

- ¿Qué soluciones plantean desde el sector?

-Políticas de precio de los medicamentos que sean sostenibles. Hay que regular con criterio. Si la elaboración de un principio activo se concentra en una, dos o a lo sumo tres fábricas en el continente asiático, cuando se registre cualquier incidencia que limite la producción, las compañías farmacéuticas van a vender su stock a quien se lo pague a mejor precio. Esto es una realidad. En un mercado global, donde existen problemas para encontrar algunos fármacos, se prioriza a los países que pagan más por los medicamentos. Y España no es uno de ellos.

- ¿Las administraciones han tomado alguna medida ante la actual situación?

-En los últimos meses se han dado algunos pasos. El Gobierno aprobó recientemente un decreto por el cual retiró de los precios de referencia a los denominados "medicamentos esenciales", los que no son sustituibles. Y hace unas semanas la Agencia Española del Medicamento convocó una reunión con todos los agentes implicados para abordar, precisamente, este tema. No nos podemos quedar con los brazos cruzados si queremos tener un sistema sostenible. El actual sistema está ocasionando en algunos casos una erosión en el precio que pone en riesgo la viabilidad comercial de algunos productos. Hay medicamentos que cuestan menos que un café, e incluso menos que unchicle.

- ¿Cómo están viviendo las oficinas de farmacia esta situación?

-Con preocupación, como todo el sector. Las oficinas de farmacia son el eslabón de la cadena más próximo a los ciudadanos, y están trabajando duro para que los problemas de suministro afecten lo menos posible a los usuarios.

- Junto con el desabastecimiento, otro de los grandes retos a los que se enfrenta en la actualidad el sector es la competencia de gigantes de la distribución 'online' como Amazon. Aunque en España no está permitida la distribución de medicamentos si no hay una farmacia detrás, estas compañías sí pueden vender productos de parafarmacia?

-Así es. La próxima revolución de la farmacia es digital, esto es una realidad a la que no podemos dar la espalda. Plantar cara a gigantes como Amazon no va a ser fácil.