Davide Morana (Sicilia, 1993) reside en Murcia desde hace tres años, donde estudiaba Paisajismo y Medio Rural y trabajaba como camarero hasta que la meningitis se cruzó en su camino. Este joven italiano, amputado de las cuatro extremidades por la sepsis meningocócica que padeció en enero de 2018, es el embajador nacional de la Asociación Española contra la Meningitis, cuya delegada en Galicia es Cristina Regojo.

"Yo vengo de un país donde no se vacunaba a los niños de meningitis. En 2017 se introdujo la vacuna de la cepa C en el calendario obligatorio. Si yo tuve esta enfermedad fue porque no estaba vacunado. Muchas veces me pregunto qué hubiera pasado si las personas de mi entorno, mi novia, sus padres, mis amigos, tampoco lo hubieran estado. Quizá, alguna epidemia", afirma en un castellano perfecto.

Asegura que para él fue un alivio la amputación porque sus extremidades se habían necrosado y no se sentía dueño de su cuerpo. "Sabía que estaban muertas y cada día con ellas era agobiante. Cuando comenzaron las amputaciones fui feliz. Fue una liberación ver que en vez de un brazo tenía un muñón", recuerda. El joven italiano tuvo que ser intervenido otras cinco veces para recibir trasplantes de piel en las zonas que se pudieron salvar de la amputación. En total, nueve operaciones.

A pesar de esta experiencia, Morana continúa siendo una persona positiva. El lema del cartel del encuentro de Vigo, "Arriba la vida", es suya. Era la frase que repetía mientras estuvo ingresado en la UCI. "Estoy feliz porque estoy sobreviví, porque sigo vivo. Ahora tengo cuatro muñones y tengo que aprovecharlos al máximo", dice.

Amante del deporte, se entrena en atletismo con la idea de participar en las olimpiadas representando a España, para lo que espera poder obtener la doble nacionalidad.