Los miedos... y el miedo al fracaso, también, salieron a colación a la hora de hablar de la educación de los más pequeños. "Damos demasiada importancia al fracaso", valoró Belén Piñeiro, ilustrándolo con un ejemplo gráfico: "ya marcamos en rojo los fallos en los exámenes". "No hay nadie que haya aprendido a caminar sin caerse", reflexionó ante las preguntas de muchos asistentes a la conferencia, como el también formador Manel Rives.

La existencia de sistemas educativos en Europa que se adaptan al alumno -y no el alumno al modelo educativo- también quedó en el aire.

¿Por qué nos cuesta tanto gestionar las emociones? "Porque a nosotros no nos enseñaron nunca", sentenció Belén Piñeiro. "Llevaba varios años trabajando en el campo de la inteligencia emocional y me di cuenta de que los profesores no tenían herramientas para abordar este aspecto. Se quedan con las caretas de hoy me siento contento, hoy me siento triste... ", explicó.

Aún así, la visión de Piñeiro acerca del futuro es optimista. Canarias implantará en breve la "empatía" como asignatura en su proyecto educativo y cada vez más colegios, también vigueses, lo llevan a las actividades extraescolares. La autora de libros como "Educar las emociones en la primera infancia" y "Educando niños felices" persigue la meta de aprender "a despertar el entusiasmo", no solo entre docentes sino también entre tutores y familiares de niños. "Es normal que desobedezcan a veces; me preocupan más los que obedecen todo el tiempo", bromeó. "Hace unos años yo explicaba que me estaba formando con Elsa Punset y poca gente sabía de qué o de quién hablaba. Ahora es distinto.", confesó.