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Nuevo análisis sobre los fármacos que reducen el colesterol

El uso o el abuso de las estatinas

Un estudio afirma que se prescriben demasiado -Especialistas gallegos abogan por la responsabilidad y subrayan sus beneficios en la reducción de infartos e ictus

El uso o el abuso de las estatinas

Las estatinas, fármacos para reducir el colesterol, han demostrado beneficios sustanciales en la reducción del riesgo de ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares en pacientes en riesgo. De hecho, se calcula que evitan cerca de 80.000 infartos e ictus cada año. Por ello, se prescriben a muchos pacientes sanos mayores de 40 años que no han sufrido un accidente cardiovascular pero que tienen riesgo de sufrirlo. Sin embargo, los más críticos sostienen que las guías oficiales médicas han ido ampliando los requisitos para su prescripción -se han reducido los niveles mínimos de colesterol y se ha rebajado el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular-, por lo que se están prescribiendo a muchos pacientes que no las necesitan, lo que consideran contraproducente dados sus posibles efectos secundarios, entre estos, dolor muscular y alteraciones hepáticas.

Un nuevo análisis de la Universidad de Zúrich sobre los riesgos y beneficios de las estatinas en prevención primaria publicado este mes en la revista "Annals of Internal Medicine" concluye que el límite a partir del cual los beneficios de tomarlas compensan sus potenciales efectos secundarios es muy superior al propuesto por las guías oficiales y que si se limitasen los requisitos, los pacientes para quienes estarían recomendadas pasarían del 40 al 20%.

"Es un estudio interesante por cuanto es el primero que se realiza enfrentando el beneficio-riesgo de las estatinas en prevención primaria y que nos habla del umbral de riesgo a partir del cual es esperable obtener un beneficio neto. No obstante, tiene como limitación que no utiliza los escores de riesgo habituales recomendados por la sociedad Europea de Cardiología que marcan su indicación y por tanto es necesario 'adaptar' dichos hallazgos en cuanto al umbral para la indicación de la estatina", afirma Marisol Bravo, cardióloga de la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Centro Hospitalario Universitario de Vigo (CHUVI).

La doctora Bravo opina que hay una "persecución" o "demonización" de las estatinas. "Es algo parecido a lo que pasa con las vacunas y que no entiendo. Las estatinas no son para todos como si fueran agua de beber, por coste y porque tienen efectos secundarios, como cualquier fármaco. Pero en Medicina, tienes siempre que sopesar beneficio-riesgo, y el beneficio neto tiene que ser mayor que los posibles efectos secundarios. Como todos los fármacos, hay que emplearlas con sentido común", explica.

La cardióloga recuerda que la evidencia científica constata que en los casos de pacientes que han sufrido un evento cardiovascular, las estatinas reducen la mortalidad en un 36%, además de reducir reingresos y nuevos infartos. "En estos pacientes, ¿cómo no vas a asumir la posibilidad de un 5 o un 10% de que te aparezcan dolores musculares?", se pregunta. Otro contexto diferente es el de la prevención primaria, es decir, en pacientes que no han tenido un evento cardiovascular. "Aquí hay que individualizar y sopesar el beneficio-riesgo. Hay pacientes que sin haber sufrido un evento tienen un elevadísimo riesgo porque tienen la tensión alta, fuman, su colesterol está muy lejos del objetivo... en los que el beneficio-riesgo va a favor de indicársela", añade.

José Gil Longo, profesor de Farmacología de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) no cree que en España se prescriban en exceso estos compuestos. "Puede que haya pacientes que estén tomando estatinas sin que entren en los criterios para los que están recomendadas, pero no me parece que, en caso de ocurrir, sea algo generalizado. Y también puede darse la otra situación: que haya pacientes que se beneficiarían tomándolas pero que no lo hacen por no estar adecuadamente valorados", explica. En su opinión, elevar el riesgo mínimo de sufrir un accidente cardiovascular para prescribir estatinas como apunta el estudio de Zúrich reduciría, efectivamente, el porcentaje de personas que toman este fármaco, aunque también conllevaría evitar menos infartos e ictus. "Este estudio completa el cuerpo de información que hay sobre el tema, no es la verdad absoluta. Lo que se busca es evitar muertes por infarto o por ictus. Yo soy más partidario de prescribirlas cuando el paciente presenta un riesgo de morir por un problema cardiovascular en los próximos 10 años cercano al 10% o superior, tal y como indican las guías", afirma.

Francisco Javier García Soidán, médico de Atención Primaria, sostiene que si bien en los casos de pacientes que han sufrido un evento cardiovascular o en alto riesgo, las evidencias científicas son rotundas, cuando se trata de pacientes cuyo principal factor de riesgo es tener el colesterol muy elevado -por encima de los 300 mg/dl.- surge la polémica. "En estos casos, el beneficio es muy pequeño y la duda es si compensa o no tomarlas. Yo soy partidario de no darlas si el beneficio es pequeño", explica el médico.

Marisol Bravo - Cardióloga

"Con las estatinas hay una especie de demonización, como con las vacunas"

José Gil - Farmacología

"Yo soy partidario de prescribir estos fármacos tal y como indican las guías"

F. Javier G. Soidán - Médico a. primaria

"En los casos en que el beneficio es muy pequeño, yo prefiero no darlas"

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