"Es necesario un paso adelante de la sociedad; que los ciudadanos demanden y exijan la conservación del patrimonio, si queremos que pase a nuestros hijos y no se pierda. No podemos esperar que el Estado o la Iglesia solucionen todos los problemas", aseguró el profesor de Historia del Arte, director de Románico y miembro de la junta directiva de Amigos del Románico, Augusto Guedes de Castro ayer en un debate en Club FARO sobre "Sociedad y Patrimonio: visiones para su futuro". De hecho, al final de su conferencia, el experto llegó a proponer un "observatorio" para la vigilancia de los monumentos a lo largo de la geografía gallega.

El experto interpeló a la ciudadanía para involucrarse en la tarea de preservación de bienes culturales ante la "demotanasia" de la población del interior de Galicia, como se conoce científicamente la desaparición de población. Se refirió también a la penosa situación del monasterio románico de Albeos en Crecente, al de Carboeiro en Silleda, a la iglesia de Bembrive -sometida a la acción del tráfico- o a la fallida intervención sobre el puente de Mañufe en Gondomar, entre otros como la antigua abadía de Covelo, que está actualmente en los jardines de Mondariz. El asociacionismo es otra de las vías para trabajar en la preservación patrimonial a las que aludió Guedes de Castro; también a rutas, "ya sea de Románico, de molinos, petroglifos...", defendió.

Coincidió en ese llamamiento social con la doctoranda de Estudios Medievales en la Universidad de Santiago, Alicia Padín Buceta y miembro de la directiva de la misma asociación, que ejemplificó con el modelo desarrollado por la ruta del padre Sarmiento por la comarca de O Salnés. La historiadora defendió caminos y rutas que permiten que el patrimonio sea sostenible y dan interesantes beneficios económicos a la comunidad en la que se asienta.

La ruta del padre Sarmiento por el Salnés, puesta en marcha hace solo tres años y que convive con el Camiño Portugués a Santiago -ya que se intersectan en algunos puntos- obtuvo resultados, según Padín. Esta alternativa, más cultural y menos espiritual, desgranó la experta, supone un recorrido de cinco días por los municipios de la comarca. "La ruta sigue fiel por el camino que realizó el padre Sarmiento para llegar a Santiago, pero invita a pararse y a conocer más los lugares", explicó Padín, que ve en esta ruta una buena iniciativa para la 'desestacionalización' del turismo de lugares como Sanxenxo. "Es un filón turístico a lo largo de todo el año, para que el patrimonio sea sostenible". De hecho, Padín insistió en la importancia de la tríada de turismo, patrimonio y economía.

Diapositivas sobre la evolución demográfica en las parroquias gallegas en los últimos quince años sirvieron para ilustrar por qué las aldeas periféricas decrecen y "se mueren". En las gráficas se mostraron (con datos de la FEMP) hasta treinta municipios gallegos que persisten con menos de mil habitantes, de los que más de una veintena están en Ourense. Guedes de Castro también aludió a la Lista Roja del Patrimonio, que confecciona la asociación Hispania Nostra, y en la que aparecen catalogados hasta 23 monumentos gallegos. En estos momentos de fuerte éxodo rural y pérdida poblacional, empieza a ser necesario lograr un patrimonio sostenible y atractivo, argumentó el profesor de Historia del Arte. "Para ello es necesario partir de la conocida relación: conocer, divulgar y conservar. Conozcamos nuestro Patrimonio, divulguémoslo y lo conservaremos", explicó Guedes de Castro, en relación a que la sociedad tampoco puede amar lo que no conoce. "Esa rueda es fundamental", defendió. Luego mostró revistas que edita la Asociación; alguna de las cuales ha referencia "el triste álbum de la desaparición", en relación a bienes expoliados.

Otra de las preguntas que se plantearon en el debate, de una forma más indirecta, aludió a ¿cuáles serían los bienes a salvaguardar? El arquitecto, experto en Patrimonio Industrial y también miembro de la junta directiva de Amigos del Románico, Daniel Fernández García aludió a la importancia de ese legado (ferroviario, naval, de minería y metalurgia, agroalimentario o energético) como "expresión cultural de nuestro tiempo", pero avanzó que no todo está inventariado, con el riesgo de pérdida que eso supone. Tras referenciar varios casos reales sucedidos en Asturias, su lugar natal, aludió a la Panificadora de Vigo, como "una joya", que tiene un valor cultural enorme en la memoria de la ciudad, aunque se asienta sobre un "terreno céntrico y muy goloso".