La proteína p53 es una de las moléculas que aporta las claves del funcionamiento del metabolismo y tras el estudio de su influencia en el desarrollo del cáncer, un grupo de investigadores adscritos a la Universidad de Santiago de Compostela han descubierto que también juega un papel fundamental en la obesidad. El estudio está liderado por el científico vigués Rubén Nogueiras Pozo, profesor de Fisiología y Farmacología de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) que acaba de recibir una beca Leonardo de la Fundación BBVA con la que continuará estudiando el papel de la p53, esta vez en la síntesis de la glucosa, siguiendo en la línea de investigación pionera que está realizando su equipo. De hecho,el laboratorio ya publicó otro trabajo con la misma proteína que se centró en el hígado, otro más en el tejido adiposo pardo y ahora su papel en la obesidad.

El estudio que determina la relación de esta proteína con el cáncer y la obesidad concluyó en 2012 tras seis años de trabajo y acaba de ser publicado ahora en la prestigiosa revista científica "Nature Communications", que desvela el papel que podría jugar esta proteína en la lucha contra el sobrepeso.

"Podría ser la diana terapéutica contra la obesidad pero hay que tomar los resultados con calma. Esto solo es experimentación, hay que hacer luego un estudio clínico y todo ese proceso", explicó Mar Quiñones, que forma parte del equipo de Nogueiras y que también se centrará en su nueva investigación en el papel de la p53 en la diabetes.

"Somos proteínas andantes. En toda ruta metabólica siempre hay una proteína que es clave, y precisamente en nuestros estudios tratamos de encontrar las que median en todos los procesos. Eso es lo difícil, proteínas hay muchas pero nuestro trabajo es hallar las que definen un mecanismo", señala Quiñones, integrante del Grupo de metabolismo molecular en el CIMUS (Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas) de Santiago que dirige Nogueiras.

En concreto, la p53 protege el desarrollo del cáncer y lo que han descubierto los investigadores ahora es que también "protege la obesidad". "Se ha demostrado que en pacientes obesos hay más tendencia a que tengan diferentes tipos de cáncer y lo que hemos descubierto nosotros es que esta proteína que siempre estaba protegiendo el cáncer también protege la obesidad, por lo tanto a través de esta proteína el cáncer y la obesidad están conectados", añadió la doctora. Para estudiarlo, el grupo rabajó con ratones obesos a los que se le inhibió esta proteína en una región específica del cerebro que es la que controla el gasto energético. Al suprimirla, los ratones engordaron más mientras que al activarla comenzaron a disminuir de peso. "Empezaron a tener más actividad locomotora, disminuyeron la ingesta, se movían más y activaron el tejido adiposo pardo que es la mejor diana clínica ahora mismo para conseguir que el tejido graso se active y queme grasas", añadió Quiñones.

Por ello, considera que los resultados de este trabajo realizado en colaboración con prestigiosos investigadores nacionales e internacionales "podrían tener una relevancia importante, ya que indican que proteínas que tienen un papel clave en la formación o supresión de tumores también pueden participar en el desarrollo de la obesidad. Existen resultados que indican que una persona obesa tiene más posibilidades de desarrollar ciertos tipos de cáncer, y por tanto, dos enfermedades que parecen tan lejanas como el cáncer y la obesidad tienen mecanismos moleculares en común".