La jornada del martes 7 de agosto de 2018 será un día difícil de olvidar en para los gestores de los aeropuertos en Alemania después de que se activasen las alertas terroristas en dos terminales del país separadas más de 500 kilómetros entre sí. La primera en la terminal de Frankfurt, después de que un viajero se adentrase sin permiso en la zona de seguridad, y la segunda en el aeropuerto de Berlín Schönefeld, dónde se dispararon las alertas después de que en el control de rayos X confundieran un vibrador con un artefacto explosivo.

Los hechos ocurrieron en la terminal D del aeropuerto cuando un joven que atravesaba el control de seguridad colocó su equipaje en el rutinario examen al que se somete el equipaje de mano en el escáner que permite a la seguridad ver el interior de las maletas. Algo se torció en el protocolo cuando el agente que comprobaba la pantallas pidió al joven que se identificara y lo apuntó con un arma.

"Cuando llegué, estaban evacuando el aeropuerto", explica el medio RT RTque recoge el texto publicado por el protagonista del suceso en las redes sociales. "Me acerqué a un oficial de policía y le dije que tenía que revisar mi equipaje. Me preguntó mi nombre y me pidió mi pasaporte. Entonces se comunicó por radio y fue cuando varios policías armados me rodearon apuntándome con armas automáticas".

Retenido y trasladado a un espacio separado de la terminal principal, ya cerrada, un grupo de artificieros se trasladaron hasta el aeropuerto de Berlín Schönefeld para revisar el sospechoso equipaje. "Después de 60 minutos de tensión", explica el propietario de la maleta con el vibrador, "el artificiero volvió con una sonrisa en la boca. La granada de mano era en realidad un vibrador que mi novia y yo habíamos comprado dos semanas antes".

El curioso incidente, que mantuvo el aeropuerto cerrado durante una hora, ha quedado recogido en la cuenta del aeropuerto berlinés en Twitter, en la que ha tenido que aclarar el malentendido: