"Estudiad un poco la historia. Hubo otras épocas en que los católicos eran más atrevidos y probaban cosas. Experimentaban maneras concretas de organizar la sociedad, la empresa y la economía. Hoy no. Hoy parece que solo hay un lenguaje al que todos dicen amén, amén, amén; cuando debería haber una mayor subjetividad de la sociedad, colaborando unos con otros". El convite al gran cambio fue lanzado ayer en CLUB FARO por el obispo misionero en Solimões, Brasil, que ofreció su conferencia "Los misioneros, al servicio de la humanidad".Su charla fue seguida por una sala llena en la que se encontraban el delegado de la Xunta en Vigo, López Chaves; el obispo de Tui-Vigo, Luis Quinteiro, entre otros.

El religioso católico añadió que "la caridad debe ser más entrenada con cosas muy visibles. Manos Unidas y Cáritas nos están ayudando en esta línea". También tuvo palabras para realizar una radiografía del sistema político, animando a todos a echar una mano para mejorarlo. "La política hoy en día está en crisis porque en los grupos intermedios no se practica. No se hacen talleres de cómo gestionar la ciudadanía. Así es difícil que tengamos políticos que vengan a resolver o ayudar las cosas. Necesitamos práctica para evitar lo que estamos denunciando y, sobre todo, mostrar con obras el anuncio. Por eso, tenemos que ser atrevidos y acercarnos más y, sobre todo, ser creativos y experimentar", señaló el misionero gallego.

"Eso es lo que intentamos allí (en Brasil) con las comunidades", agregó advertir de que el trabajo es "arduo" y "largo" el camino. "Ahora bien, los procesos hay que comenzarlos. Deben ser comenzados, si no, no se camina", agregó este obispo que plantea "evangelizar con alegría, siempre" puntualizando que esa "alegría depende de ti. En estos 24 años, aprendí que nadie recoge lo que siembra; otro lo recoge. Tenemos que preocuparnos de sembrar".

Con esta metáfora hizo alusión a la necesidad de mostrar ejemplos y evangelizar, además de aportar granitos de arena en la mejora de la comunidad, tanto en el campo educativo, sanitario como económico, ya que el bien comunitario es el fin de acercar la liturgia a la gente.

Adolfo Zon Pereira fue presentado en CLUB FARO ayer por el sacerdote Alberto Cuevas, quien explicó en la presentación que la diócesis actual de Zon le fue encomendada por el Papa Francisco. También ofreció datos de la región del Alto Solimões señalando que se ubica en la parte oeste del estado del Amazonas, en la frontera con Colombia y Perú. Esta nació como prefectura apostólica en el año 1911, pero hubo que esperar hasta 1992 para verla elevada a diócesis. Su territorio es muy extenso, unos 131.000 lo que equivale "a unas cuatro galicias y media", apuntó. No obstante, solo la habitan. 216.000 habitantes, de las que el 33% son indígenas pertenecientes a 11 etnias. El 58% de los habitantes son católicos. Para toda esta población, hay siete sacerdotes.

Respecto a los problemas principales con los que se encuentra el misionero Zon Pereira -de origen ourensano- allí figuran la necesidad de formar catequistas para que la lectura de la palabra cristiana se expanda. No obstante, entre los principales desafíos figura mejorar la educación, ya que la básica "deja mucho que desear". No obstante, tienen tres universidades.

En su diócesis, ha trabajado por mejorar la educación general básica, a pesar de que es "papel del Estado", según lamentó: "pero el Estado de Manaus no quiere saber mucho del interior. En el área de la salud, hay un batallón del ejército y tienen un hospital militar bien montado".

No obstante, hay una problemática social más difícil de combatir que resulta sangrante: los tráficos de personas, de mujeres y niños, para la explotación sexual, para tráfico de órganos, sin olvidar tampoco el tráfico de drogas así como de otros bienes.

Mención especial hizo sobre la alta tasa de suicidios de jóvenes. "Un problema grave que no sabemos cómo enfrentar es el suicidio de adolescentes y jóvenes, por expectativas de vida que se hacen y no pueden alcanzar", apuntó.

No obstante, indicó que está "poniendo en marcha algunas estrategias" que le salen del "corazón". Entre ellas, marcar más la presencia de la misión religiosa "entre estas personas. Estoy convencido de que la misión cristiana se inicia con la presencia", la proximidad.