En la presentación de la Festa dos callos de Porriño, el pasado martes, Lola Domínguez "A Manisca", pregonera de esta edición, exclamaba que los callos de la villa del Louro "son los mejores". La jornada de ayer sirvió para corroborar su sentencia, y es que las más de 25.000 raciones que se sirvieron entre los miles de comensales asistentes al evento así lo atestiguan.

Marcelino Coto, concejal de Comercio, aseguró que, un año más, se habían "batido todos los récords". A las 13.45 horas constataba que las terrazas seguían a tope y que los establecimientos estaban copados, sin un sitio libre.

Pese a que la fiesta se celebró con muy buen tiempo y la consumición de los callos suele ser más común en días de frío, las mesas de los bares y restaurantes estuvieron toda la mañana ocupadas por gente tanto de Porriño como de otras localidades gallegas. Comentaba Josefa, una vecina de Mos, que "los callos de Porriño son una maravilla". "A mí no me importa el tiempo, si algo me gusta lo como siempre".

La actual Festa dos Callos de Porriño se celebra en cada uno de los restaurantes participantes y por lo tanto resulta complicado cuantificar con exactitud las raciones que se sirven. Para ello se cuentan las cazuelas de barro fabricadas para la ocasión.

En algunos establecimientos, la multitud de gente que acudió en demanda de este manjar sobrepasó las expectativas de los hosteleros. Es el caso de la cocinera del bar Saspi, Macu Moreno, que sobre las 13.30 horas contaba: "Es una locura, se nos han agotado las raciones y tengo que volver a preparar más, por lo que ha venido gente a ayudarme". En el Saspi sirven solamente callos veganos, sustituyendo las tripas de vaca y cerdo por tofu y tempéh. Algunos curiosos quisieron comprobar si la receta de Macu está a la altura de los callos tradicionales, como un matrimonio de Mos: "No somos veganos ni vegetarianos, pero queríamos saber qué gusto tenían, y la verdad es que sí que les hacen justicia a los otros".

El responsable del bar Celtiña explicaba mientras servía a su clientela sin descanso que este año habían superado las expectativas, "ha venido mucha más gente que en la vez anterior".

La jornada sirvió para poner broche y guinda a las Festas do Cristo, y estuvo amenizada por las charangas "Cantos somos" y "Anchoa", que recorrieron la calle central del municipio.