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Interactuar "on-line" alarga la vida

Un estudio vincula la actividad en Facebook con la longevidad - Especialistas gallegos afirman que las relaciones sociales son saludables si son una continuación de las reales

Iñaki Osorio

Interactuar "on-line", es decir, subir fotos, actualizar el estado, enviar mensajes o darle al "pulgar" de Facebook, está asociado a una mayor esperanza de vida, aunque con un matiz: esta actividad virtual tiene que tener su correspondencia en el mundo real.

Un equipo de sociólogos de la Universidad de California en San Diego (EE UU) ha comparado los perfiles de doce millones de usuarios de esta red social con los registros de salud públicos del Departamento de Salud Pública de California y los resultados, publicados en la revista "PNAS", muestran que actividades habituales en esta red social, como aceptar solicitudes de amistad, y publicar y etiquetar fotos se asocian estadísticamente con un bajo riesgo de mortalidad.

Para realizar este estudio, los investigadores estudiaron el recuento de actividad en Facebook durante seis meses, comparando la actividad de los que aún vivían con los que habían muerto. Todos los individuos estudiados nacieron entre 1945 y 1989, y todas las comparaciones se hicieron entre personas de edad y sexo similares.

La principal conclusión es que las personas que mantienen una cuenta en Facebook viven más tiempo que los que no la tienen. En un año concreto, el usuario medio de esta red social es aproximadamente un 12% menos propenso a morir que los que no la usan. Sin embargo, los autores señalan que la medida puede estar influida por las diferencias sociales y económicas entre los grupos de usuarios y no usuarios.

En la muestra de usuarios de esta red social, los investigadores analizaron el número de amigos, la cantidad de fotos, las actualizaciones de estado y los mensajes enviados para ver si las personas más activas vivían más tiempo. En estas comparaciones, controlaron el análisis no sólo por edad y género sino también por el estatus de relación, el tiempo que habían estado en Facebook y el uso de teléfonos inteligentes (un indicador de ingresos). El estudio encontró que las personas con redes sociales medianas o grandes vivían más tiempo que las que tienen redes más reducidas.

"El estudio está muy relacionado con lo que en sociología llamamos capital humano. Cuanto más densa es la red de relaciones sociales del individuo, mayor es su bienestar psicológico y por tanto, mejor es su salud. Es decir, la salud también está vinculada a las amistades. Las relaciones sociales equilibran psicológicamente a las personas y las integran socialmente. Esto se relaciona también con la clase social porque las personas con un estatus alto tienen también mayor bienestar y una red social más amplia", explica José Durán, profesor de Sociología de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de Vigo (UVigo).

Sin embargo, la red social del mundo virtual tiene que ser un espejo de la real. "No se trata tanto de que tengas amigos virtualmente, sino de que los tengas en la vida real y que como consecuencia de esto contactes con ellos virtualmente. Tener amistades en la red y no tenerlas en la vida real no combate la soledad ni aporta bienestar psicológico", argumenta.

El catedrático de Psicología Social de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) Jorge Sobral asegura que mantenerse activo "on-line" es un ejercicio saludable siempre y cuando tenga su correspondencia en el mundo real. Lo contrario, advierte, no sirve de nada. "Tener muchos amigos en Facebook que no has visto ni verás jamás no es estar conectado, eso es hojarasca, es estar obsesivamente relacionado con imaginarios tuyos. Ahora bien, si usas Facebook para quedar por la tarde con un amigo o familiar, eso está genial", añade.

Ambos expertos coinciden en afirmar que las relaciones "on-line" no pueden sustituir a las reales. "Están muy bien para llenar los huecos de necesidad de conexión y apoyo mutuo, pero son relaciones sociales sin peso, superficiales y no podemos dejar la superficialidad sustituya las relaciones reales", añade Sobral. En este sentido, Durán añade: "El bienestar psicológico se consigue siempre y cuando las relaciones sociales tengan un componente de estabilidad porque esto es lo que nos permite tener un nivel de integración social".

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