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Las conferencias del Club FARO

Mellado: "ETA se pegó un tiro en un pie al matar a Miguel Ángel Blanco"

El autor de la primera biografía del concejal asesinado destacó su compromiso con la libertad

Perspectiva del público que acudió al Auditorio Municipal do Areal, en Vigo. // Marta G. Brea

"Como muchos gallegos, Miguel Ángel Blanco hablaba poco, pero cuando tomaba la palabra decía las cosas muy claras", dijo ayer en el CLUB FARO el periodista Miguel Ángel Mellado, autor de la primera biografía del edil del Partido Popular en Ermua (Vizcaya) secuestrado y asesinado por ETA entre el 10 y el 12 de julio de 1997. El director adjunto de "El Español" destacó la dimensión política del concejal de origen gallego, cuya vida truncaron los terroristas cuando tenía solo 29 años. "Era una persona comprometida con la libertad, le mataron por eso -subrayó-. No fue solo un chico con mala suerte".

Tras ser presentado por el también periodista José Luis Barreiro, Mellado comentó algunos de los aspectos contenidos en "El hijo de todos" (La Esfera de los Libros), obra escrita a partir de una treintena de entrevistas con familiares y amigos de la víctima, así como con destacados políticos, el forense que realizó la autopsia o el fiscal que intervino en el juicio a sus asesinos. Se trata de un insayo -con "i" de indignación, explicó- escrito al modo de un reportaje periodístico y que no pretende ser un texto objetivo, sino una forma de saldar una deuda con las víctimas del terrorismo y especialmente con el propio Miguel Ángel Blanco, cuya tumba en el cementerio de Faramontaos, en Ourense, visitó el autor.

Un chico valiente

Recordó el periodista manchego que Miguel Ángel Blanco se afilió al PP apenas dos días de la muerte de Gregorio Ordóñez, que cuando fue asesinado por ETA, el 23 de enero de 1995, se perfilaba como el ganador de las elecciones municipales en San Sebastián. El propio Blanco lo había saludado. poco antes. "Blanco era concejal de un pueblo [Ermua] que molestaba a los abertzales, porque estaba lleno de maketos que votaban siempre al PSOE [el socialista Carlos Totorika es alcalde de Ermua desde hace un cuarto de siglo]. En el salón de plenos, el 90 por ciento del público era abertzale, y Blanco les decía que estaban apoyando a los asesinos. Lo mataron porque era un chico valiente".

Subrayó también que el edil popular de Ermua "no estaba en la política por dinero". Trabajaba en una consultoría y sus dos años de actividad política municipal le reportaron únicamente 800.000 pesetas, unos 5.000 euros, menos que el salario mínimo. El autor de su biografía comparó esa cantidad con los 1.500 millones de pesetas de rescate pagados por la familia de Cosme Delclaux, uno de los empresarios más ricos del País Vasco, y que fue liberado el 1 de julio de 1997.

Precisamente en esa misma fecha fue también liberado el funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, secuestrado por ETA durante 532 días. Se creyó que el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco fue una represalia ideada por la cúpula etarra como venganza por dicha operación de la Guardia Civil. No fue así, según los datos del sumario del juicio contra los asesinos del edil, Francisco Javier García Gaztelu "Txapote" e Irantzu Gallastegui Sodupe "Amaia". El secuestro del edil de Ermua se había planeado antes de la liberación de Ortega Lara.

El chantaje imposible que planteó ETA, el acercamiento de 600 presos etarras a las cárceles del País Vasco en solo 48 horas, y el posterior asesinato de Miguel Ángel Blanco, responden, según Mellado, a la "socialización del dolor" decidida por el conglomerado abertzale MLNV en 1994, estrategia implantada por ETA en la creencia de que los políticos claudicarían, dicho en la jerga de los terroristas, "al ser ellos los que terminan en una caja de pino".

Sin embargo, al asesinar "a cámara lenta" a Miguel Ángel Blanco, "ETA se pega un tiro en el pie, le sale el tiro por la culata, porque se rompió la situación de miedo en el País Vasco", sostiene Mellado. La tesis central del libro es que esta no fue una más, la 791, de las 858 muertes causadas por ETA, sino "el principio del fin" de la banda terrorista. Provocó un cambio en la forma en la que la sociedad veía los asesinatos de ETA, y también a partir de ese momento Francia y Estados Unidos aumentaron su colaboración antiterrorista con España. También se desmitificó el conflicto: Herri Batasuna fue ilegalizada y Jon Juaristi dijo algo obvio que nadie se había atrevido a decir antes: "En el País Vasco se asesina porque hay muchos asesinos sueltos". "El peso de la ley cayó contra los asesinos y contra sus amigos", subrayó Miguel Ángel Mellado. "Se firmó el Pacto de Lizarra y después de esa tregua los asesinatos decayeron".

El fiscal dijo que se le había aparecido el edil durante el juicio

  • "El hijo de todos", cuyo título es una frase de Chelo, la madre de Miguel Ángel Blanco, contiene numerosos detalles y revelaciones sobre la vida, secuestro y muerte de Miguel Ángel Blanco. Algunos datos ya se sabían, como la pasión del edil asesinado por la batería y por el grupo Héroes del Silencio y su participación en la banda de rock Póker, que se disolvió tras su muerte. Otros son menos conocidos, como su gusto por la ropa, su coquetería y sus tics nerviosos, en el cuello y en los ojos. Ese carácter nervioso, de no parar quieto, diríamos en Galicia, hizo que cuando vio a Ortega Lara escuálido en la televisión, después de casi un año encerrado, le dijera a su madre que preferiría que le matasen a pasar tanto tiempo inmóvil en un zulo minúsculo.Uno de los capítulos más duros del libro corresponde al relato del forense que realizó la autopsia de Miguel Ángel Blanco. La primera bala del calibre 22, alojada en el hueso mastoideo, detrás de la oreja, no habría acabado con su vida, pero Txapote le descerrajó un segundo disparo, este sí mortal de necesidad, en la nuca, aunque el corazón del joven concejal siguió latiendo un día más.Resulta también sorprendente el testimonio de Miguel Ángel Carballo, fiscal de la Audiencia Nacional especializado en terrorismo, que le confesó a Mellado que, sin ser excesivamente creyente, sintió el espíritu de Miguel Ángel Blanco tras él durante el juicio. "Solamente tú tienes la posibilidad de que se haga justicia", asegura el fiscal que le dijo Blanco."Si no se recuerdan estas cosas es como matar dos veces a la persona: cuando le asesinan y cuando se le olvida", sostiene Miguel Ángel Mellado, que afirma que "el que ha asesinado no puede quedar exonerado simplemente por pedir perdón".

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