"La asexualidad no es una elección", explica Martina González, psicóloga, sexóloga y fundadora del Centro de Sexología Con mucho gusto!, en Santiago. "Lo que ocurre es que no sientes esa atracción que te impulsa para tener un encuentro sexual. Esto tampoco significa que una persona asexual no tenga relaciones sexuales. El espectro asexual es muy amplio, hay personas que al no sentir esa atracción no tienen relaciones sexuales, y hay personas que sí. Lo que ocurre es que la motivación será distinta, y esto me parece especialmente interesante", define.

Martina insiste en la despatologización de la asexualidad. "Si existen problemas psicológicos, no estamos hablando de asexualidad, estaremos hablando de otra cosa. La asexualidad es una orientación, como la homosexualidad, la heterosexualidad, la bisexualidad, etc. Hay personas que debido a múltiples circunstancias (educacionales, experiencias vitales, problemas físicos, psicológicos, problemas de pareja, etc.) tienen dificultades para experimentar deseo, o disfrutar de las relaciones sexuales. Habrá que analizar el caso, y ver qué es lo que está ocurriendo y de qué se trata, pero eso no es asexualidad", apunta. "La asexualidad, a diferencia de otras orientaciones, aún está muy invisibilizada y a veces se buscan disfunciones y problemas donde no los hay".

La psicóloga asegura que se puede vivir la asexualidad en pareja y se pueden dar todas las combinaciones posibles. "Que no sientas atracción sexual no significa que no puedas enamorarte de alguien, tener sentimientos diferentes y especiales hacia esa persona y establecer una relación de pareja. No tiene por qué no haber encuentros sexuales, aunque también pudiera no haberlos, además se pueden plantear parejas abiertas, relaciones poliamorosas, o establecer las condiciones dentro de una relación monógama satisfactorias para las dos personas", resume.