El humor gallego también ha conquistado el Famelab España 2016. Alba Aguión, de Education though Expedition, del Reino Unido, se ha impuesto en la final celebrada en Madrid a otros siete investigadores que pugnaban por ganar el concurso de monólogos científicos. La investigadora gallega será la encargada de representar a España en el "desenlace" internacional que se celebrará dentro de un mes en tierras británicas.

Alba Aguión, de 26 años, centró su monólogo en cómo organizan su mundo las hormigas. La gallega logró el pase a la final de Madrid con "En defensa de las cigarras", una reflexión que le permitió a esta investigadora residente en el Reino Unido a dar el penúltimo paso para adjudicarse el Famelab España 2016.

La propia Alba Aguión señalaba a FARO su pasión por la biología. "Casi me apasiona más compartirla que investigar, por eso soy muy divulgadora", señalaba la actual ganadora de Famelab España 2016 tras conseguir el pase a la final en el evento que tuvo lugar en Barcelona.

Alba es titulada en Biología por Santiago, con doble especialidad en Biología Marina y Zoología y premio extraordinario fin de carrera. Al terminar su licenciatura en 2014 se fue a York para cursar un máster en Ecología y Gestión del Medio Ambiente: "Fue la mejor decisión de mi vida porque me permitió fusionar la base teórica tan buena que tenemos en España con la parte práctica británica, y me dio seguridad".

Durante estos estudios realizó su primer proyecto relacionado con las hormigas, en concreto con pesticidas efectivos para una especie invasora: "Desde niña siempre me llamaron la atención los insectos, pero en York descubrí todo lo que las hormigas nos pueden enseñar".

Para realizar su proyecto fin de máster se desplazó al archipiélago noruego de Svalbard, en pleno Ártico. "Estudié los gases que se producen en los glaciares. Fue una experiencia muy dura por las condiciones meteorológicas y de seguridad. Tuve que dar clases de rifle y era obligatorio llevarlo siempre por si aparecían osos polares. Al final me dio rabia no ver ninguno", admite entre risas.

Esta experiencia en el Polo Norte y su capacidad para trasmitir le valieron su actual empleo en ETE. La sede está en Plymouth, pero Alba en una misma semana puede visitar colegios de Manchester, Londres, Bristol y York. "Me muevo por todo el país pero me compensa. Los niños me envían cartas y, como mujer, es gratificante que las niñas quieran ser científicas después de hablarles de las expediciones polares. No es que no les guste esta profesión, es que no la conocen", señala.