Un sistema que permite tener una huerta en lugares cerrados sin luz natural como garajes o, por ejemplo, flores y hortalizas, que pueden germinar, crecer, florecer y dar fruto sin necesidad de recibir la luz directa del sol.

Es la última creación de una empresa gallega, llamada Gaélica Solar -con sede en el Parque Tecnológico de Galicia- y es tan simple como una lámpara LED, que se orienta hacia los vegetales y se nutre de energía renovable. La firma acaba de sacar al mercado este sistema autónomo que imita la luz natural y que permite mantener vivas y que crezcan las plantas de interior.

Para lograrlo, la lámpara LED obtiene la energía necesaria de un panel solar, de tal manera que la planta recibe radiación lumínica en las gamas cromáticas que le hacen falta para crecer, también en sótanos o segundas viviendas que se mantienen cerradas en invierno, según explica el gerente de la empresa, Manuel Eirín: "Es habitual que las plantas que quedaron en la casa de verano no sobrevivan al invierno aunque les dejemos un sistema de riego. La falta de calor y la escasa radiación solar frenan o paralizan de manera definitiva su metabolismo causándoles la muerte". De esta forma, con este nuevo sistema, las plantas "podrán perdurar" en el tiempo, apuntó el responsable de la firma.

Lo original de la idea también llega de cómo se ha gestado. Este producto nace de una demanda recogida de la filial en México, donde la mayor parte de los negocios se instalan en sótanos para evitar robos, expone Eirín. "A partir de ahora podrán sustituir las plantas de plástico por otras naturales y que crezcan tan bien como si estuvieran al lado de una ventana", asegura.

Pero las aplicaciones que describen sus creadores van más allá. "Este sistema permitirá además poder tener una huerta en lugares cerrados y sin luz natural".

Diferentes tipos de luz

¿Qué diferencia existe entre esta lámpara y otra simple que usa otro tipo de bombillas? La lámpara emite -aseguran- irradia luz azul, roja y magenta, que tienen diferentes funciones en el crecimiento de la planta. Por ejemplo, la luz azul favorece su crecimiento, mientras que la roja es fundamental para la floración y la magenta contribuye a un desarrollo precoz de la planta. La inclusión de otras gamas de luz -como la ultrarroja o la ultravioleta- se descartó porque, aunque son beneficiosas para el crecimiento y la eliminación de insectos portadores de plagas, pueden ser nocivas para las personas.

Entre las ventajas que destacan está el consumo energético de la lámpara. "Es nulo", explican, ya que se nutre de la electricidad generada a partir de un panel solar colocado en el exterior del edificio sin impacto visual