Dolores Mayán dirige desde hace décadas en Santiago su propia escuela de danza clásica, ahora abierta a más disciplinas bajo el nombre de BSdanza. Dolores comenta: "A nivel académico, los niños desarrollan los dos hemisferios y su coordinación, aprenden lateralidad y trayectoria por el espacio. Pero la danza clásica es más que un mecanismo, es colaborar, socializar, es teatro, música, algo físico, mental e intelectual; salud pura y dura".
Al mismo tiempo, Dolores explica los beneficios para las cuestiones de timidez y autoestima y expresa emocionada lo gratificante que es ver cómo en cuestión de tres meses "los niños ya corrigen su postura e independizan las diferentes partes de su cuerpo. Al mismo tiempo, la profesora señala: "Bailar les aporta tono muscular, fuerza, resistencia y el trabajo desde una buena postura, pero relajada".
Por su parte, Marina Cobián, directora de la escuela de danza "Pasiños" en Vigo también define la danza clásica como "una disciplina intelectual, física y artística". La profesora y bailarina expresa lo importante que es su práctica para la "formación estética" del niño y porque de esta forma, "aprenden a respetar a los demás y a trabajar en equipo". También destaca que se trata de una " formación ideal para preparar el cuerpo para otras disciplinas. Los niños van conociendo su cuerpo y cómo lo trabajan ". Marina coincide con Dolores en que la danza es salud: "Es muy bueno para correcciones físicas de espalda, para fortalecer piernas, brazos, para corregir pies valgos y planos".
