Una investigación realizada por Tamara Sotelo Pérez en la Misión Biológica de Galicia (MGB, Pontevedra), dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha avanzado en el estudio de los genes implicados en la presencia de compuestos beneficiosos para la salud en los 37 tipos de brásicas, hortalizas como el repollo o la coliflor.

Esta tesis doctoral, ha progresado en el conocimiento de genes que sintetizan y regulan los compuestos biosaludables de este tipo de hortaliza para determinar que la concentración de los mismos depende del órgano de la planta. De tal forma, se ha detectado que la mayor capacidad antioxidante reside en sus hojas.

En décadas anteriores otros estudios científicos ya habían demostrado que un consumo regular de brásicas contribuía a reducir el riesgo de padecer determinadas enfermedades y, hasta ahora, los programas de mejora genética se habían enfocado hacia la productividad, la resistencia y la calidad comercial.

En su tesis, de calificación sobresaliente 'cum laude', Sotelo ha observado que las hojas poseen mayor capacidad antioxidante, con compuestos fenólicos y carotenoides, y los brotes mayor concentración de gluscosinolatos, componente que aporta el olor y sabor picante a la salsa de mostaza.