"Recibo y guardaré este premio "como unha xoiña; un tesouro de pesetas novas" que decía Don Ramón", confesó ayer el pintor gallego Antonio Pulido al recibir ayer en Amoeiro (Ourense) el XXXIII Premio Otero Pedrayo que le concedió la Fundación Otero Pedrayo, que le fue entregado en un acto literario y musical celebrado en la casa museo del patriarca de las letras gallegas, atestado de familiares, amigos, representantes políticos y decenas de personalidades del mundo de la cultura y la intelectualidad gallegas.

"Hay un proverbio chino que dice que si buscas un trabajo que te guste, no trabajarás" , argumentó Antón Pulido (Bóveda, Amoeiro 1944) durante su intervención, para ilustrar cual ha sido la línea inspiradora de su prolífica carrera como pintor, y grabador. "Trabajar en lo que te gusta es la forma de salir del laberinto en el que estamos atrapados desde que nacemos" , recalcó.

La Fundación Otero Pedrayo valoró la trayectoria artística del homenajeado, la calidad y personalidad de su obra y su vinculación con la figura de Ramón Otero Pedrayo, "vecino de las mismas tierras de Amoeiro" como alguno de los argumentos que hacen merecedor de este Premio Trasalba a Antón Pulido, y el artista fue salpicando su discurso de anécdotas vividas con su mentor y amigo, que atestiguaban esa relación de amistad con Pedrayo.

Recordó que siendo adolescente y estudiante en el Seminario de Ourense, Otero Pedrayo fue a darles una charla. Me impresionó tanto" reconoce el artista, que ya en vacaciones decidió recorrer en bicicleta la corta distancia que separa Bóveda hasta Trasalba, ambos en el concello de Amoeiro, para poder conocer mejor al escritor.

Nunca pensó que, siendo un niño, sería tan bien recibido. Ahí empezó una larga amistad y admiración mutuas. En el año 1972 ya graduado en Bellas Artes, Pedrayo fue el padrino de la exposición de Pulido en el Museo Arqueológico de Ourense.

Recordó también el pintor "ese retrato que le hice y que don Ramón no llegó a ver rematado, y en el que aparece muy serio "non podo rir, dende que perdín a miña muller Fita", me explicó".

Pulido, quien agradeció al jurado la elección del galardón aunque dijo desconocer los motivos - "yo pinto y basta" - se refirió a Don Ramón, de quien habló en todo momento en tiempo presente "porque estará ahí arriba, en el Olimpo o donde sea acariciándonos , con sus amigos, Del Riego, Díaz Pardo, Piñeiro..." .

Antón Pulido reconoció que su pintura actual, "tiene mucho de lo que transmiten los símbolos oterianos", e incluso vinculó su "praza das apertas" de Vigo con esa "cordialidad y proximidad " que incitan a hablar, de la que tanto hacía gala don Ramón". El premio en esencia es "como un sueño del que no hay que despertar cuando llegue la mañana" añadió"

Utilizó un pensamiento de Otero Pedrayo . "El decía que en el paisaje hay muchas princesas encantadas y es a los poetas y artistas a los que le corresponde liberarlas".

Finalmente Pulido se despidió con un juego de palabras al señalar que "don Ramón era muy de Amoeiro y los de Amoeiro somos muy de don Ramón".