Solo con mentarlos ya nos pica la cabeza. Los piojos son un problema al que más de la mitad de los padres de niños en edad escolar se ha enfrentado al menos en una ocasión. Pero, ¿qué favorece la propagación de este diminuto insecto de apenas dos milímetros?
"La propagación se favorece por contacto estrecho entre individuos y por contactos de peines u otros objetos infestados, como gorros, cascos, capuchas, gomas del pelo, bufandas, etcétera. La agregación de individuos en un espacio reducido, como puede ocurrir en el colegio, facilita su contagio", explica la doctora Lidia C. Pérez, del Servicio de Dermatología del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (CHUVI). También las características del pelo son determinantes, ya que la infestación es más frecuente en cabellos largos, limpios y lisos. Aunque no existen datos epidemiológicos sobre la incidencia de este molesto insecto, ya que no es de declaración obligada, se calcula que su prevalencia en los países industrializados es del 1-20%. "Posiblemente las cifras sean mucho mayores", añade.
Hace unos años, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos elaboró un estudio en el que el 54,4% de los padres encuestados reconocía que sus hijos habían tenido piojos en alguna ocasión. De este porcentaje, el 24,6% los había tenido al menos dos veces. Según este informe, Pontevedra es una de las provincias españolas con más casos -7 de cada 10-, mientras que Ourense se sitúa en el polo opuesto con 3 infestaciones por cada diez niños.
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El número de infestaciones, según los especialistas gallegos, se mantiene estable, aunque alertan de que se están detectando piojos resistentes a los pediculicidas, lo que dificulta su erradicación. Esto se debe, según la doctora Pérez, a que no se siguen los tratamientos de la forma indicada. "Es de extrema importancia que los individuos afectados sigan estrictamente la pauta de tratamiento y recomendaciones de su dermatólogo, pediatra o médico de familia", aconseja. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la pediculosis del cuero cabelludo puede tratarse con preparados de permetrina, lindano, malatión o bencilbenzoato, aunque ahora hay una nueva alternativa, la ivermectina al ,05%, que ha demostrado su eficacia frente a la resistencia desarrollada por este insecto a los tratamientos convencionales, aunque aún no está comercializado en España, matiza la dermatóloga.
Amil López Viéitez, farmacéutica viguesa, explica que el tratamiento hay que repetirlo siete o diez días después de su primera administración, ya que este es el tiempo que tarda el piojo en reproducirse después de eclosionar. Para garantizar el éxito, hay que apoyar el tratamiento tópico con la liendrera. "Hay que repasar el pelo del niño todos los días durante el tratamiento para acabar con todas las liendres (huevos), que son las más difíciles de quitar, ya que se adhieren al cuero cabelludo, y después, lavar cepillos, sábanas y cualquier objeto que haya estado en contacto con el niño para evitar un rebrote", explica la farmacéutica, que apuesta por la prevención. "No hay tratamiento preventivo, pero si avisamos al colegio en cuanto detectamos el problema, evitaremos que se propague. Hay repelentes muy eficaces", añade. Sin embargo, esto no siempre se hace debido al estigma que aún recae sobre quien tiene como inquilinos a estos molestos bichitos.
"Aún hay muchos falsos mitos sobre los piojos -explica el pediatra José Manuel López-Lastres- y uno de ellos es que se deben a una falta de higiene, algo totalmente falso, pero que hace que no se hable del problema por miedo al rechazo".
Al tratamiento pediculicida se suma ahora la posibilidad de acudir a centros especializados, especialmente peluquerías y centros estéticos. Mª Carmen Quintas es la responsable de Fan Look!, la primera peluquería que aplicó en Galicia este método, que consiste en succionar piojos y liendres con una aspiradora. "Se trata de un método muy eficaz y que no daña el cuero cabelludo del niño. Y para evitar que vuelva a cogerlos, recomendamos un repelente", explica la peluquera, quien añade que cada vez son más los padres que optan por esta alternativa.
Lidia C. Pérez | Dermatóloga
"Se están detectando piojos resistentes a los fármacos por su uso incorrecto"
José Manuel López-Lastres | Pediatra
"Aún se tiene miedo a decir que se tienen piojos por miedo al rechazo"
Amil López Viéitez | Farmacéutica
"Hay que avisar a la escuela para romper la cadena, pero no se hace"
